Un hombre con pasión por los parques y el beisbol
Desde niño amaba jugar en los parques, sobre todo cuando se trataba de beisbol, un deporte que podría practicar hasta los últimos días de su vida.
“Es muy difícil despegarme del beisbol porque es algo con lo que yo crecí”, declara Édgar Huerta, beisbolista retirado profesionalmente que ahora se encarga de darle vida al parque más grande de todo Sinaloa, Las Riberas, algo que lo emociona porque sigue en contacto con la naturaleza y le da nuevos retos cada día.
Le agradezco a Dios el haber tenido estas habilidades porque me llevó a tener una bonita carrera"
ÉDGAR HUERTA
Infancia
Sus primeros pasos en el beisbol fue gracias a su padre, una figura muy importante en su vida, quien había llegado a ser beisbolita semiprofesional y le trasmitió toda la pasión por ese deporte.
Todo empezó cuando junto con sus hermanos fue inscrito en la Liga de Ahome en Los Mochis, Ahome, Sinaloa, a la corta edad de 6 años. Después emigró a la capital del estado, Culiacán. Ahí formó parte de un equipo llamado Culiacán AC, que se encontraba a espaldas del parque Constitución, de lo que ahora es el parque Las Riberas.
Grandes Ligas
“Gracias a Dios fui dotado con un brazo que me dio muchas satisfacciones, a como son victorias y derrotas”, exclama el deportista. A sus 16 años fue seleccionado para representar a su tierra natal y a México en un mundial panamericano.
Cuando participó en su segundo mundial panamericano estaba firmado con los Tigres de México.
La sede del evento fue en San Luis Missouri y para su fortuna, un cazatalentos observó su gran potencial y lo invitó a ser integrante de los Bravos de Atlanta.
Fue una decisión difícil para él porque como deportista uno de sus sueños era llegar con los más grandes, pero le disgustaba la idea de separarse de su familia.
“El irme solo y estar solo me hizo más fuerte mentalmente porque era muy apegado a mis papás”, recalca Édgar Huerta, quien detalló que si no hubiera sido por su buena educación de casa es muy probable que se hubiera perdido en las tentaciones. “Siempre con el apoyo de mis padres, ellos nunca me dejaron de la mano”.
Así emprendió su carrera profesional. De los Bravos se mudó a los Rockies de Colorado, también estuvo con los Padres de San Diego. Fue difícil adaptarse al principio porque él no hablaba nada de inglés y era un ambiente muy competitivo tanto en la cancha como en bastidores. Se sobrepuso eso y terminó haciendo grandes amistades con personas de diferentes naciones.
De ahí se regresó a México a jugar por 13 años en la Liga Mexicana del Pacífico. Estuvo cuatro años con Tomateros, otros cuatro con Cañeros y cinco con Naranjeros.
PITCHER
Actualidad
Después de viajar por todo el mundo, conocer el 100 por ciento de México, el 95 por ciento de Estados Unidos y pisar el territorio de países como Taiwán, Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana, entre otros, Édgar Huerta decide continuar con sus estudios y obtuvo su título en Educación Deportiva.
Ahora es el actual administrador del parque Las Riberas y es entrenador de una liga infantil.