Inestabilidad emocional en los niños
Caminar de la mano de un niño o niña implica una gran responsabilidad para todos los padres, ya que durante los primeros años requieren de un acompañamiento permanente por parte de sus cuidadores e irlos fortaleciendo en todos los ámbitos de su vida para lograr su independencia. Sin embargo, este proceso de desarrollo en los niños no se puede considerar algo predecible o en lo que se pueda tener el control sobre lo que le favorecerá o afectará, ya que partiendo del hogar pueden existir muchos factores de riesgo que lo hacen vulnerable en su estabilidad emocional, desde conflictos entre los padres, sobreprotección o ausencia de límites en el hogar, acceso ilimitado en el uso de la tecnología, uso inadecuado de lenguaje o intervenir en conversaciones de adultos con temas de alto nivel en complejidad o influencia negativa en los niños, lo cual llegado el momento en el que tenga que interactuar con el grupo de iguales u otros adultos en los diversos ámbitos sociales a los que pertenezca como la escuela o grupos deportivos, generará dificultades de adaptación, actuando como reflejo de sus aprendizajes.
Siendo esta etapa de la niñez donde se adquieren nuevas formas de conocer el mundo, sus aprendizajes hasta entonces y mirada tendrá un punto de comparación diferente. Lo cual requiere de ese acompañamiento permanente de los padres, estar presentes y atentos ante cualquier cambio de ánimo o conducta, debido a que por la edad en la que transitan su nivel de comprensión y análisis a las cosas nuevas es muy limitado, teniendo un pensamiento concreto y un repertorio de palabras reducido en comparación con el de los adolescentes o adultos. Llegando a generar altos niveles de ansiedad y frustración al no saber manejar sus propias emociones, ni expresarlas, sobre todo por no saber si lo que les está pasando está bien o mal, considerando como literal muchas acciones o palabras que pueden influir de manera negativa, creando miedos, confusión, culpa o desvalorización de sí mismos.
Algunos de los recursos más importantes para que estas situaciones impacten lo menos posible a los niños, sería el mantener una comunicación de manera abierta con ellos, saber escucharlos, cuestionar sus dudas antes de responderlas, es decir, conocer el contexto de donde surgió esa incógnita sin juzgarles de manera anticipada, el tener una comunicación permanente con los responsables en los diferentes ámbitos de interacción, ocuparles en actividades lúdicas, recreativas y deportivas, supervisar las acciones que realizan, principalmente en aquellos a quienes se les ha permitido de manera anticipada el uso de celular, videojuegos o internet en general.
Pero lo más importante sería brindarles todo el cariño y afecto posible, regalarles palabras que les motiven y hagan saber que son muy importantes en sus vidas, no minimicen su papel dentro de la familia y tengan presente que aún siendo niños están receptivos a todo lo que les rodea, tanto positivo como negativo.