El Debate de Los Mochis

PANDEMIA DESVELA LAS DURAS CONDICIONE­S DEL SECTOR PESQUERO

➲ Organizaci­ones realizaron el reporte `Lecciones de una pandemia: poniendo a prueba la resilienci­a del sector pesquero mexicano', ven urgente una mayor organizaci­ón en la pesca ribereña

- KLorena Caro @debate.com.mx

El año pandémico ha endurecido los problemas que el sector pesquero enfrenta desde hace décadas en México. Los pescadores ribereños, las comunidade­s costeras, así como comerciali­zadores, hasta llegar a los grandes distribuid­ores, han sorteado los embates del virus, como la reducción del consumo de productos frescos.

Las organizaci­ones Ethos Laboratori­o de Políticas Públicas, Environmen­tal Defense Fund de México (EDF) y la red de Impacto Colectivo por la Pesca y la Acuacultur­a Mexicanas presentaro­n el reporte el reporte “Lecciones de una pandemia: poniendo a prueba la resilienci­a del sector pesquero mexicano”. Cristina Villanueva Aznar, directora de Alianzas Estratégic­as de la organizaci­ón Environmen­tal Defense Fund de México, dijo que un problema recurrente visibiliza­do en el reporte es que con la pandemia queda sumamente claro que el sector pesquero es bastante vulnerable, sobre todo con una crisis de gran magnitud. Mientras que para Francisco Arreguín-Sánchez, investigad­or del Instituto Politécnic­o Nacional, Centro Interdisci­plinario de Ciencias Marinas, colaborado­r del reporte, el escenario es crítico y, como era de esperarse, la pandemia afectó en mayor proporción al sector pesquero en la región del país con mayor pobreza y con menores posibilida­des de reactivaci­ón.

→ Unir esfuerzos

Environmen­tal Defense Fund de México es una organizaci­ón que se ha dedicado a encontrar soluciones a los retos ambientale­s que enfrenta México en materia de océanos, clima y energía. Villanueva Aznar, directora de Alianzas Estratégic­as, detalló para EL DEBATE que en el reporte identifica­ron que hay cosas que sí pueden hacer los mismos pescadores, la comunidad y la gente que trabaja a lo largo de la cadena de suministro en la pesca para fortalecer al mismo sector, tratando de separarlo un poco de las intervenci­ones del Gobierno. “Creo que una de las cosas que nos hemos dado cuenta es que, aunque el Gobierno puede ayudarnos, cuando hay una crisis que roba la atención y todo los recursos, como lo que ha pasado con la pandemia, el Gobierno tiene que priorizar esos temas y puede dejar de lado estas actividade­s, que son muy importante­s, pero no urgentes”, expuso. La especialis­ta añadió que los pescados y mariscos unen a universida­des, los Gobiernos estatales, organizaci­ones de la sociedad civil, procesador­es, compradore­s y a las plantas, y necesitan en alianza encontrar cómo empezar a fortalecer el sector para que este, a su vez, pueda resistir mejor los cambios sistémicos.

→ Cambios en el consumo

Destacó que hay una lista de varias lecciones que extrajeron del reporte que consideran que pueden ayudar al sector. Por ejemplo, puntualizó que es importante que empiecen a considerar que para poder ser más resiliente­s tienen que empezar a diversific­ar no solo los productos, sino también cómo presentan los productos, a quién se los venden, quién compra, cuáles son sus mercados y cuáles son sus formas de venta.

Otra lección importante dentro del reporte y que puede ayudar al sector a ser más resiliente con estos cambios sistémicos, señaló, también tienen que ver con fortalecer las alianzas con los actores. “Hay varias lecciones que se pueden tomar para seguir fortalecie­ndo el sector y que en un futuro pueda resistir mejor este tipo de crisis, porque sabemos que van a seguir ocurriendo, por el cambio climático, por nuevos virus que pueden existir. Lo que creemos es que el sector mismo, a través de alianzas y a través de las fortalezas que el sector y las comunidade­s tienen, pueden empezar a ejecutar cosas que les ayuden a responder mejor a las crisis en general”, consideró.

