Adolescentes, entre retos virales y la falta de privacidad digital
EL DEBATE realizó un sondeo a 100 jóvenes, quienes expresaron el uso que le dan a las redes sociales; en algunos casos falta mayor responsabilidad
El 100 % de los adolescentes que participaron en un sondeo de EL DEBATE respondieron que graban videos en la escuela sin consentimiento para burlarse de otros y publicarlo en alguna red social, de acuerdo a un sondeo aplicado en Culiacán los días 16 y 17 de febrero (pregunta 5).
Aunque no todas las burlas pueden asociarse con el ciberacoso, esta práctica trata del acoso o intimidación por medio de redes sociales con el fin de atemorizar, hacer enojar o humillar a otras personas, de acuerdo con Unicef.
Si el joven se siente mal o cree que alguien se está riendo de él y no con él, entonces la broma fue demasiado lejos, alerta Unicef México; esto inclusive puede dañar la salud emocional y mental de los adolescentes o bien llegar hasta la afectación física. La alarma está en que a pesar de que no tienen el consentimiento para grabar a otras personas, sí lo hacen y lo publican principalmente en TikTok, Instagram y WhatsApp (pregunta 7).
Privacidad digital
En el sondeo no se especificó si sus perfiles son públicos o privados, pero al momento de compartir imágenes de otros sin su consentimiento, los adolescentes encuestados no están respetando la privacidad digital. La protección de datos personales como la identidad e imagen de menores de edad y adultos es esencial, pero sobre todo con niños, niñas y adolescentes, quienes pueden llegar a sufrir no sólo bullying, sino también engaños, fraudes, estafas o robo de identidad, entre otros, informa Unicef.
Aquí puede ver un video en torno a esta problemática: https://cutt.ly/28X31tB Además, la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño establece en su artículo 161: “Ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y su reputación”.
En el sondeo de este medio a 100 adolescentes, entre los 15 y 18 años, de nueve redes sociales que mencionaron, dijeron que las principales que usan son YouTube, seguido de WhatsApp, TikTok, Instagram y Facebook, en ese orden de importancia (pregunta 1). Por otro lado, incluso cuatro de cada diez muchachos comentaron que tienen seguidores (pregunta 4).
Retos virales
Respecto a la participación en retos virales, casi 9 de cada 10 adolescentes aceptaron realizarlos (pregunta 8), mientras que los que más están de moda en sus escuelas son los retos de baile, de bromas pesadas y los físicos
(pregunta 9). La mayoría respondió que los realiza porque son divertidos, pero también para tener más seguidores (37 %) y porque sus amigos los realizan (27%) (gráfica 11). Los cuidadores deben hablar con los muchachos sobre estos asuntos dado que se han detectado algunos retos de redes sociales que pueden poner en peligro la vida; por ejemplo, en el sondeo un 24 % aceptó que algunos retos que han hecho han puesto en riesgo su salud, un 6 % dijo no saberlo, y el 70 % consideró un no rotundo haber estado en algún riesgo.
Entre estos retos virales se encuentra el “Clona challenge”, que consiste en tomar varias pastillas del medicamento controlado clonazepam y evitar quedarse dormidos, con lo cual los adolescentes se intoxican, pueden desmayarse, entrar en coma o morir, ha alertado la Secretaría de Salud estatal y federal. En este sentido, el 9% de los encuestados dijeron desconocer los efectos y daños que puede ocasionar tomar este medicamento sin haber sido prescrito por un médico. Hasta el momento ninguno de los participantes en el sondeo tuvo que ir al médico como consecuencia de un reto viral.
Atención
Es difícil generalizar porque cada adolescente es diferente, indica el experto en psicoterapia Miguel Ángel Avilés; expone que el hecho de grabar al otro sin su consentimiento o a escondidas en sí mismo tiene un aspecto voyerista aunque es inconsciente, pero les genera curiosidad “¿qué más hay con el otro?, que a la vez es ¿qué más hay conmigo mismo?”.
Recomendó que los padres deben estar atentos sobre la forma en cómo usan las redes sociales los menores para evitar que se expongan o expongan a otros, preguntarles sobre sus amigos, sus actividades, observar sus juegos. Por ejemplo, pueden verse involucrados en retos porque están buscando pertenecer y consolidando su identidad.
“El adolescente no tiene un límite, no alcanza a dimensionar este tipo de conductas porque el yo del adolescente es inmaduro y no puede hacer un juicio”, dijo Miguel Ángel Avilés.