DIRECTORA MARAVILLA
Patty Jenkins tiene amarrado un proyecto que revivirá el esplendor del antiguo Egipto: Cleopatra, una cinta que aspira a superar la mítica producción de 1963 con Elizabeth Taylor a la cabeza
Ciudad de México-- Al igual que a la heroína de DC Cómics que ha llevado dos veces a la pantalla, a Patty Jenkins puede colgársele el adjetivo maravilla.
En estos momentos no hay en Hollywood una mujer cineasta con más poder y prestigio que ella.
Mujer Maravilla (2017), la primera película de acción real sobre la guerrera amazona de Themyscira, amasó 822.3 millones de dólares en taquilla y la colocó entre las realizadoras más recaudadoras de todos los tiempos.
Con Mujer Maravilla 1984 se convirtió en la primera en hacerse cargo en dos blockbusters de acción.
Sus logros, no quedan ahí: Kathleen Kennedy, presidenta de Lucasfilm, la anunció recientemente como la primera fémina que dirigirá una película de Star Wars.
Y tiene amarrado un proyecto que revivirá el esplendor del antiguo Egipto: Cleopatra, una cinta que aspira a superar la mítica producción de 1963 con Elizabeth Taylor a la cabeza.
Podría celebrar y sentirse en la cima del mundo, pero para ella en las luchas de género no hay triunfos individuales.
“No se ha ido el sexismo en Hollywood”, critica, al otro lado del teléfono.
“Sigo siendo la única que ha dirigido más de un blockbuster de gran tamaño, aún tenemos un largo, largo, largo camino que recorrer”, remata.
Resulta curioso escuchar a esta influyente mujer hablar con la amabilidad, sinceridad y desparpajo con que lo hace.
Si en su Mujer Maravilla 1984 el tema principal son los deseos y el precio que llega con ellos, Jenkins, californiana de 49 años, confiesa que el suyo jamás fue la gloria o la fama.
“En mi propia vida como cineasta, soy muy precavida respecto de eso. Si creyera que deseo fama fortuna y gloria, algo se echaría a perder. Mis metas siempre vuelan bajo: quiero servir de algo a este mundo artístico.
“Para mí, no sólo es importante que mis películas tengan éxito, sino que le den algo hermoso a la vida de las personas, las inspiren. Hacer del mundo algo mejor”, esgrime.
La pandemia de la Covid-19 puso de cabeza a Hollywood, hirió de muerte al cine que se ve en cines, y obligó a muchos realizadores a retrasar los estrenos de sus películas.
Con la aprobación de Jenkins, Warner Bros. sacudió a la industria inaugurando un modelo inédito de exhibición: lanzamiento simultáneo tanto en cines como en streaming (HBO Max).
A pesar todo, ella es una más de las narradoras que no ven sustitutos en su verdadero amor: que sus historias se vean en pantallas grandes, en experiencias comunitarias.
“No haría una película exclusivamente para el streaming. Creo en esa ventana para cosas de televisión”, dice sin dudar.
En su infancia, el séptimo arte la flechó cuando vio títulos como Superman (1978), de Richard Donner, y A Little Romance (1979), una comedia romántica de George Roy Hill.
“Creo que ha sido un golpe muy duro, vamos a ver muchos cambios en la industria. Respecto a nuestra película, siempre apoyé el lanzamiento que tuvimos”, dice, pero de inmediato matiza.
Por el momento, me gusta atreverme con proyectos grandes, porque creo que puedo hacerlos y, al mismo tiempo, hacer películas totalmente personales” Patty Jenkins, directora