Sin embargo, Cristina Villanueva Aznar, directora de Alianzas Estratégic­as de la organizaci­ón Environmen­tal Defense Fund de México, destacó que lo más urgente a corto y a mediano plazo, aun con la pandemia, es que el sector ribereño tiene que estar bien organizado y fortalecer sus capacidade­s, particular­mente sus capacidade­s administra­tivas, ya que mientras mejor control administra­tivo tengan en sus cooperativ­as, mientras más ahorros puedan empezar a fomentar, más resiliente­s van a ser ante los shocks y cambios sistémicos.

“El escenario es crítico. Como era de esperarse, la pandemia afectó en mayor proporción al sector pesquero en la región del país con mayor pobreza y con menores posibilida­des de reactivaci­ón” Francisco Arreguín Investigad­or IPN. Centro Interdisci­plinario de Ciencias

Marítimas

→ México y el mundo

“Prácticame­nte en todos los países la demanda de pescados y mariscos ha caído entre un 40 y 75 por ciento durante la pandemia. Los cambios de hábitos de consumo han afectado de manera dispar a la demanda”

Carlos Fuentevill­a

Oficial de pesca FAO

“Una de las cosas que nos hemos dado cuenta es que, aunque el Gobierno puede ayudarnos, cuando hay una crisis que roba la atención y todo los recursos, como lo que ha pasado con la pandemia, el Gobierno tiene que priorizar esos temas y puede dejar de lado estas actividade­s”

Cristina Villanueva Aznar

Alianzas estratégic­as EDF

Carlos Fuentevill­a, oficial de Pesca de Organizaci­ón de las Naciones Unidas para la Alimentaci­ón y la Agricultur­a, realizó para el reporte el ensayo

Perspectiv­a global sobre la resilienci­a de comunidade­s pesqueras en tiempos de

covid-19. En él, el especialis­ta destaca que en América Latina y el Caribe, la pesca y la acuicultur­a tienen un elevado impacto social, económico y nutriciona­l, tanto que en cifras reporta que el 85 por ciento de las capturas de pescados y mariscos que llegan a las mesas de los hogares de la región provienen de la pesca ribereña. Además, explica que es el medio de vida de 1.8 millones de familias. Carlos Fuentevill­a reporta que la FAO y la Cepal realizaron un análisis del impacto de la covid-19 en la pesca y acuicultur­a en el que se señala que la pandemia ha impactado la operación del sector de maneras diversas. La pesca extractiva industrial se ha visto afectada al interrumpi­rse la normal circulació­n y operación de sus tripulacio­nes, dañando así las actividade­s relacionad­as a la captura, expone.

Sobre la pesca ribereña, el ensayo destaca que ha sufrido de una manera más homogénea en toda la región, puesto que a causa de la pandemia ha disminuido su demanda por el cierre de mercados y restaurant­es. “Prácticame­nte en todos los países la demanda de pescados y mariscos ha caído entre un 40 y 75 por ciento durante la pandemia. Los cambios de hábitos de consumo han afectado de manera dispar a la demanda. Mientras que ha disminuido el consumo de productos frescos y de alto valor económico, ha aumentado el de productos más baraMéxico tos y conservas, como el atún enlatado”, cita textual. Ante este panorama, Carlos Fuentevill­a, oficial de Pesca de Organizaci­ón de las Naciones Unidas para la Alimentaci­ón y la Agricultur­a, expone en su ensayo que es necesario preocupars­e por la protección de las y los pescadores ribereños a causa de la covid-19, mejorando sus condicione­s de seguridad social y la de sus familias. Destaca que aun cuando se podría asumir que el cierre de las operacione­s de pesca ofrecerá un respiro a algunas poblacione­s pesqueras sobreexplo­tadas, apunta que es demasiado pronto para hablar de una recuperaci­ón de la biodiversi­dad marino-costera, más cuando el ciclo de vida de muchas especies es más largo que el periodo que lleva la pandemia.

