¿Una nueva Constitución?
Supongamos sin conceder que, para la gran tragedia de México, Morena retuviera el control de la Cámara de Diputados, aún más: concedamos que dicho partido, el de la involución política, social, cultural y educativa de México, obtuviera la mayoría calificada, es decir, dos terceras partes del número total de votantes y que con ello, sumado al control del Senado, en donde los legisladores de la oposición podrían votar también a favor de las iniciativas legales retardatarias de López Obrador, en razón de las amenazas de la UIF y del SAT, pues ni así, con una abrumadora mayoría en el Congreso de la Unión, estaría garantizada la promulgación de una nueva Constitución de orientación marxista, cuando dicha filosofía ha sido arrojada, de buen tiempo atrás, en los basureros de las doctrinas políticas.
Para reformar la Constitución se requiere el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes en el Congreso de la Unión y que las reformas sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los estados y de la Ciudad de México. De acuerdo a lo anterior, si el Congreso aprobara dichas reformas todavía se necesitarían 16 votos más 1 de los Congresos locales, y aquí es donde empezarían los justificados obstáculos para impedir una regresión política y social de incuantificables e inimaginables daños para la nación.
Para que procedan las reformas, además del voto de la mayoría calificada del Congreso federal, se requiere que 17 Congresos locales voten a favor de la iniciativa, lo cual obliga a que el 66 por ciento de estos últimos voten a favor del suicidio de México. El 6 de junio se renuevan 30 congresos locales, en donde se espera que los integrantes de los hogares enlutados por la pandemia o desesperados por el desempleo, o aterrorizados por la expansión del crimen organizado o enfurecidos porque 13 millones de mexicanos cayeron en los últimos dos años en la pobreza desde que no pudieron pagar hipotecas ni colegiaturas ni asistencia médica, voten en contra de Morena y de sus partidos satélites creados específicamente para confundir al electorado. ¿El actual desastre de México no tendrá ninguna repercusión en las urnas? De acuerdo a la realidad incontestable, ¿cómo podríamos explicar el indeseable éxito de Morena en los próximos comicios?
De ganar las mayorías en los 17 estados de la federación, AMLO llevaría a cabo reformas constitucionales para instalar en México "un nuevo régimen" y cumplir así con su promesa vertida el día de su toma de posesión, en el sentido de fundar el socialismo en el siglo XXI, entre otros objetivos, en donde se respetaría el principio de "Sufragio Efectivo, No Reelección" (por cierto, ya retirado de los oficios y resoluciones públicas), pero, eso sí, se alargaría indefinidamente el gobierno de AMLO, sin necesidad de reelección, al estilo de Vladimir Putin, que estará en el Kremlin hasta 2036, en su carácter de "presidente" de Rusia.
Pocas veces en la historia de México los Congresos locales habían tenido una importancia tan crucial y definitiva en el futuro del país. Por supuesto que es vital arrebatarle a Morena el control de la Cámara de Diputados el próximo 6 de junio, sí en efecto, en ese momento AMLO quedaría maniatado, pero igual de significativo resulta el hecho de que la inmensa mayoría de los nuevos diputados electos de cuando menos en 17 legislaturas locales, se opongan a la promulgación de una nueva Constitución que arruinaría a México en muchos años o generaciones por venir. ¿Cuánto tiempo les llevará a cubanos y venezolanos reparar los daños por la imposición comunista de los Castro y de Chávez? La reconstrucción del tejido social, absolutamente destruido, al igual que las estructuras económicas, será una tarea faraónica, generacional, que llevará varias décadas para restaurar el bienestar, la paz y la confianza en dichos países. No deseo para mi país una Venezuela antes poderosa y ahora más pobre que Haití.
Hago votos por que los mexicanos no votemos por Morena ni por el PES ni por el PT ni por el Partido Verde, por llamarlo de alguna manera. De los Congresos locales depende el futuro de México.