Túpac Amaru
“Sólo hablaba aymara, la lengua de los suyos. Se proclamó virrey de estas tierras que todavía no se llaman Bolivia, y nombró virreina a su mujer. Instaló su corte en las alturas que dominan la ciudad de La Paz, escondida en un hoyo, y le puso sitio. Caminaba chueco y un raro fulgor le encendía los ojos, muy hundidos en la cara joven y ya arada.
Julián Apaza había sido sacristán y panadero antes de convertirse en Túpac Catari.
Junto a su mujer, Bartolina Sisa, organizó un ejército de cuarenta mil indios que tuvo en jaque a las tropas enviadas por el virrey desde Buenos Aires.”
Fue el despertar de los incas después de dos siglos de silencio, ocasionado por el descuartizamiento de Túpac
Amaru, el último soberano inca, quien prefirió la muerte a vivir sometido al yugo español.
El 13 de marzo de 1781, Catari y sus indígenas aymaras sitiaron la ciudad de La Paz. Nadie podía entrar ni salir.
Los habitantes de la ciudad comenzaron a sentir los rigores del hambre. En los primeros días de julio la ciudad estuvo a punto de caer, pero la llegada de refuerzos españoles desde Charcas cambió la situación. Se inicia la masacre en contra de los indígenas. Catari es tomado preso, traicionado vilmente por uno de sus lugartenientes. Atado a cuatro caballos, que apuntaban hacia los cuatro puntos cardinales, fue descuartizado el 15 de noviembre de 1781.