Quedó en la mira por complicidad con el narco
“La verdad no puede ocultarse como el sol con el pulgar”
el gobernador peleó con uñas y dientes contra la atracción del expediente de miroslava breach por parte de la federación, ya que hay, cuando menos y bajita la mano, claros indicios de responsabilidad que deben ser investigados por su gravedad, no sólo en todo lo que rodea el terrible homicidio, sino en la historia de narco-política estatal, que se ha querido ocultar y minimizar, cuando es el fondo real e intocable del asunto.
el arresto de hugo Schultz, el exalcalde de Chínipas, es prueba palpable de que Corral tenía razón. debía oponerse con todos los recursos legales, porque ha quedado su persona a merced, con todo y fuero, a un ministerio público federal que no está plegado a sus decisiones caprichosas, y que tarde o temprano le tocará en la puerta de su casa.
hubo desde la integración de la carpeta de investigación un interés marcado y específico, elemento harto sospechoso, por no involucrar a sus funcionarios, Schultz premiado en educación, José Luévano como su secretario particular y alfredo Piñera como asesor de la fracción parlamentaria del Pan en el Congreso.
negó, siempre hasta el cansancio y de manera sospechosa, que la intervención de ellos fuera considerada como un auxilio en la comisión del crimen cometido contra la periodista aquel 23 de marzo del 2017, pero la verdad no puede ocultarse como el sol con el pulgar.
Piñera grabó a miroslava en junio de 2016, documento contenido en un archivo en formato mp4 que terminó en una laptop localizada en la casa de seguridad de la colonia Villas del rey, donde casualmente, y violando cualquier normatividad de investigación, Corral apareció cándidamente.
La grabación fue a parar al grupo criminal y fue detonante de la ejecución.
Pero no es todo. Se trata de un crimen largamente anunciado, pese a lo cual, Corral, con miles de elementos ministeriales y policiales a su cargo, vehículos blindados y toda la capacidad del estado, no movió ni un solo dedo.
antes, durante y después de 2016, el gobernador, primero como senador, luego como titular del ejecutivo electo en las elecciones del cuatro de octubre de 2016 y posteriormente ya en funciones, conoció de las amenazas que pesaban sobre la humanidad de la periodista. Su negativa lisa y llana, haciéndose el ofendido, es por sí misma incriminatoria.
ese conocimiento puntual ya obra en la carpeta de investigación que se sigue en la Fiscalía especial para la atención de delitos cometidos contra la Libertad de expresión, y se ahonda en la audiencia de juicio contra Juan Carlos moreno alias “el Larry”.
Son aseveraciones de colegas cercanos, compañeros de trabajo de miroslava breach y de sus hermanas, apoyadas incluso en capturas de pantalla de whats app donde la colega confía esas comunicaciones a otra periodista hoy con medidas cautelares de protección.
Tiene el MPF todos los elementos para actuar y realizar diligencias que la Fiscalía general del estado ignoró durante un año de investigaciones, en las cuales ni por asomo pretendió considerar la participación activa de Schultz y los aún no imputados, porque el hilo de la madeja lleva necesariamente al titular del ejecutivo estatal, que debe sentir cómo se desmorona su poder y por tanto está más cerca que nunca de ser llamado al banquillo de un juzgado de distrito.
Los reportajes de la periodista fueron puntuales desde hace más de una década en relación con la vinculación de la política con el narco.
Ya en 2016 tocó al Pri, cuyas candidaturas estaban vinculadas a los Salazar tanto como al blanquiazul, pero arrimó la lumbre al Pan, precisamente por hugo Schultz, que estrenaba secretario de seguridad pública con vínculos oscuros con el crimen organizado.
Schultz era cercano a Corral, desde antes de su candidatura del Pan a la presidencia municipal. ambos hicieron campaña juntos, codo a codo. era su informante natural e intermediario obligado de la zona.
incluso, actualmente se preparaba para contender de nuevo por el mismo cargo, lo cual no podía hacer de otra manera, sin el apoyo y bendición del amigo y protector.
en aquel lejano verano del 2016, Corral, ya electo, tomó partido. amenazó a otro delincuente de la zona, “el 80”, con desaparecer en 72 horas, de lo contrario iría por él. es más que un desplante hormonal de los que son su sello.
en el conocimiento colectivo de la región la amenaza sonó a protección al otro grupo rival, y meses después, encontró sentido en una cartulina supuestamente sembrada a unos metros del lugar del homicidio de miroslava, en el cual -con todas las discusiones sobre el contenido- amenazaba “el 80” con asesinar a otros “lengua largas” relacionados con el gobernador. muy burdo.
era y es el contexto de una lucha criminal, donde hay involucramiento de funcionarios públicos y que arrebataba la vida a una periodista nativa de aquel convulsionado municipio, que -pese a todo- confió en su amigo, quien la llamaba “miros” o “Checa”.
Los mensajes entre ambos, Corral y “miros”, redactados de manera familiar y cercanos, permanecen ocultos, pero no por mucho tiempo. Lo que sí es público es un whats app enviado de puño y letra por ella, en la que revela una llamada telefónica con Corral, donde la tranquiliza y se compromete a tomar cartas en el asunto.
es evidente por tanto que el mandatario no dice toda la verdad al manifestar que desconocía las amenazas contra la periodista, y más aún, arremete públicamente con descalificativos contra las hermanas, en una actitud francamente inexplicable y cobarde, como ha sido de principio a fin de su régimen.
es más, les peleó durante mucho tiempo que pudieran ser consideradas como víctimas indirectas del homicidio, negándoles el acceso al expediente.
La cuestión es que sí fue omiso en atender las amenazas y protegerla, no como su amiga, sino por la responsabilidad que tenía como gobernador.
Podrían visualizarse otras conductas, obstrucción a la justicia, encubrimiento, ¿delincuencia organizada? La amplia relatoría efectuada por el Colectivo miroslava breach no deja lugar a dudas en su extenso documento publicado en internet.
en el sentimiento de quienes conocieron a miroslava como periodista y su familia propia, hay certeza de que fue el mandatario estatal quien la incentivó para profundizar en las publicaciones sobre narcopolítica, incluso usó dicha información en discursos de campaña, y luego cuando llegó al gobierno, simplemente la abandonó a su suerte.
en octubre de 2016, a una semana y días de su toma de protesta, se reunió el mecanismo federal de protección a periodistas en esta capital. ahí una vez más, miroslava reveló las amenazas, de lo cual quedó constancia formal.
a esa fecha, ya habían pasado meses de la llamada insistente de Piñera, esa que terminó en la casa de seguridad de donde salieron el conductor del malibu gris y el asesino material de miroslava aquella mañana del 23 de marzo, y donde un mes después se apersonó Corral.
La investigación modelo termina siendo una integración de carpeta a modo para darle vuelta a cualquier responsabilidad estatal que involucrara al mandatario y a los “mensajeros del narco”, como miroslava les llamaba. Si como dice Corral, la periodista murió por pisarle los callos al diablo, él simplemente no hizo nada para protegerla, pese al usufructo electoral del tema, pese a que conocía de las amenazas, pese a que ella era su amiga, pese a que tenía todo el poder público para hacerlo.