El mejor piloto
Jim Clark, considerado el mejor corredor de automóviles en el mundo, pereció accidentalmente el 7 de abril de 1968, en Hockenhein, en Alemania, mientras conducía su Lotus-48. El automóvil se salió de la pista y se estrelló en unos árboles, haciéndose pedazos. Las imágenes son impactantes (las puede ver en You Tube). Hay una versión oficial que indica que Clark perdió la dirección del volante al perder presión neumática una de las llantas traseras. Tenía 32 años. Clark había nacido en marzo de 1936 en Kilmany, Escocia. Era el único varón de una familia granjera de cinco hermanos. A pesar de que su familia se oponía a sus deseos, Clark participó en rallies locales. Demostrando tenacidad y profesionalismo al conducir, es descubierto por la compañía Lotus. Ganó los campeonatos mundiales de 1963 y 1965 y las 500 millas de Indianápolis en 1966. Todo indicaba que en 1968 también ganaría el campeonato mundial. Sin embargo, la muerte se lo impidió. Clark era un piloto fuera de serie, por su forma magistral de manejar. Los corredores lo consideraban un hombre invencible, que inexplicablemente le daba mayor velocidad a un automóvil similar a los suyos. ¿Cómo le hacía? ¿Cuál era el secreto? Hasta hoy todavía se lo siguen preguntando. Clark nunca se casó, pero tuvo una amiga muy querida. Clark fue sepultado en el pueblo de
Chirnside, en Berwichshire.