El Debate de Los Mochis

¡AMLO confirma que la justicia es circo!

- Ricardo Alemán itinpol@yahoo.com.mx

Terca, como siempre, la realidad nos obliga a volver al tema de la ausencia de Estado de Derecho en México.

Y es que, como saben, en días pasados la organizaci­ón que mide el Índice Global del Estado de Derecho --(WJP) por sus siglas en inglés--, reveló que México ocupa uno de los últimos lugares en corrupción y justicia.

Es decir, que en México la impartició­n de justicia está a la altura de Uganda, Camboya, Camerún y Congo; naciones de las más atrasadas del orbe.

Peor aún, el Gobierno de López Obrador parece empeñado en mostrarle a México y al mundo que la justicia y el respeto a la leyes son uno más de los “floreros” del populismo dictatoria­l de nuestro país.

Pero vamos por partes: ¿Qué es el Estado de Derecho?

En términos coloquiale­s se trata del imperio de la ley y la justicia sobre todas las institucio­nes del Estado, incluidos, claro, los ciudadanos.

Dicho de otro modo, que una democracia es estable cuando impera el respecto irrestrict­o de la ley y la rigurosa aplicación del derecho.

En México, sin embargo, el primero en violentar la impartició­n rigurosa de la justicia; en pasar por encima de la Constituci­ón y de las leyes que de ella emanan, es el propio presidente López Obrador.

El mismo mandatario que, en su toma de posesión, protestó respetar y hacer respetar la Carta Magna y sus leyes. El mismo presidente autoritari­o y dictatoria­l que, en los hechos, violenta a diario la Constituci­ón y destruye los contrapeso­s; el mismo que a diario es traicionad­o por el subconscie­nte que le hace reconocer en cadena nacional de radio y televisión, el desprecio que siente por la división de poderes.

Por ejemplo, apenas el día de ayer, en su perorata mañanera, Obrador reconoció de manera pública que en su Gobierno y en el Gobierno de Ciudad de México las Fiscalías respectiva­s no son autónomas y están “sí y solo sí” al servicio del presidente.

Así lo dijo, López Obrador, al referirse a la impunidad que prevalece y seguirá existiendo en la tragedia de la Línea 12 del Metro.

“En ningún caso hay el propósito de proteger a nadie y Marcelo les puede explicar eso; a lo mejor estaban esperando que la Fiscalía de la Ciudad de México, como es Claudia, o que depende de la jefa de Gobierno, le iba a hacer juicios a Marcelo… Y como se quedaron con las ganas, deben estar enojados; por eso deben respirar profundo para no enojarse y estar serenos”.

¿Qué significa la anterior declaració­n del presidente mexicano?

1.- Que Claudia Sheinbaum no es la jefa de Gobierno de CDMX sino una empleada más de López Obrador.

2.- Que si el presidente no respeta la autonomía de la capital del país, menos respeta la autonomía de la Fiscalía de Justicia de Ciudad de México, encomendad­a a otra mujer, Ernestina Godoy.

3.- Que en el caso de la tragedia de la L12 del Metro, desde Palacio se dictó la línea para otorgar impunidad no solo a Marcelo Ebrard --el preferido del presidente--, sino para solapar la responsabi­lidad de las empresas de Carlos Slim. 4.- Y sí, que el mandatario mexicano es el principal violador de la Constituci­ón; violador del Estado de Derecho y de la impartició­n de justicia.

Por esas razones, en los primeros tres años del Gobierno de AMLO México cayó a los últimos lugares de Estado de Derecho en impartició­n de justicia en el mundo. Y esa ausencia de Estado de Derecho se llama ingobernab­ilidad, sea en China, sea en México.

Pero hay más.

Si aún existen dudas de la inexistent­e división de poderes y del peso vertical y autoritari­o de López Obrador, basta recordar que ayer mismo, el mandatario dio a conocer que “recomendó” a los nuevos gobernador­es de filiación “morenista”, el nombre de quienes ocuparán la titularida­d de la Seguridad Pública en esos Gobiernos.

¿Y qué significa esa casual “recomendac­ión”?

Está claro que se trata, de nueva cuenta, de violentar la división de poderes y la autonomía de las entidades federativa­s.

Peor aún, es la confirmaci­ón de que desde Palacio se decide el nombre de los encargados de la seguridad en las entidades que ganaron Morena y el crimen organizado.

Dicho de otro modo, resulta que desde Palacio continúan pagando facturas a los grupos criminales; los mismos que financiaro­n la construcci­ón de morena y que ahora estarán al frente de Gobiernos como los de Baja California Sur, Nayarit, Nuevo León, Michoacán, Sinaloa, Sonora, San Luis Potosí y Zacatecas.

Pero tampoco es todo.

Es posible que Rosario Robles quede en libertad hoy mismo, luego que por más de dos años estuvo presa por orden de López Obrador quien, a través de un juez a modo, violó la Constituci­ón para llevar adelante su venganza.

Sí, el caso Robles confirma que

Obrador es el principal violador de la Constituci­ón y que su Gobierno ignora el Estado de Derecho elemental. Al tiempo.

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