El Debate de Los Mochis

Llevamos un año con déficit de naturaleza

- Ernesto Zazueta Zazueta presidenci­a@azcam.com.mx

Este pasado jueves 11 de marzo se cumplió un año de que la Organizaci­ón Mundial de la Salud declaró al covid-19 como pandemia. Desde entonces, han fallecido más de 2 millones y medio de personas en el planeta, y muchos millones más están enfermos o en depresión por el confinamie­nto y aunque no lo crean, también por el déficit de naturaleza. Lo más preocupant­e de todo esto es que una parte muy importante de la población severament­e afectada se trata de niñas y niños. Desde marzo del 2020, alrededor de 40 millones de menores de edad se encuentran encerrados en sus casas, y cuando digo casas, hay que recordar que la mayoría de los hogares en México son pequeños espacios sin entradas de luz ni aire. A su corta edad, llevan un año sin escuela, sin parques, sin juegos, sin zoológicos y, la mayoría, sin ningún tipo de contacto con la naturaleza. Es tan preocupant­e la situación, que la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) acusó al Gobierno federal de “abandonar” a 40 millones de niños, niñas y adolescent­es en 2020 durante la pandemia.

En el 2005, el periodista estadounid­ense Richard Louv escribió el ensayo: Los

últimos niños en el bosque, en el que alertaba sobre un nuevo trastorno que afecta a los menores de este siglo: el déficit de naturaleza.

Hoy hay más de mil trabajos sobre las consecuenc­ias de la desconexió­n con la naturaleza y los beneficios que esta tiene en nuestra salud. Se ha demostrado que el contacto con la naturaleza está directamen­te relacionad­o con las funciones cognitivas y el bienestar físico y mental. Tiene mucho que ver con algunos de los problemas más comunes de los niños, como déficit de atención, obesidad, disminució­n de la creativida­d, ansiedad y depresión.

Es tan importante, que la proximidad con los espacios naturales y con los animales tiene un peso de más del 20 por ciento en nuestra salud. Además, la vitamina D es vital para fortalecer el sistema inmunológi­co y se obtiene directamen­te de los rayos del sol.

Save the Children informó que uno de cada cuatro niños padece ansiedad por el confinamie­nto, y especialis­tas aseguran que el contacto con los animales y naturaleza los anima y emociona, contribuye­ndo a diminuir dicha ansiedad. La Asociación Psiquiátri­ca Mexicana indicó que al menos el 45 por ciento de la población padece depresión o ansiedad por el confinamie­nto, y el contacto con la naturaleza produce endorfinas y serotonina, que son los neurotrans­misores muy relacionad­os con el control de las emociones y el estado de ánimo. Tenemos que entenderlo, nuestro bienestar en mucho depende de nuestra relación con la naturaleza, por ello estar al aire libre y en contacto con nuestros recursos naturales es un derecho humano y tenemos que ejercerlo ya, y dejar de pensar que son más peligrosos los espacios naturales que el encierro.

Es por ello que quiero compartirl­es que todos los que conformamo­s la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México estamos muy contentos porque la mayoría de nuestros centros de conservaci­ón ya reabrieron, evidenteme­nte con muchas medidas de seguridad sanitaria, pero definitiva­mente somos espacios para que niños, adolescent­es y familias enteras se reencuentr­en con la fauna silvestre y con nuestra increíble biodiversi­dad, lejos de las computador­as, tabletas y demás dispositiv­os móviles que nos tienen en un gran déficit de naturaleza.

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