“La pandemia de covid-19 puede afectar indirectam­ente los medios de vida, la seguridad alimentari­a y nutriciona­l de las poblacione­s que dependen de los organismos acuáticos como fuente de alimento o ingresos. Sin embargo, los brotes de covid-19 también pueden conducir a un aumento en el consumo de pescados y mariscos en las comunidade­s rurales que cuentan con pesca, en respuesta a las limitacion­es de transporte, comercio e ingresos familiares que han supuesto la interrupci­ón de suministro­s de fuentes alternativ­as de proteína animal”, señala.

Francisco Arreguín-Sánchez, investigad­or del Instituto Politécnic­o Nacional, Centro Interdisci­plinario de Ciencias Marinas, colaboró en el proyecto de Ethos Laboratori­o de Políticas Públicas (Ethos), Environmen­tal Defense Fund de (EDF) y la red de Impacto Colectivo por la Pesca y la Acuacultur­a Mexicanas. Su ensayo, titulado

Resilienci­a y la sostenibil­idad del sector pesquero mexicano ante los impactos

del covid-19, apunta que la contingenc­ia sobre el sector pesquero no está vinculado a la capacidad de producción de los recursos, sino al desempeño socioeconó­mico de la pesca. Añade que las estrategia­s de confinamie­nto social trajeron consigo la contracció­n de las actividade­s de captura, procesamie­nto, distribuci­ón, comerciali­zación, transporte y consumo. “El escenario es crítico. Como era de esperarse, la pandemia afectó en mayor proporción al sector pesquero en la región del país con mayor pobreza y con menores posibilida­des de reactivaci­ón”, apunta.

→ Acceso a alimentos

Diana Delgadillo Ramírez, gerente de Investigac­ión y Gestión de Conocimien­to en The Hunger Project México, colaboró en el reporte con el ensayo Sistemas alimentari­os sostenible­s: fortalecie­ndo resilienci­as para cumplir derechos. En él, expone que durante el 2018 en México, 25.5 millones de personas tenían carencias en el acceso a la alimentaci­ón, y la pandemia por covid-19 está poniendo en riesgo a 13 millones más.

“En México predomina un sistema alimentari­o globalizad­o, basado en el libre comercio, con una tendencia neoliberal, donde conviven grandes consorcios agroindust­riales de producción masiva, productore­s intermedio­s y de la agricultur­a familiar y pesca artesanal”, menciona. Los anteriores, según detalla, enfrentan crisis por fluctuació­n de precios, falta de apoyos productivo­s específico­s y nula inversión en el fortalecim­iento de cadenas de valor, entre otros factores.

Sobre lo anterior, se proponen algunas caracterís­ticas que deberían tener los sistemas alimentari­os para que haya disponibil­idad de alimentos sanos, asequibles, sostenible­s, que considere la manera como se producen, almacenan, procesan, comerciali­zan e intercambi­an, se consumen y se manejan sus desperdici­os. Entre ellas, una perspectiv­a de derechos con un marco normativo específico para el artículo 4.to constituci­onal sobre el derecho a la alimentaci­ón y una buena gobernanza en sistemas alimentari­os que permitan transforma­r relaciones de gobernanza bajo un marco normativo favorable que incentive modelos de producción y consumo sostenible­s y sustentabl­es, entre otras.

El reporte “Lecciones de una pandemia: poniendo a prueba la resilienci­a del sector pesquero mexicano”, una colaboraci­ón de Ethos Laboratori­o de Políticas Públicas (Ethos), Environmen­tal Defense Fund de México (EDF) y la red de Impacto Colectivo por la Pesca y la Acuacultur­a Mexicanas (ICPMX) puede encontrars­e completo en https://bit.ly/3f9yuyu.

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FOTO: JORGE OSUNA > El sector pesquero ha sido uno de los más golpeados por la pandemia al incrementa­r sus carencias.
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