Servir y ayudar siempre ha sido su principal vocación en la vida
Servir, guiar y apoyar a la sociedad siempre han sido las cualidades de Justino Rivera Méndez, originario de Nogales, Sonora, pero guamuchilense de corazón, ya que desde la edad de 4 años radica en el municipio de Salvador Alvarado, donde ha tenido grandes oportunidades de desempeñarse en la función pública, como prestador de servicios y profesionalmente.
Inicios
Desde muy pequeño, Justino, “Tino”, de cariño para quienes lo conocen, supo que su vocación tendría que ser abogado, pues la idea de apoyar a otras personas siempre estuvo presente en su vida, hecho que lo logró cuando llegó a la edad adulta y concluyó la carrera en derecho en la Universidad de Occidente campus Culiacán, en el año 1992. Estas virtudes las obtuvo gracias al ejemplo de su madre, Laura, y su padre, Amador Rivera, un conocido personaje en el municipio de Salvador Alvarado, quien también fungió como servidor público, a quien le aprendió mucho durante años en su desempeño y por quien también tuvo la inspiración de seguir sus pasos en la función pública debido a que desde muy pequeño lo acompañaba mientras laboraba.
Inquietud que fue teniendo desde entonces y que años más tarde logró gracias a su tenacidad.
“Todos los días me levanto y les agradezco, mis padres son mis héroes, son mi punto de referencia de que las cosas sí se pueden hacer, porque ellos me lo decían, solo es cuestión de que uno se lo vaya proponiendo y haciéndolo con responsabilidad”, externó.
Logros
No obstante, primeramente en su transitar de la vida, luego de graduarse de la universidad estuvo ejerciendo como abogado durante siete años en un despacho, donde también estaba acompañado de su padre y además trabajaba en la venta de seguro de autos. Posteriormente, surgió la primera oportunidad de laborar en la función pública en el año 1999, en el área de Presidencia y Comunicación Social como secretario, cuando estaba como presidente Jaime Irízar, y fue a raíz de ello que surgió la oportunidad de ocupar más cargos importantes como director de Promoción Económica, secretario de Presidencia, delegado regional de Catastro en los municipios de Angostura y Mocorito. Actualmente funge como oficial del Registro Público.
A la par trabajaba con sus emprendimientos y negocios, sin que esto afectara alguna parte, ya que siempre ha sido una persona que le gusta mantenerse ocupada y realizar diversas actividades.
“Yo siempre dije que quería ser abogado y cuando aplique mi test de orientación vocacional me salió que músico, pero yo siempre de decisión y de vocación dije que abogado”, comentó.
Retos
Durante su vida, el reto más grande que ha enfrentado es la miopía muy alta a corta edad, lo que afortunadamente considera como una fortaleza que lo ha motivado a cada día superarse en sus metas y objetivos, sin que sea un impedimento para crecer personal y profesionalmente. Porque desde que era muy pequeño y sus padres se enteraron de esta condición, inmediatamente lo atendieron, aconsejaron, acompañaron y motivaron en cada paso.
“No lo vi como una debilidad, porque gracias a mis papás fue que pude tener esa visión porque ellos me atendieron”, reconoció Rivera Méndez.
Me veo trabajando hasta donde Dios me dé la oportunidades de estar activo, donde tenga la posibilidad"
JUSTINO RIVERA MÉNDEZ OFICIAL DEL REGISTRO PÚBLICO