Vitaminas políticas D y E
Hay dos vitaminas necesarias a la vida política de un país, la “D” de democracia y la “E” de elecciones libres. Esos dos nutrientes esenciales tienen funciones reguladoras en el organismo que llamamos México. Cada uno de nosotros es una célula, casi 130 millones de células. El presente decide el futuro, me pregunto si seremos capaces de nutrir a México. Hay una necedad en destruir al INE, no es sentido común, no es mejora de la institución, es destrucción y locura. Tiempo de oscuridad, convocatoria al caos, la mentira como rumbo hacia el desastre. Uno quisiera fundar la esperanza sobre las huellas del gobierno, no ahora, no en este, definitivamente no.
En la semana corrió la tinta en los análisis financieros, Pemex es un tremendo nudo gordiano para la administración pública. Hacienda se hará cargo de financiar la deuda, de aportar lo necesario, desde antes la principal empresa del Estado se presenta como un problema a resolver, ahora más que nunca, la empresa símbolo de la defensa de la soberanía ha caído en desgracia. Simplemente ha ocurrido que no tenemos la condición para manejar las paraestatales como empresas eficientes. Cultura diré, mal gobierno también. Pemex en su realidad como fracaso es la suma de muchas malas decisiones en tiempo pasado y en tiempo presente agravado.
Es tan corto el tiempo de una generación que no alcanza a dimensionar la realidad menos a resolverla, el entreveramiento de las generaciones asegura, en el espacio público, que pueda planearse a mediano y largo plazo asegurando el resultado. Eso hace falta, ampliar la visión, prospectar para dar solución a los grandes problemas nacionales: salud, educación, producción, seguridad.
De qué le sirve al Estado tener empresas si no son competitivas, si no resuelven, si sangran el erario. La función de Estado es ordenar a la sociedad, ejercer en un marco de derecho para que todas y todos sintamos que vivimos con justicia y democracia en libertad. Que los empresarios actúen bajo reglas claras, que quienes producen accedan a financiamiento y a regulaciones que les permitan mantener rentable la actividad. El Estado debe asegurar que las instituciones de salud funcionen y que las instituciones de educación sean vigentes en sus formas y en la interpretación de la realidad. El Estado debe ser el primer interesado en preservar los valores democráticos, la igualdad, la justicia, la libertad.
Todos y todas tenemos tarea por hacer, hay luchas que debemos librar y no ser indolentes, le pregunto ¿tiene usted calidad de ciudadanía? Si la respuesta es sí, permítame decirle que usted tiene responsabilidad. Que no puede hacerse la o el disimulado. Deténgase por favor. No es pedir mucho que revise su propia historia de educación desde la primaria, desde los trabajos, desde la familia. Encontrará razón de ser y sentirá que no debe quedarse a la vera del camino, que es una célula que necesita vitamina “D” y “E”, vivir la democracia y elegir con libertad. Porque el futuro merece la oportunidad de generaciones libres y fuertes que no cometan nuestros errores. No se crea el cuento de que la política es mala y los políticos peor, usted debe serlo, todos debemos serlo y no claudicar.
P. D.- Ella era una mujer de libre pensamiento, que luchaba siempre por lo justo y verdadero, que se resistió a la inercia de la cultura que nos pone en desventaja a las mujeres. Mi AMIGA con mayúsculas partió la semana pasada el 28 de enero, por eso no pude escribir, porque cuando un ser bueno se nos va uno tarda en comprender ... Yolanda del Carmen Ruiz Serrano ya trascendiste y, sin embargo, estás. Mi solidaridad y cariño a su familia y amigos.
“Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin brazos”
Octavio Paz