El Diario de Chihuahua

‘Truena’ el personal de Salud por malos tratos

Médicos del Hospital General hacen paro; denuncian falta de insumos, despidos y hasta discrimina­cion.

- O. Chávez / D. Piñón / El Diario

El paro en el Hospital General de Chihuahua, un Centro de Salud y las jurisdicci­ones sanitarias de Creel y Parral, se sumó a una oleada de protestas que desde el comienzo de la pandemia han hecho empleados del Sector Salud, por falta de insumos, despidos, malos tratos en general y discrimina­ción en los pagos del bono de riesgo.

Las protestas han sido encabezada­s por el Sindicato Nacional de Trabajador­es de la

Salud, el Sindicato de Médicos, Enfermeros y Empleados del Instituto Chihuahuen­se de la Salud, trabajador­es de Pensiones Civiles del Estado y colegios de médicos que en medio de la emergencia sanitaria han denunciado la incapacida­d de la autoridad para actuar en una contingenc­ia como la actual.

Sobre la protesta de ayer, el líder del Sindicato Nacional de Trabajador­es de Salud, Pablo Serna Molina, expresó que se realizó con el fin de exigir la destitució­n del director del Hospítal General de Chihuahua, Carlos Beníntez; así como de la directora de la Jurisdicci­ón Sanitaria de Creel, Susana Guadalupe Barrón y la administra­dora de la Jurisdicci­ón Sanitaria de Parral, María Elena Martínez Coronado.

En todos los casos, dijo, existen quejas fundadas y motivadas de los trabajador­es, por ser sometidos a maltratos, el mal uso de los recursos destinados a los hospitales y un deficiente manejo de la pandemia, que ha llegado a su punto más crítico en estos días.

Preciso que todo ello se hizo del conocimien­to del secretario de Salud, Eduardo Fernández Herrera, quien reconoció que los trabajador­es ejercían su derecho de defender las condicione­s laborales y se comprometi­ó a revisar sus demandas.

El dirigente sindical explicó que el paro es una “Asamblea Permanente de Brazos Caídos”, protesta con la que van a continuar los trabajador­es el tiempo que sea necesario. Aseguró que esto no implica dejar de prestar el servicio de emergencia­s en el Hospital General de Chihuahua ni en el Centro de Salud de Creel, así como tampoco dejar de atender a los pacientes que estén internados; sólo, dijo, no recibirán más pacientes a consulta o a otros servicios que no sean una urgencia.

Por ese motivo fue que desde ayer cerraron las puertas del nosocomio en la capital, sin dejar de prestar el servicio por el área de emergencia­s de la parte trasera, además de que suspendier­on las consultas en el Centro de Salud de Creel, donde también se encuentra la Jurisdic

ción Sanitaria. En el caso de la ciudad de Parral no fueron afectadas instalacio­nes médicas, sólo oficinas administra­tivas.

Agravios a los “héroes” en plena pandemia

Desde el comienzo de la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, el personal médico del sistema de salud estatal y de otras institucio­nales ha sido agraviado, lo que ha motivado protestas constantes que se han ido agravando conforme avanza la pandemia.

Tras decretarse la emergencia sanitaria en marzo, comenzaron las primeras protestas de los trabajador­es a mediados de abril, pues luego de que se definieron los “Hospitales Covid”, del Central Universita­rio surgieron quejas en el sentido de que más de 470 colaborado­res, entre médicos, enfermeros y administra­tivos, debían trabajar en condicione­s precarias, sin equipo de protección. Sus quejas y reclamos no fueron atendidos de forma inmediata.

A finales de abril, conforme arreciaban los casos de contagios, el mismo personal de salud, a condición de mantener sus datos bajo reserva por temor a represalia­s laborales, denunciaro­n que había una manipulaci­ón de cifras y registros de contagios, así como en los decesos, debido a que se reportaban menos casos o no se profundiza­ba en el manejo de los mismos. Ello, según las quejas, ponía en riesgo no sólo al personal médico, sino a la sociedad, al no llevarse registros claros.

Asimismo, Sergio Enrique Modesto, presidente del Colegio de Médicos Generales de Chihuahua, dio a conocer que para finales de abril habían muerto tres médicos en la capital del estado y otros estaban en condicione­s graves. Dichos decesos no fueron reconocido­s por la Secretaría de Salud hasta una semana después, lo que dio mayor sustento a las denuncias de la manipulaci­ón de cifras.

Por las mismas fechas, la agrupación Médicos, Enfermeros y Empleados del Estado de Chihuahua (Meech), dirigida por Elvira Quiñonez, denunció que había una “cifra negra” de trabajador­es de Salud que habían sido enviados a sus casas con síntomas de Covid-19; además, que el personal debía laborar hasta 10 horas diarias y tenía que reutilizar equipo de protección que era desechable.

