El abrazo del oso
En plena contienda electoral, el concepto del parasitismo político al que aludimos en nuestra anterior entrega, se hace cada vez más evidente al desnudar el oportunismo de esos candidatos que son cartuchos quemados, pero que tienen la habilidad de montarse como rémoras en cuanto nuevo proyecto surge, práctica que les ha servido para mantener como un dogma aquella máxima de que ”vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”. La verdad es que hoy en día, esa desafortunada aunque célebre frase expresada en su momento por el legislador veracruzano César Garizurieta (alias el Tlacuache), cuando dejado ya de la mano de su amigo Miguel Alemán Valdés, es obligado en 1955 por Adolfo Ruiz Cortines a abandonar diplomáticamente el país como embajador en Haití, parece seguir siendo un principio axiomático para una clase política que busca a como dé lugar mantenerse en el poder.
Es así como actualmente, bajo la rentabilidad de un descarado pragmatismo político, algunos de los candidatos a la gubernatura han incorporado en sus proyectos a personas con ideologías diametralmente opuestas y no muy gratas hasta para sus propias huestes.
Lo anterior sin duda es manejado como un riesgo calculado, en donde el costo beneficio es favorable de acuerdo al apoyo financiero u operativo que dicha asociación o alianza les pueda redituar; sin embargo, hay que recordar que siempre estará presente el llamado “abrazo del oso”, donde la imagen del candidato sufre un serio desgaste como consecuencia del arrastre negativo que representan sus nuevos “aliados”. Por eso es que hay sumas que restan, y en estos casos las sumas tienden a ser como los osos, quienes al abrazar un árbol no sólo buscan cobijo y miel, sino también lo hacen para deshacerse de los parásitos que llevan encima.
Y mucho de esta situación la estamos percibiendo en la campaña del profesor Rubén Rocha Moya, quien ha empezado a sentir desde ahora las consecuencias de incorporar movimientos y personas a su candidatura, los cuales son históricamente incompatibles con la esencia y los postulados del movimiento de regeneración nacional que abandera. La imposición de la candidatura a la alcaldía de Ahome, las leoninas negociaciones con el PAS y la incorporación a la campaña de “estrategas” ultraconservadores (expanistas desempleados), son elementos que han ido mermándole al proyecto del candidato de la alianza Morena- PAS. Esto debe estar generando también mucha incertidumbre en sus compañeros de fórmula que van por las alcaldías y diputaciones, pues sus efectos disuasivos no sólo permean a nivel de credibilidad en los indecisos, sino también y quizá lo más delicado, en el ánimo o convencimiento devocional que aún mantienen sus seguidores y militantes.
Mucho tendrá que hacer el profesor Rocha para sacudirse ese abrazo del oso, el que de entrada le está acarreando tantos problemas en los principales municipios del Estado. En Mazatlán por ejemplo, la campaña de Luis Guillermo Benítez sigue rodeada de incredulidad y desconfianza, y esto debido principalmente a la veleidad con la que este se ha conducido, al dejar su anterior postura de resistencia y convertirse ahora en el principal pelotillero de la alianza con el PAS. En Culiacán las cosas no están mejor, ya que a pesar de la prudencia y sobriedad que caracteriza el carácter de Rocha Moya, la terquedad e irascibilidad del candidato Jesús Estrada Ferreiro, ha logrado sacarlo públicamente de sus casillas y ser víctima de ese protagonismo infantil que caracteriza al alcalde con licencia. En Guasave, las acciones soterradas de la alcaldesa con licencia (bautizada ya como Aurelia “Desleal” por el propio Rocha), aun cuando pudieran tener argumentos legales válidos, no dejan de ser políticamente incorrectos, sobre todo en un escenario donde su beneficio personal es inversamente proporcional al del que se supone debe ser su líder, el candidato a gobernador. En Ahome por su parte, las bases morenistas siguen muy dolidas y resentidas, por lo que seguramente la apuesta de su candidato a la alcaldía no debe ser tanto el tratar de convencer en la campaña, sino más bien a tener preparada su estructura para ponerla en operación el mismo día de la elección.
LAS CARTAS DE PRESENTACIÓN DE FUERZA POR MÉXICO.Liderado por Juan Ernesto Millán Pietsch, este nuevo partido está demostrando que su verdadera fortaleza son las candidaturas otorgadas principalmente a mujeres y jóvenes, las cuales a pesar de las limitaciones financieras que enfrentan, están despertando mucho interés y, con más creatividad que recursos, se han ido poco a poco metiendo de lleno a la contienda.
El anterior escenario podría echar por la borda las predicciones de quienes piensan que en este partido sólo van por el porcentaje de votos suficientes para mantener su registro. De hecho, la propia inclusión de su dirigente estatal en el número dos de la lista de candidatos plurinominales al Congreso del Estado, lejos de generar una molestia interna o una animadversión social, ha sido bien recibida porque alienta la esperanza de que en la siguiente legislatura, se cuente con más personas realmente capaces y preparadas como es el caso del mismo Millán Pietsch.