OFICIA ARZOBISPO MISA DEL IV DOMINGO DE ADVIENTO
Agradece a comunidad misionera por esfuerzos de ayuda a los más necesitados
El arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, ofició ayer la misa virtual del cuarto y último Domingo de Adviento previo a la Navidad desde la sacristía en la Catedral capitalina donde hizo un llamado a prepararse con fe y mucha paz y atender el llamado de Dios, que puede cambiar planes que ya teníamos pensados.
Además, dio las gracias a la comunidad misionera, quienes desde el inicio de la pandemia por coronavirus (Covid-19), han realizado varias actividades para llevar alimentos, artículos sanitarios, fé y esperanza a las comunidades más necesitadas de la ciudad.
“Preparemos nuestros corazones para que Jesús esté dentro de él, y pueda darnos paz y fe. Aunque cambiemos planes aprendamos a caminar en navidad, eso el señor nos enseña a convivir, nuestra entrega de fe”, expresó el obispo en su mensaje.
Recordó que durante estas cuatro semanas de advenimiento, Cristo invita a cada ser humano a reconocer la presencia de Dios en la vida de todos y poder interpretar las señales para que el ambiente ese llene de luz y esperanza.
w“debemos prepararnos la navidad de una manera intensa, Es Jesús quien viene, esta es la buena nueva de la navidad que se acerca, es Jesús que se acerca en el silencio de la noche viene la luz. Nace en la pobreza, en la carencia. Nosotros necesitamos de la ayuda de Dios, por eso debemos entrar en comunión con él”, manifestó el sacerdote.
Tomó como ejemplo a la Virgen María, quien ante el llamado de Dios cuando se le anunció que tendría al Hijo del Señor, tuvo que cambiar sus planes y atendió el llamado con amor y con fé.
Esto lo basó en el evangelio según San
Lucas el cual dice textualmente lo siguiente: “En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a unavirgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
“Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél”, continúa la cita. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y María dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?».
“El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible. María contestó: Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y la dejó el ángel”, concluye el Evangelio que ayer citó el arzobispo de Chihuahua.