Kevin: Amo ver cuando los niños tienen oportunidad de expresarse
Al joven, originario de Los Ángeles, California, no hay nada que lo haga más feliz que ver a los niños sonreír después de aceptar subir a una silla de ruedas
Con mucho esmero y un gran entusiasmo, Kevin Phillips adecua y monta una silla de ruedas para Adán, un niño con distrofia muscular.
El joven de 28 años de edad y originario de Los Ángeles, California, es voluntario de los Médicos Voladores que llegan a San Blas, El Fuerte, para brindar sus servicios de manera gratuita a la población.
Es la segunda ocasión que viene a esta clínica y ha quedado encantado, así como todos los especialistas de la salud que han llegado y no pueden dejar de hacerlo porque ese gran corazón altruista que tienen los hace regresar una y otra vez.
Satisfacción
Kevin Phillips es técnico especialista en sillas de ruedas, y no hay nada que lo haga más feliz que ver a los niños sonreír después de aceptar subir a la silla.
“Lo que amo es ver cuándo los niños tienen la oportunidad de expresarse. Los padres nos los pueden cargar a todos los lugares, y con las sillas de ruedas me da mucha felicidad ver cuando ellos pueden hacer las cosas por ellos mismos. Travesuras si quieren, hacer todo lo que los niños hacen.”
El joven altruista tiene grandes habilidades para tratar con los niños, lo que hace posible que el resultado de su trabajo sea exitoso. “Tienes que pensar cómo motivar a los niños, y si puedes hacer eso, puedes obtener muchos resultados, si sabes cómo motivarlos, cómo entenderlos.” Su trabajo viene también de su padre, quien se dedica a los mismo.
“Conozco las sillas de ruedas por mi papá, que hace el mismo tipo de trabajo. Él ayuda a combinar sillas de rueda que funcionen bien con alguien que necesita este tipo de silla.” En California lo llaman de varios hospitales para trabajar y le pagan por cada silla que arma.
Llegada a San Blas
Llegó a San Blas con los Médicos Voladores porque su compañera con la que trabaja en Los Ángeles conoce a Heidi Heflin, quien ya tiene tiempo viniendo a la clínica de San Blas y quería ayuda de alguien que supiera todo sobre las sillas de ruedas.
Kevin habla un poco español porque su madre, Martha Lilia, es originaria de Tijuana, y ella estaba segura que sus hijos hablarían también el español.
“Yo creo que voy a venir tres veces por año, porque en las sillas de ruedas no se necesita verlos cada semana, cada mes, puede pasar un poco de tiempo. Sería en mayo o junio.”
El niño Adán, al principio se resistía subir a la silla de ruedas; sin embargo, con el cariño de Kevin y los juegos que le hizo, aceptó utilizarla.
“Tienes que motivarlos a querer estar en la silla, como con Adán, él no quería, pero le hicimos juegos. A veces es difícil hacerlos sentir cómodos en las sillas de ruedas y no sentirse visibilizados”, señala el joven estadounidense.
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VECES son las que Kevin Phillips ha venido con los Médicos Voladores.