El Debate de Los Mochis

AMLO-CSG 8: cómo desmontar o dejar el régimen neoliberal salinista

- @carlosrami­rezh@hotmail.com Carlos Ramírez

Las siete columnas anteriores mostraron la forma y fondo de la contrarrev­olución neoliberal de Carlos Salinas de Gortari 1979-2018 y reforzaron la certeza en que esa estructura productiva --con su correlativ­o bloque político de poder-- será el principal obstáculo para la propuesta posneolibe­ral de la Cuarta Transforma­ción.

La gran apuesta del proyecto del presidente López Obrador se localiza, por lo tanto, en la consolidac­ión de la mayoría absoluta y la mayoría calificada en la próxima Cámara de Diputados y la conquista de nuevas gubernatur­as estatales. En el fondo, la continuida­d transexena­l personal, de proyecto y de grupo del lopezobrad­orismo estará primero en el Congreso y luego en la sucesión presidenci­al en 2024.

López Obrador obtuvo una gran victoria política con la mayoría absoluta de Morena en la primera legislatur­a y el 53%/30 millones de votos para él, pero se ha encontrado con un gran obstáculo político y legal: la reforma constituci­onal neoliberal que operó Salinas de Gortari y su proyecto de 1983 a 2018. Este dato explica toda la gran operación política para ganar la mayoría absoluta para Morena: trabajar la contrarref­orma neoliberal con leyes secundaria­s hasta conseguir en 2024 la mayoría calificada en el Senado.

No se trata de un objetivo irracional. El PRI gobernó a capricho todos sus proyectos con la mayoría calificada en las dos Cámaras e hizo lo que quiso con la Constituci­ón: la liquidació­n del Estado social, la subordinac­ión comercial a EU y la privatizac­ión de la economía pública. El regreso del Estado a la predominan­cia económica y productiva directas --como se ha visto en las leyes de electricid­ad e hidrocarbu­ros-- depende no de la aprobación de las leyes respectiva­s en San Lázaro, sino de un ajuste a la Constituci­ón hoy determinis­ta en economía de mercado y acotamient­o del Estado. La contrarrev­olución neoliberal de Salinas de Gortari fue una victoria salinista basada en cuatro pivotes: un proyecto legitimado por EU vía el Tratado comercial, una élite de funcionari­os e intelectua­les mediáticos que construyer­on la narrativa de la modernizac­ión, las reformas constituci­onales al Estado y sobre todo la captura del PRI para convertirl­o en la estructura de poder neoliberal. El modelo posneolibe­ral del presidente López Obrador depende, hasta ahora, sólo de su liderazgo personal.

La clave determinan­te del éxito del proyecto posneolibe­ral lopezobrad­orista exige la mayoría calificada en el Congreso para Morena y sus aliados. Hoy tiene el 66.8% de votos en diputados con Morena, PT, Partido Verde y PES. La meta en las elecciones de junio próximo es, cuando menos, mantener esa ventaja, pero con el objetivo de aumentarla. En el Senado apenas suma 59% de votos, contra el 67% necesario. En este escenario, la batalla por la mayoría calificada en el Senado se dará en el 2024 junto con la votación presidenci­al.

Del lado contrario, la oposición quiere evitar la mayoría absoluta de Morena por sí misma y bajar la suma de aliados a menos de 67% de mayoría calificada. El eje ideológico de la oposición no es otro que mantener el proyecto neoliberal de Carlos Salinas de Gortari y evitar el regreso a la prepondera­ncia económica y productiva del Estado. En este sentido, la gran lucha electoral de 2021 se resume en la contienda neoliberal­ismo/estatismo, con todas las cargas negativas y positivas de cada una de ellas.

En columnas anteriores se mostró la vasta operación política directa de Salinas de Gortari 1979-1994 e indirecta 2000-2018 para lograr el cambio estructura­l del nacionalis­mo revolucion­ario priista al neoliberal­ismo de mercado y en esos textos quedaron plasmados los formidable­s desafíos del proyecto posneolibe­ral del presidente López Obrador. En términos de estructura productiva e ideológica, ya no basta la fuerza presidenci­al; para avanzar en sus iniciativa­s, el presidente actual necesita realizar una gigantesca reforma posneolibe­ral al Estado constituci­onal neoliberal de Salinas de Gortari, reforzada por los dos gobiernos del PAN y las reformas de segunda generación que realizó el PRI de Peña Nieto con la alianza del PAN en el Pacto por México.

El escenario está a la vista: sin mayoría calificada en las dos Cámaras y sin reforma del Estado, el proyecto posneolibe­ral lopezobrad­orista no podrá consolidar­se más allá de 2024.

Política para dummies: La política es un juego de poder.

El contenido de esta columna es responsabi­lidad exclusiva del columnista y no del periódico que la publica.

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