Perdemos los jóvenes
Los jóvenes somos un sector de suma importancia: a nivel nacional representamos cerca del 28 % del padrón electoral (INE, 2021) –tomando en cuenta electores entre los 18 y 29 años. Sin embargo, es de sorprender que durante las elecciones del 2018 –últimos datos estadísticos disponibles– la participación de este grupo electoral se ubicó por debajo de la media nacional que fue de 63.4 % (INE, 2019). Somos el presente y el futuro de este país, pero por distintos factores pareciese que somos distantes e indiferentes ante la vida pública del país, vemos a la política como algo ajeno a nosotros, como un tema difícil de entender y como una actividad deleznable cuyas acciones no tienen un efecto sobre nosotros. Desde mi punto de vista, somos herederos de una generación que nos ha transferido algunos de sus traumas; desde pequeños hemos escuchado casos de corrupción, escándalos electorales, etc. Además, lamentablemente hemos podido corroborar lo que nuestros padres y abuelos han criticado en la sobremesa.
Los motivos de la apatía de muchos de mis compañeros tienen un porqué; a pesar de ello, claro que las decisiones tomadas desde el poder tienen efectos y consecuencias en todos nosotros. Un ejemplo de ello es la iniciativa presentada como parte del Paquete Económico 2022, donde se propone hacer obligatorio la incorporación al Registro Federal de Contribuyentes (RFC), estipulando una multa (mayor a $11,000) en caso de no hacerlo, de toda persona mayor de 18 años.
Los tiempos actuales requieren de la firma electrónica (FIEL) para la firma de distintos contratos electrónicos, constitución de empresas, registros ante el IMPI, etc. Este es uno de los argumentos que se exponen para intentar justificar este agravio a los derechos de los jóvenes. Si bien la FIEL será cada vez más necesaria, el incluir en el RFC a jóvenes que no son contribuyentes, es incongruente con el mismo nombre del registro; el RFC no es un registro de carácter estadístico, el ejecutivo y el legislativo muy bien lo deben saber. Algunos diputados argumentaron que esta iniciativa busca incentivar el emprendimiento al, según ellos, simplificar los trámites. ¿Con qué cara dicen impulsar al emprendedor?, ¿Dónde está el INADEM, el crédito joven? Mi crítica en este sentido irá acompañada de una propuesta: en lugar de generalizar y hacer obligatoria la incorporación al RFC, se deberían de simplificar los trámites y procesos burocráticos para que, en el momento de comenzar a tributar, este proceso no sea uno intimidante, tortuoso y largo para cada uno de nosotros.
Espero que sea en el pleno de la Cámara de
Diputados donde se arregle este tema tan delicado, ya que en el dictamen de la Miscelánea Fiscal por parte de la Comisión de Hacienda esta fue aprobada en lo general como en lo particular sin ninguna modificación, por lo que dependemos de las reservas que se presenten en la sesión que se lleva a cabo al momento de la redacción de esta columna. Es mi tarea evidenciar los votos de la dip. Ayala Leyva y el dip. Chapman Moreno – sinaloenses integrantes de la Comisión de Hacienda – a favor del dictamen hecho por su comisión, sin lugar a dudas nos deben una explicación a las y los jóvenes sinaloenses.