Marcan al conversatorio ofensivas y defensivas Rocha-Zamora
Lo dicho: el edificio sede de EL DEBATE en Culiacán fue el epicentro político-electoral del estado la mañana y mediodía de ayer: antes, durante y después del Conversatorio de Ideas y Propuestas 2021 entre quienes abanderan las cuatro principales candidaturas al Gobierno del Estado.
Rosa Elena Millán Bueno, de Fuerza por México; Rubén Rocha Moya, de Morena-PAS; Sergio Torres Félix, de Movimiento Ciudadano, y Mario Zamora Gastélum, de PRI-PAN-PRD, tuvieron oportunidad de exponer con amplitud sus respectivas plataformas ante los sinaloenses, en este ejercicio transmitido en vivo a través de nuestras plataformas digitales.
La y los candidatos tuvieron, también, tiempo para réplicas y contrarréplicas, así como para responder a preguntas del público y del equipo editorial anfitrión. El contraste de ideas y propuestas se hizo presente con espacio y libertad suficientes.
Los tiempos fueron iguales para cada uno, con medición milimétrica en cada intervención y tres temas torales: seguridad, finanzas y obra pública y salud pública.
La marca sobresaliente del evento fueron las “ofensivas y defensivas” (como dijo el senador Heriberto Galindo en sus redes) entre Mario Zamora y Rubén Rocha, con señalamientos mutuos de tráfico de influencias. Sergio Torres fue implacable con ambos y con los partidos que representan (aunque no contra los militantes, a quienes llamó a sumársele) y Rosa Elena Millán se mantuvo ajena a confrontaciones, para centrarse, exclusivamente, en sus planteamientos.
El conversatorio se llevó a cabo bajo las más estrictas normas sanitarias dentro de nuestras instalaciones. Lo que ocurrió afuera, en el espacio público que son las calles adyacentes al edificio, ya es responsabilidad de la autoridad municipal y, desde luego, de los partidos políticos.
Honestamente, en lo personal no esperábamos la verdadera fiesta (con banda musical y todo), que simpatizantes de los diferentes candidatos, sobre todo de Rocha y Zamora, armaron a las afuera de esta casa editorial. Lo bueno es que estamos en semáforo verde y que muchos se veían ya en edad de estar vacunados (como dice AMLO, con todo respeto) y, también, que cada grupo hizo su propio festejo para recibir y despedir a su abanderado, sin choques de ningún tipo. Sin sana distancia también, pero, en fin.
El conversatorio fue un éxito. El primer acierto: que se limitara a las cuatro candidaturas con posibilidades reales de obtener altos índices de votación. El segundo, el formato del encuentro, así como la impecable conducción de Lucía Mimiaga y Francisco Castro. Y el tercero, fundamental: la participación con holgura de la y los participantes. Cada uno en su estilo aprovechó el espacio para explayarse en sus propuestas para gobernar el estado y también para debatir con el contrincante.
La entrega y energía para aprovechar el tiempo de las participaciones dominó la hora y media de este ejercicio, cuyo nivel de interés no decayó ni por un segundo. Apenas al salir, en un mensaje a quienes lo esperaban entre vítores, Rubén Rocha se autoproclamó ganador del encuentro. Lo mismo hizo en diversos medios
Mario Zamora, al igual que su vocera, Sandra Lara, quien consideró que el electorado pudo convencerse de “quién es el candidato de las propuestas y con visión de futuro”.
El interés generado por esta convocatoria de EL DEBATE se mostró en los elevados números de viewers en YouTube, Facebook y Twitter, así como en la cantidad de reproducciones del video, donde lo que se escucha al final no proviene de ningún participante, sino de la voz inconfundible y ya entrañable para muchos sinaloenses de Wendy Ibarra de Zamora: “¡Arriba Mario!”.