alojó a líderes como el chapo y Dámaso
SE DESTACÓ POR SER LA PRISIÓN DE DELINCUENTES VIP QUE ERAN TRASLADADOS DESDE OTROS PUNTOS DEL PAÍS PARA CUMPLIR SU CONDENA
Ciudad Juárez– Ante su desaparición, el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 9, se destacó por ser la prisión de delincuentes VIP que eran trasladados desde otros puntos del país para cumplir su condena aquí.
Construido en 2008, el Cefereso número 9, ubicado al sur de Juárez, fue el lugar donde estuvo preso el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera antes de ser extraditado a Estados Unidos. Entre la lista de huéspedes también se encuentran Dámaso López “El Licenciado”, el cabecilla de Los Zetas, Miguel Treviño el “Z-40”, el líder de la Unión de Tepito, David García Ramírez alias “El Pistache” y hasta José Antonio Romo López “El Hamburguesa”, líder del Cártel del Golfo.
Las historias de intentos de fuga en el penal de Ciudad Juárez son constantes. El 14 de marzo del 2016, cinco reos federales brincaron la barda de la prisión por la torre número 8, utilizando cuerdas y ganchos. Tras una persecución, los custodios recapturar a tres, pero dos más lograron fugarse.
Además, nueve internos han tratado de escaparse pero no lo han logrado. Cinco de ellos lo intentaron en 2014 y otros cuatro en 2013.
El cefereso número 9, está ubicado a 35 kilómetros del centro de Juárez, hacia el sur, y a un kilómetro de la carretera Panamericana. Su construcción comenzó en el año 2008, con una inversión de 150 millones de pesos. La segunda parte del proyecto comenzó a finales de 2009, con otra inversión similar y cuenta con capacidad para 934 reclusos. El penal comenzó a operar en el año 2010 como Centro de Readaptación Social a cargo de la Fiscalía General del Estado y fue denominado Cereso Estatal número 2.
Entre los años 2010 y 2011 fue escenario de enfrentamientos entre las pandillas rivales recluidas, Los Aztecas y Los Mexicles. Estuvo destinado a recluir principalmente reos acusados de delitos federales.
Luego, en septiembre del año 2011, el gobernador César Duarte lo entregó a la Comisión Nacional de Seguridad, dependiente de la Secretaría de Gobernación, por lo que deja de operarlo el Estado y se convierte en Centro Federal de Readaptación Social, por ello se denomina Cefereso Norte
9.
En febrero pasado El Diagnóstico Estatal de Centros para Personas Privadas de la Libertad, incluido dentro del Informe de Actividades 2019 de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, detalla que hay áreas del penal en las que son precisamente los presos quienes controlan el acceso.
En su revisión, la CEDH encontró que de los nueve Ceresos que existen en la entidad, el varonil de Juárez es el que tiene peor calificación, al obtener 7.9 puntos de un total de 10. El promedio de las prisiones del estado, indica el estudio, es de 8.5, siendo el penal femenil de Aquiles Serdán el de más alta puntuación, con 9.
“La seguridad está prácticamente a cargo de los propios internos, en algunos módulos, incluso algunos contaban con llaves de áreas como salones de clase y comedores”, sentencia el documento entregado por Néstor Armendáriz Loya, presidente de la Comisión, al Congreso estatal y al gobernador Javier Corral.
La seguridad está prácticamente a cargo de los propios internos