¿ESTAMOS MÁS CERCA DE LA REGULACIÓN DEL CANNABIS?
¿Qué implica que la Cámara de Diputados haya aprobado, en lo general, el dictamen que expide la Ley Federal para la Regulación del Cannabis? El objetivo es normar la producción y comercialización del cannabis y sus derivados
La seguridad, la política de drogas y el combate al narcotráfico podrían cambiar al despenalizarse el cannabis. La Cámara de Diputados aprobó en lo general, por 316 votos a favor, 129 en contra y 23 abstenciones, el dictamen a la minuta con proyecto de decreto por el que se expide la Ley Federal para la Regulación del Cannabis, y reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley General de Salud y del Código Penal Federal. De acuerdo con Imer Benjamín Flores Mendoza, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y coordinador del Observatorio de Legislación y Adjudicación (OLA), esta regulación debería repercutir en los temas antes señalados pues, al volverse legal, ya no tendría que existir en el mercado negro. Aunque, dijo, hoy por hoy el mercado más grande está en la cocaína y amapola, por lo que la mariguana, en ese sentido, parecería ser una cosa menor, opinó. Además de que si bien se avanza con este paso en el tema, aún se requiere hacer una revisión más integral, destacó el investigador.
¿Quién gana?
De acuerdo con Imer Flores, donde se gana con esta regulación es que los consumidores, en lugar de tener que ir a buscar al mercado negro o ilegal de las drogas, podrán asistir a una tienda legal a comprar la mariguana, ya sin los riesgos que su compra implica, pues sí se le quita un porcentaje al mercado negro, al crimen organizado, lo que tendría que repercutir en que al menos en esa parte los temas de seguridad tendrían que reducirse, aunque para ello también el costo del cannabis deberá ser competitivo ante los precios del mercado negro. “Se habla mucho de que esto, sin duda alguna, repercutiría en tener en ingresos y a los impuestos, pero si lo cargas demasiado de impuestos, pues el incentivo de que vayas al mercado legal, en lugar del mercado negro, se pierde; entonces, regresas a seguir o mantener a la persona en el mercado negro y, en consecuencia, al sistema ilegal que asociamos con el crimen organizado, el narcotráfico y, en general, a la violencia. Es en ese sentido que creo que no hemos dado pasos contundentes para que efectivamente el consumo sea legal”, opinó.
Y es que esta regulación subraya que la producción del cannabis y sus derivados tendrá los siguientes fines: autoconsumo (producción en casa habitación para uso personal con fines lúdicos y producción por asociaciones de cannabis para consumo por los asociados para uso lúdico); producción para la comercialización y venta con fines lúdicos; producción con fines de investigación, y producción de cáñamo para fines industriales. En el caso de los usos medicinal, paliativo, farmacéutico o para la producción de cosméticos, así como el uso científico para dichos fines, se estará a lo dispuesto por la Ley General de Salud y demás normatividad aplicable.
Fines recreativos
“El Legislativo, que tenía el mandato de dar cumplimiento y desarrollar una regulación de todos los usos, parece que está atorado en la parte de uso personal para fines en lo recreativo o lúdico, cuando, insisto, teníamos que haber hecho una reglamentación más integral para hacer énfasis también en el desarrollo de la industria del cáñamo, el tema medicinal, etcétera”, comentó. Aunque destacó que es una buena noticia que el uso medi
«El Legislativo (...) parece que está
atorado en la parte de uso personal para fines recreativo o lúdico, cuando, insisto, teníamos que haber hecho una reglamentación
más integral»
Imer Flores
Investigador del Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
cinal se esté moviendo por cuerda separada, que eventualmente si esta ley se promulgara así, ya sería algo positivo, por lo que el reto consistiría en mantener una revisión sobre que esa regulación cumpla con los fines para la que fue creada, comentó. Y es que también se establece que es derecho de las personas mayores de 18 años consumir cannabis psicoactivo. El consumo deberá realizarse sin afectar a terceros, especialmente a personas menores de edad. Queda prohibido el consumo de cannabis en lugares denominados como “100 por ciento libres de humo de tabaco”, así como en las escuelas, públicas y privadas, de cualquier nivel educativo. En dichos lugares se fijarán los letreros, logotipos y emblemas que establezca la Conadic (Comisión Nacional contra las Adicciones). El dictamen también menciona que la venta del cannabis psicoactivo y sus derivados para uso lúdico se realizará exclusivamente dentro del territorio nacional, en los establecimientos autorizados por la Comisión en los términos de la presente Ley. Queda prohibido su consumo con fines lúdicos a personas menores de 18 años.
