De la inteligencia y algo más
Sobre tipos de inteligencia se han escrito libros con base científica muy conocidos en el mundo académico y el mundo en general por su repercusión en el ambiente familiar, escolar, laboral, social, entre otros. Cuando decimos ambiente nos referimos a las características favorables para que ocurran las relaciones e interacciones entre personas ante un propósito común. Entre los autores más destacados en relación con el tema está, por un lado, Howard Gardner con su propuesta de las inteligencias múltiples, por otro lado, está Daniel Goleman, con su propuesta de inteligencia emocional. En la propuesta de uno y otro se pueden apreciar puntos de encuentro, uno de los cuales intento describir de forma breve con base en dos preguntas orientadoras.
¿Alguna vez se ha preguntado si usted es inteligente? Valdría la pena que conozca un poco más sobre el tema para que distinga el uso y aplicación de este término. Estoy segura que usted es inteligente, le explico. Usted es inteligente desde el momento en que puede leer este texto, porque ha desarrollado su capacidad para leer y escribir, para comprender lo que lee, mucho o poco, para saber cómo expresar o decir lo que piensa, mucho o poco, lo relevante no es cuánto sino el hecho de que usted es capaz, es decir, el hecho de usted cuenta con inteligencia lingüística, que puede continuar desarrollando en todo momento, cada vez que lea, diga, escriba algo. Lo cierto es que conforme desarrolla su inteligencia lingüística, puede expresarse más y mejor.
Usted también es inteligente desde el momento en que ubica qué día es hoy, qué mes y año, qué hora es, si está en su casa, en el trabajo, en otro espacio; si está sentado arriba o sobre una silla; si está de pie a la izquierda de una mesa, o a la derecha de su hija o hijo, o detrás del carro, o delante del televisor; si ese adorno se “ve” mejor allí, o acá, o por allá; si el acomodo de los objetos en casa, el trabajo u otros espacios “se ven” mejor así o de otra forma; es decir, usted cuenta con inteligencia espacial para percibir, mediante el sentido de la vista, todo lo que le rodea para transformarlo, para “acomodar” los objetos y las personas en cada espacio personal o compartido.
Usted también es inteligente cuando baila, cuando mueve su cuerpo al compás de un ritmo, de una melodía, cuando intenta coordinar el movimiento de su cuerpo e intenta participar en un baile grupal, cuando practica deporte, yoga, o cualquier tipo de ejercicio para favorecer la salud de su cuerpo, a través del cual expresa sus emociones y sentimientos, incluso sus ideas; decimos que usted cuenta con inteligencia corporal o de cinestesia cuando es capaz de percibir el equilibrio y la posición de las partes de su cuerpo en movimiento. De nuevo, es importante precisar que lo relevante no es si lo hace bien, muy bien o tiene dificultades, importa el hecho de que usted disfrute y practique el movimiento, el equilibrio de su cuerpo, el baile.
También es muy probable que usted sea inteligente en relación con conocerse a sí mismo, con saber quién es, cómo es, cómo actúa, porqué es y actúa así, qué le gusta, qué le disgusta, qué prefiere, qué se le facilita o dificulta hacer, cuáles son sus fortalezas y cuáles sus debilidades; es probable que usted sea consciente de sus rasgos o características, quizá no sea tan consciente de algunos rasgos, quizá algunos incluso trata de ocultarlos; estamos hablando de que usted posee inteligencia intrapersonal (el prefijo
intra quiere decir “dentro de” o “en el interior”). Lo relevante de este tipo de inteligencia es que, en la medida que usted desarrolla su capacidad de conocerse a sí mismo, a sí misma, puede desarrollar de forma conjunta la capacidad de conocer mejor a quienes le rodean.
Otro tipo de inteligencia es la interpersonal (el prefijo inter significa “entre” o “en medio”) y se refiere a su capacidad para establecer relaciones sanas y de bienestar con otras personas, para lograr relaciones sociales que favorezcan a todos quienes participan de ella. Un distintivo de esta capacidad es ser empático con los demás y desarrollar su inteligencia emocional (en la publicación de la semana pasada describo con más amplitud ambos conceptos), de procurar identificar y respetar las emociones y los sentimientos propios y de las personas con quienes convive. Este es el punto de encuentro entre las propuestas de Howard Gardner y Daniel Goleman, lo deseable que cada persona, desde la niñez, aprenda a vivir la empatía, a desarrollar su inteligencia social o interpersonal, a desarrollar su inteligencia emocional, que va de la mano con la inteligencia intrapersonal, porque en conjunto pueden favorecer y potenciar el desarrollo de otras inteligencias, le diré por qué: Conforme usted desarrolla su inteligencia lingüística, se expresa mejor y de una forma más adecuada según sean las personas que le rodean, con respeto hacia usted y hacia otros; no se trata de que usted hable como “siempre” se ha expresado, sino que hable “cada vez más y mejor”, tomando en cuenta cómo necesitan las personas con quienes usted convive que usted les hable.
Conforme usted desarrolla la inteligencia espacial, usted es más consciente de lo que usted y todos necesitan, acomodando “el espacio” para el bienestar común, no solamente según la preferencia de una persona que usa vive o convive en ese ambiente. Conforme usted desarrolla la inteligencia corporal o de cinestesia, lo relevante es que usted disfrute y practique el movimiento, el ejercicio, el equilibrio del cuerpo, el baile, porque establece acuerdos con usted mismo, con usted misma, y con otras personas, y ese disfrute le permite dosis de alegría y bienestar que potencian otras inteligencias. Conforme usted desarrolla las inteligencias intrapersonal e interpersonal, desarrolla su inteligencia emocional, y potencia también otros tipos de inteligencia como lógico-matemática, musical, naturalística (las cuales describiré con ejemplos en la publicación siguiente).
Segunda pregunta orientadora, ¿ha escuchado usted la frase “aprendizaje de habilidades
socioemocionales”? Tanto en el contexto educativo como en otros contextos estas habilidades giran en torno a la capacidad de la persona para SER persona en relación con otros, incluso si retomamos la propuesta sobre los pilares de la educación podemos decir que hacemos referencia al saber ser y saber convivir. De hecho, en los planes y programas de estudio oficiales vigentes en México para la educación obligatoria, desde preescolar hasta bachillerato, incluso diversas universidades han tomado postura al respecto, se establece el perfil de egreso orientado hacia las “habilidades socioemocionales y proyecto de vida”, como un ámbito de desarrollo fundamental.
Es probable que usted, nosotros y todas las personas queremos que nuestros estudiantes desarrollen la inteligencia social o interpersonal, intrapersonal, emocional, y den forma y contenido a su proyecto de vida. ¿Les ayudamos?