BUSCAN SUPERINMUNIDAD CONTRA LA COVID-19
Haber padecido covid-19 y luego vacunarse genera una respuesta inmune híbrida más fuerte a esta infección que si solo se inmunizó sin antes haber enfermado. Los científicos tratan de descifrar por qué es posible generar superanticuerpos
Cuando el coronavirus muta, puede generar variantes que escapan a la capacidad inmunitaria de los seres humanos, pero no en todos, ya que algunos son capaces de producir superanticuerpos. Ewen Callaway, de la revista Nature, describe el trabajo de científicos que al estudiar una proteína mutante del coronavirus (en teoría capaz de evadir la respuesta de los anticuerpos humanos exitosamente) que es atrapada por las defensas de individuos que se vacunan luego de haber padecido la infección (ver en la liga: https://go.nature.com/3ja9qIy). Todo indica que estas personas generan anticuerpos capaces de combatir a la proteína de coronavirus que es clave para evadir la inmunidad de su huésped, el humano, gracias a que sus linfocitos también mutan y se adaptan a su enemigo para destruirlo.
El comienzo de un misterio
Callaway menciona que desde el 2020, los virólogos Theodora Hatziioannou y Paul Bieniasz, de la Universidad Rockefeller en la Ciudad de Nueva York, se dieron a la tarea de fabricar una proteína clave del SARS-CoV2 con la capacidad de esquivar a los anticuerpos humanos capaces de inactivarla. Para lograr dar con una proteína con estas características, los científicos mapearon y emparejaron mutaciones potencialmente preocupantes encontradas en los coronavirus circulantes durante la pandemia y las mutantes realizadas hipotéticamente mediante experimentos. De esta mezcla de mutaciones potencialmente peligrosas para el humano por evadir la inmunidad, surgió una proteína espicular “Frankenstein” o franken, que fue probada en un virus pseudotipo incapaz de infectar y causar la covid-19. Este pico mutante del virus contenía 20 cambios que lo hacían completamente resistente a los anticuerpos neutralizantes contra SARSCoV-2 producidos por la mayoría de las personas examinadas que habían sido infectadas o vacunadas, pero no era resistente a algunos.
Los superanticuerpos
Las personas que se habían recuperado de covid-19 meses antes de recibir sus vacunas albergaban anticuerpos capaces de desangrar al pico mutante, que muestra en los experimentos mucha más resistencia al ataque inmunológico que cualquier variante natural conocida. En su artículo, Ewen explica que los anticuerpos producidos por las personas vacunadas después de haber padecido covid-19 eran capaces de bloquear diversos tipos de coronavirus. “Es muy probable que (sus anticuerpos) sean efectivos contra cualquier variante futura que el SARSCoV-2 les arroje”, dice Hatziioannou, interesado en dilucidar las bases de la superinmunidad de estos individuos, pues develar este misterio es clave para lograr generar vacunas más exitosas contra la covid-19.
Los investigadores esperan que, al mapear las diferencias entre la inmunidad que proviene de la infección y la de la vacunación, puedan trazar un camino más seguro hacia este nivel más alto de protección, a esto le llaman “inmunidad híbrida”.
Los estudios iniciales de personas con inmunidad híbrida encontraron que su suero (porción de sangre que contiene anticuerpos) era mucho más capaz de neutralizar cepas inmunoevasoras, como la variante beta, identificada en Sudáfrica, y otros coronavirus, en comparación con las personas vacunadas que nunca se habían enfrentado al SARS-CoV-2. Ewen asegura que, de acuerdo con los estudios más recientes, la inmunidad híbrida se debe, en una parte, a los linfocitos B de memoria.
Las células protagonistas
Una vez que las personas solamente han padecido la infección o se han vacunado, las células de vida corta llamadas plasmablastos producen anticuerpos, pero los niveles de estos anticuerpos disminuyen cuando los plasmablastos inevitablemente mueren, así, las células B se convertirán en la principal fuente de anticuerpos, ya que tienen una vida más larga y su memoria inmunológica puede producirse al padecer la infección o haber sido vacunados. Algunas de estas células de larga vida producen anticuerpos de mayor calidad que los plasmablastos, dice Michel Nussenzweig, inmunólogo del Rockefeller. Eso se debe a que evolucionan en órganos llamados ganglios linfáticos, ahí obtienen mutaciones selectivas que les ayudan a unirse de forma más estrecha a la proteína de pico con el tiempo. “Cuando las personas que se recuperaron del covid-19 se vuelven a exponer al pico del SARS-CoV-2, estas células se multiplican y producen más de estos anticuerpos altamente potentes”. Parte del misterio parece develado, sin embargo, aún hay claves que parecen escaparse al ojo de la ciencia. Además, falta imitar eficazmente este efecto de superinmunidad híbrida con las vacunas disponibles, señalaron los investigadores.
Las personas que han recibido la vacunación completa sin haber padecido covid-19 parecen empezar a producir superanticuerpos, pero no lo hacen de manera tan
eficaz como los que ya han padecido la infección (Callaway,
2021).