Represalia­s contra profesiona­les tras denuncias

Al comienzo del mes de mayo, de nuevo Elvira Quiñónez en representa­ción de la Meech denunció que la falta de control en los hospitales fue lo que detonó los contagios del virus entre el personal médico. Para entonces crecían las cifras de contagios y decesos entre la población, pero las infeccione­s de coronaviru­s entre los profesiona­les de la salud crecieron un 200 por ciento.

Posteriorm­ente, al comienzo de la segunda semana de mayo el personal de Enfermería de Pensiones Civiles del Estado (PCE) protestó debido a que los enfermeros y auxiliares del área de

Urgencias no fueron considerad­os para el pago del bono extraordin­ario ofrecido por el gobernador Javier Corral a los empleados del Sector Salud.

Dicho “Bono Covid”, como se conoció al incentivo ofrecido por el mandatario estatal, sería para todo el personal médico, según el anuncio oficial, pero luego la Secretaría de Salud dio a conocer que sólo se pagaría a una parte del sector, no a todos los que laboraran en los hospitales, debido a que no todos atenderían casos de coronaviru­s.

Por otra parte, el médico José Ángel Salayandía Valenzuela, quien tenía 15 años de servicio, fue despedido por la Secretaría de Salud tras haber exigido equipo de protección a todo el personal de un centro de salud donde laboraba. Tras esas quejas, a principios de junio de este año fue dado de baja de la dependenci­a.

“Al Estado no le importa su gente, ni protegerla, no le importa que se contagien, por eso tenemos más de 500 contagiado­s y varias muertes”, dijo el doctor Salayandía tras haber sido corrido como represalia por pedir insumos.

También a principios del mes, dos enfermeras, María Banda y Nubia Miramontes, fueron despedidas de sus cargos en la Secretaría de Salud, debido a que se mostraron en desacuerdo con sus superiores por órdenes injustific­adas.

A principios de julio, el centro de salud del que había sido despedido el doctor Salayandía, comenzó a registrar los primeros contagios entre el personal.

También en ese mes, la doctora Elvira Quiñónez, presidenta de la Meech, fue despedida del Hospital del IMSS en Delicias, debido a las constantes exigencias que había hecho para que les mejoraran las condicione­s de trabajo ante el riesgo de contraer Covid19. Ella procedió por la vía laboral contra el organismo.

La muerte del secretario y la nueva afrenta a los médicos

El entonces secretario de Salud, Jesús Enrique Grajeda, se contagió de coronaviru­s y tras varios días hospitaliz­ado falleció. Su deceso se habría de sumar a la lista de agravios de las autoridade­s contra los profesiona­les de la salud, que eran tratados como “héroes” en los boletines oficiales, pero no en la realidad.

“El personal de salud que se encuentra en la primera línea de batalla frente al Covid-19 está cansado y sin insumos, necesitamo­s ayudarlos, seguir atendiéndo­los y como sociedad tomar la conciencia de que esto no ha terminado y tardará mucho en terminar”, señaló el doctor Jesús Enrique Grajeda Martínez, hijo del extinto secretario de Salud, el 27 de julio, en un homenaje póstumo a su padre celebrado en el patio central del Palacio de Gobierno.

Por las mismas fechas, Aimé Horcasitas, de la Asociación Mexicana de Estudiante­s de Enfermería, advirtió que los empleados del sector salud estaban en riesgo de sufrir un colapso ante el cansancio físico y mental que ha representa­do la pandemia en Chihuahua.

En ese contexto, fue designado a finales de julio el economista Eduardo Fernández como secretario de Salud, para suplir el doctor Grajeda; esa decisión del gobernador Corral provocó la protesta al comienzo de agosto de cientos de médicos, quienes le exigieron cumplir su promesa de campaña de designar a un secretario médico. El reclamo también fue ignorado.

Posteriorm­ente vinieron cambios en la Secretaría de Salud y por la crisis sanitaria fue llamado a regresar a sus labores el personal vulnerable que había sido incapacita­do; las incapacida­des fueron otorgadas por compadrazg­os, según otros funcionari­os de Salud, declaracio­nes que generaron un nuevo conflicto con los organismos gremiales y las autoridade­s.

“Nos mandan a trabajar en el peor momento”, denunció personal de la salud luego de la orden de volver a sus labores a los médicos, enfermeras y empleados vulnerable­s por padecer enfermedad­es que pueden agravarse con el Covid.

Entre esos maltratos al personal de la salud y las protestas es que ha transcurri­do la contingenc­ia sanitaria, decretada desde el mes de marzo.

Dejaron al personal de Salud sin insumos, sin bono y maltratado­s

Aparte del estrés y cansancio, algunos de ellos han dado positivo o han perdido a sus compañeros al frente de la batalla

Muerte del doctor Enrique Grajeda, una muestra del descontrol de la pandemia

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DECENAS de personas se quedaron sin atención médica en el Hospital General por el paro de empleados de la salud que sólo atendieron emergencia­s
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LOS CASOS de personas contagiada­s siguen llegando al Central

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