Al paredón
Marco Berrelleza
Manuel Robles Pezuela fue un militar conservador que nació en la ciudad de Guanajuato en 1817. Hombre inquieto, participó en muchas revueltas y asonadas. General de brigada, fue ministro de Guerra y Marina con el presidente Mariano Arista. En diciembre de 1858 secundando el Plan de Ayutla, del general Miguel María de Echegaray, en contra del general Félix Zuloaga, se apodera del mando de la Ciudad de México. Durante toda la Guerra de Reforma combate contra los liberales. Al ocurrir la Intervención Francesa se encaminó hacia Tuxtepec para ofrecer sus servicios a los extranjeros. Sin embargo, es aprehendido por el general José María Arteaga. Trasladado a San Andrés Chalchicomula, estado de Puebla, fue sentenciado a morir. Antes de ser conducido al paredón, escribió: “Yo no soy traidor ni cedo a nadie en patriotismo ni en el deseo de bienestar del pueblo a que pertenezco. La experiencia y la reflexión frente al desorden imperante nos hacen pensar que ya no podemos atajar el mal por nuestros propios esfuerzos. Creo que nuestro único remedio consiste en aprovechar los ofrecimientos que hoy nos hacen las naciones europeas”. A las tres de la mañana del 23 de marzo de 1862 fue fusilado. El general Ignacio Zaragoza no se andaba por las ramas cuando se trataba de traidores que acarreaban mal ejemplo y quebrantaban la disciplina.