No criminalizar
De cualquier forma, también destacó que eventualmente este proyecto se revisará en el corto plazo, porque se pensaría que uno de los mandatos era reconocer el derecho a su uso, a no criminalizar y no prohibir, pero todavía a la fecha la relación parece que aún se encuentra en una lógica prohibitiva, criminalizadora, estigmatizadora, al tener padrones de consumidores y usuarios, hablar de un uso problemático, cuando lo que se requiere es información para que la gente ejerza su derecho libre y responsable con base en ella, señaló. La nueva ley establece en el papel que cualquier adulto que desee fumar podrá hacerlo, aunque con varias restricciones. Una de las principales diferencias entre lo que aprobó el Senado y lo que avaló la Cámara de Diputados, que también tuvo el visto bueno de la Secretaría de Gobernación, es que ya no se creará un instituto regulador para el cannabis, sino que sus funciones serán asumidas por la Comisión Nacional contra las Adicciones, que depende de la Secretaría de Salud y no tiene experiencia en labores de regulación. En ese sentido, para Imer Flores, basado en el esquema de austeridad republicana que promueve el Gobierno actual, no era congruente la creación de un instituto, por lo que en el contexto de la época actual del decir del presidente López Obrador de no querer más burocracia, resulta una decisión acertada. Sin embargo, se debe revisar el perfil de la gente que ocupa ciertos cargos y que se entienda bien que ellos están ahí para aplicar las leyes, los lineamientos generales que se emiten, y no para que decidan con base en sus preferencias, subrayó el investigador.
Modelo de buena fe
En cuanto a las infracciones y sanciones, se establece que en aquellos casos en los que una persona esté en posesión de más de 28 gramos y hasta 200 gramos de cannabis, sin las autorizaciones a que se refieren esta ley y la Ley General de Salud, será remitido a la autoridad administrativa competente, de conformidad con lo que establezca la Ley de Cultura Cívica en la Ciudad de México o su homóloga en las entidades federativas, sin perjuicio de su denominación. En su caso, la sanción será una multa de entre 60 a 120 veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización. En este sentido, el investigador, reiteró que esto habla de no haber dejado atrás un modelo prohibicionista, ni criminalizador, por lo que debería optarse por un modelo de buena fe, de saber que la gente tiene derecho a consumirla y que puede tener una posesión de esos 28 gramos sin mucha complicación y pueda acumular hasta 400 gramos, que podría ser lo usado en un año.
Regulación integral
“Una regla más abierta, digamos, porque si tú lo dejas en 28 gramos, y sancionamos todo lo que sea el excedente, se sigue prestando para que pueda haber abusos y excesos”, una de las partes en las que quedó corta esta regulación, y en donde se debió hacer algo más integral, mencionó. Según el experto, aún los legisladores no están convencidos, pues pareciera hicieron esta reforma a regañadientes, sin estar completamente convencidos de sus ventajas y atendiendo a como van llegando los intereses.
“Yo creo que sí necesitaríamos hacer una revisión más integral y creo que puede ser una cosa más sencilla, es decir, a partir de lo que nos pidió la corte y visibilizar el terreno, sin poner tantas trabas, entonces no solo estamos beneficiando a unos sectores, sino que simplemente se reconoce el ejercicio de los derechos y ya habrá que ver cómo todo el mundo que le quiera entrar al negocio va a tener que ir a solicitar sus permisos e ir a hacer su tramites y ganar poco a poco aceptación en el mercado”.
Para el investigador, el que la reforma esté aprobada en lo general, refuerza que todavía no han cumplido con la demanda de la Suprema Corte de Justicia, que el debate continuará en los próximos meses y que además se ve empañada la discusión de este tema por ser un año electoral, por lo que será importante que los actores políticos tengan la voluntad de hacerlo, pues hasta ahora, reiteró, no los ve convencidos.