FR IEDM AN , EL ARQ U ITECTO DE RAYS Y DO DG ERS
Arlington, Texas— Andrew Friedman no es un indeciso.
Presidente de operaciones de beisbol de los Dodgers desde octubre de 2014, Friedman es el responsable de ensamblar un potente equipo de Los Angeles que ha alcanzado la Serie Mundial por tercera vez en cuatro temporadas.
Previamente fue el vicepresidente ejecutivo de Tampa Bay, encargándose del armado de un equipo que acudió a la Serie Mundial de 2008. Fue quien adquirió a Kevin Kiermaier, Blake Snell, Diego Castillo y otros más que siguen en el roster.
Con los Dodgers, se encargó de negociar los canjes que trajeron a Mookie Betts y Brusdar Graterol, tomar a Walker Buehler en el draft y los fichajes de A.J. Pollock, Max Muncy y Blake Treinen.
“Me di cuenta hoy cuando me desperté y revisé todos esos correos electrónicos y las preguntas sobre ello”, dijo Friedman. “Es definitivamente irreal. Algunos de mis mejores amigos están ahí y bromeamos cuando yo me fui diciendo que nos íbamos a encontrar en la Serie Mundial algún día. Que eso suceda de verdad es irreal”.
Erik Neander, quien ascendió al cargo de vicepresidente de operaciones de beisbol de Tampa Bay cuando Friendamn se fue, llegó como pasante en enero de 2007 y aprendió de su jefe. Los Rays han triunfado pese a recursos limitados por una concurrencia al estadio que siempre ha estado entre las más bajas en las Grandes Ligas.
Ganaron su primer banderín en 2008 con una nómina de 51 millones de dólares que fue la 28va en una campaña en la que los Yanquis de Nueva York encabezaron los gastos con 222.5 millones, de acuerdo con cifras de Grandes Ligas, y ganaron el campeonato de la Liga Americana contra los Medias Rojas, que fueron segundos con 147 millones.