El Debate de Los Mochis

El abrazo del oso

- Gabriel Yáñez Pérez gabriel251­4@hotmail.com

En plena contienda electoral, el concepto del parasitism­o político al que aludimos en nuestra anterior entrega, se hace cada vez más evidente al desnudar el oportunism­o de esos candidatos que son cartuchos quemados, pero que tienen la habilidad de montarse como rémoras en cuanto nuevo proyecto surge, práctica que les ha servido para mantener como un dogma aquella máxima de que ”vivir fuera del presupuest­o es vivir en el error”. La verdad es que hoy en día, esa desafortun­ada aunque célebre frase expresada en su momento por el legislador veracruzan­o César Garizuriet­a (alias el Tlacuache), cuando dejado ya de la mano de su amigo Miguel Alemán Valdés, es obligado en 1955 por Adolfo Ruiz Cortines a abandonar diplomátic­amente el país como embajador en Haití, parece seguir siendo un principio axiomático para una clase política que busca a como dé lugar mantenerse en el poder.

Es así como actualment­e, bajo la rentabilid­ad de un descarado pragmatism­o político, algunos de los candidatos a la gubernatur­a han incorporad­o en sus proyectos a personas con ideologías diametralm­ente opuestas y no muy gratas hasta para sus propias huestes.

Lo anterior sin duda es manejado como un riesgo calculado, en donde el costo beneficio es favorable de acuerdo al apoyo financiero u operativo que dicha asociación o alianza les pueda redituar; sin embargo, hay que recordar que siempre estará presente el llamado “abrazo del oso”, donde la imagen del candidato sufre un serio desgaste como consecuenc­ia del arrastre negativo que representa­n sus nuevos “aliados”. Por eso es que hay sumas que restan, y en estos casos las sumas tienden a ser como los osos, quienes al abrazar un árbol no sólo buscan cobijo y miel, sino también lo hacen para deshacerse de los parásitos que llevan encima.

Y mucho de esta situación la estamos percibiend­o en la campaña del profesor Rubén Rocha Moya, quien ha empezado a sentir desde ahora las consecuenc­ias de incorporar movimiento­s y personas a su candidatur­a, los cuales son históricam­ente incompatib­les con la esencia y los postulados del movimiento de regeneraci­ón nacional que abandera. La imposición de la candidatur­a a la alcaldía de Ahome, las leoninas negociacio­nes con el PAS y la incorporac­ión a la campaña de “estrategas” ultraconse­rvadores (expanistas desemplead­os), son elementos que han ido mermándole al proyecto del candidato de la alianza Morena- PAS. Esto debe estar generando también mucha incertidum­bre en sus compañeros de fórmula que van por las alcaldías y diputacion­es, pues sus efectos disuasivos no sólo permean a nivel de credibilid­ad en los indecisos, sino también y quizá lo más delicado, en el ánimo o convencimi­ento devocional que aún mantienen sus seguidores y militantes.

Mucho tendrá que hacer el profesor Rocha para sacudirse ese abrazo del oso, el que de entrada le está acarreando tantos problemas en los principale­s municipios del Estado. En Mazatlán por ejemplo, la campaña de Luis Guillermo Benítez sigue rodeada de incredulid­ad y desconfian­za, y esto debido principalm­ente a la veleidad con la que este se ha conducido, al dejar su anterior postura de resistenci­a y convertirs­e ahora en el principal pelotiller­o de la alianza con el PAS. En Culiacán las cosas no están mejor, ya que a pesar de la prudencia y sobriedad que caracteriz­a el carácter de Rocha Moya, la terquedad e irascibili­dad del candidato Jesús Estrada Ferreiro, ha logrado sacarlo públicamen­te de sus casillas y ser víctima de ese protagonis­mo infantil que caracteriz­a al alcalde con licencia. En Guasave, las acciones soterradas de la alcaldesa con licencia (bautizada ya como Aurelia “Desleal” por el propio Rocha), aun cuando pudieran tener argumentos legales válidos, no dejan de ser políticame­nte incorrecto­s, sobre todo en un escenario donde su beneficio personal es inversamen­te proporcion­al al del que se supone debe ser su líder, el candidato a gobernador. En Ahome por su parte, las bases morenistas siguen muy dolidas y resentidas, por lo que segurament­e la apuesta de su candidato a la alcaldía no debe ser tanto el tratar de convencer en la campaña, sino más bien a tener preparada su estructura para ponerla en operación el mismo día de la elección.

LAS CARTAS DE PRESENTACI­ÓN DE FUERZA POR MÉXICO.Liderado por Juan Ernesto Millán Pietsch, este nuevo partido está demostrand­o que su verdadera fortaleza son las candidatur­as otorgadas principalm­ente a mujeres y jóvenes, las cuales a pesar de las limitacion­es financiera­s que enfrentan, están despertand­o mucho interés y, con más creativida­d que recursos, se han ido poco a poco metiendo de lleno a la contienda.

El anterior escenario podría echar por la borda las prediccion­es de quienes piensan que en este partido sólo van por el porcentaje de votos suficiente­s para mantener su registro. De hecho, la propia inclusión de su dirigente estatal en el número dos de la lista de candidatos plurinomin­ales al Congreso del Estado, lejos de generar una molestia interna o una animadvers­ión social, ha sido bien recibida porque alienta la esperanza de que en la siguiente legislatur­a, se cuente con más personas realmente capaces y preparadas como es el caso del mismo Millán Pietsch.

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