SEMBLANZA GAEL GARCÍA BERNAL Actor
El actor mexicano Gael García Bernal, que se encuentra en la Berlinale con el filme en competición, Another end, del italiano Piero Messina, se refirió en una entrevista con EFE al cine como la “tangente poética” que permite abordar de una forma no tan directa asuntos importantes como la emergencia climática o las crisis geopolíticas.
“Estamos aquí en un festival de cine cuando hay situaciones terribles sucediendo en el mundo”, por lo que hay que aprovechar y hablar de las cosas importantes también, “el cine es importante en ese sentido”, dijo.
Lugar para expresarse
Según el actor, el cine es “la tangente poética que necesitamos también para poder dialogar acerca de las cosas de una forma no tan directa (...) y darle un poco de alma también a las conversaciones, para decir que no todo es blanco y negro, que todo es más complejo y hay matices”. En este sentido, un festival es “un lugar ideal para expresarse”, quizás no el mejor para dialogarlo, pero “definitivamente es el mejor lugar para poder exponer de alguna manera las cosas”, añadió.
García Bernal, que estuvo la última vez en el Festival de Berlín en 2018, con la cinta en competición Museo, de su compatriota Alonso Ruizpalacios, se muestra encantado de estar de nuevo en la Berlinale, y señala que una cosa que se está comentando mucho es cómo el cambio climático también se hace visible en esta cita anual que tiene lugar normalmente entre febrero y marzo.
Sobre todo la gente que lleva años acudiendo a esta cita con el cine internacional –él vino por primera vez hace más de 20 años– recuerda que antes había que “luchar contra los elementos, la nieve, tenías que cruzar las calles y resbalarte y caerte y entrar al cine”.
Ahora no hay nieve, no hace nada de frío, “está raro” y eso da “bastante miedo”.
Encuentro de la cultura
Ahí es donde “entra en perspectiva esta contradicción” de estar haciendo un festival de cine y hablando de cine “cuando el mundo está como está, la emergencia climática está como está” y geopolíticamente “la cosa está bastante agitada”.
“Si no hacemos películas, si no escribimos libros, si no hacemos obras de teatro, si no vamos a bailar, si no nos encontramos gente distinta, desconocidos en una habitación o en una plaza o en algún lugar, un punto de encuentro, pues no va a pasar nada, vamos a seguir en este quehacer sonambulesco y un poco deprimente”, agregó.
Y de eso trata un poco Another end, dice, al referirse al inicio del filme, que sitúa al espectador en “un lugar medio sonambulesco” donde existe “esta nueva forma de lidiar con la muerte” que ofrece esta compañía que se llama Aeterna, explica.
En el filme, Sal (García Bernal) pierde al amor de su vida y, preocupada por su incapacidad de recomponerse, su hermana le ofrece probar una nueva tecnología que promete aliviar el dolor de la separación devolviendo brevemente a la vida la consciencia de una persona que ha muerto, pero en el cuerpo de otra que sigue viva y se presta a hacer de receptora temporal.
Lo que más le llamó la atención del proyecto es la controversia filosófica que plantea su director, en cuanto a que normalmente en la religión y en la cultura judeocristiana se establece que el cuerpo es simplemente un envase del ser.
Lo interesante de la película, agrega, “es que plantea que el cuerpo es parte intrínseca del ser, un complejo biológico que hace al ser también, o sea, sin eso, no existe”.