REALIZÓ LA SALLE SUS MISIONES DE INVIERNO
La Universidad La Salle Chihuahua llevó a cabo las Misiones de Invierno a distancia, que dieron inicio el III Domingo de Adviento en las comunidades del Santuario de Guadalupe de la Ciudad de Camargo.
En estos tiempos difíciles por la pandemia, los misioneros lasallistas llevaron, del 12 al 16 de diciembre la alegría que Dios brinda al conf iar en Él, al acrecentar la esperanza y brindar luz en el camino, con la imagen de María siempre dispuesta a servir a los demás.
Sin duda, es un tiempo lleno de retos y oportunidades para lograr adaptarnos, con creatividad y entusiasmo a una nueva forma de vivir. Por ello, el grupo Indivisa Manent generó un modelo de acompañamiento para las familias de Camargo, ya que apoyados por la tecnología, hicieron posible la realización de las Misiones de Invierno.
“Ser misionero es una experiencia que debería de vivir una persona al menos una vez en su vida, no importa la religión”, dijo al respecto Hugo Ramos, coordinador del grupo Indivisa Manent.
El coordinador mencionó que este tiempo complicado nos hace darnos cuenta que lo que realmente importa, es el tiempo compartido con la familia.
“Este grupo ha logrado llevar una misión de gran importancia, al valorar el tiempo compartido con la familia, porque, al ser sinceros, hace un año, antes de la pandemia, nuestra vida era una carrera en la que íbamos retrasados y la prisa siempre estaba presente”, señaló Ramos. “Sin embargo, ahora estamos apreciando el tiempo de calidad con nuestras familias, y es ahí, donde el grupo Indivisa Manent de la Universidad La Salle, se siente orgulloso de que 40 jóvenes hayan participado a través de las redes sociales y medios de comunicación telefónicos en las misiones en Ciudad Camargo, acompañando a las familias de los poblados de Altavista, El Tecuán y Laguna”.
Para concluir, destacó Hugo: “Es un honor representar a la Universidad La Salle Chihuahua en un compromiso tan importante como son las misiones. Asimismo, me alegra y emociona llevar conmigo la palabra de Dios y ser instrumento para darlo a conocer”.
“Es una experiencia que debería tener una persona al menos una vez en su vida, no importa la religión”, dijo Hugo Ramos