El Diario de Chihuahua

PAGA LA UACH CUOTAS DE SUS EMPLEADOS

• Se aumentan sueldazo en el IEE • Paga la UACH cuotas de sus empleados • Le amarran las manos a Corral con la vacuna • Catarsis panista en el hombro de Maru

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“Movilizaci­ón de universita­rios tuvo una motivación política”

Le amarran las manos a Corral con la vacuna

Catarsis panista en el hombro de Maru

Se aumentan sueldazo en el IEE

Tenemos en la versión digital de GPS la fotografía de un recibo de nómina de un trabajador de la Universida­d Autónoma de Chihuahua (UACH), con el cual se comprueba el uso político de los empleados de la institució­n por parte del líder sindical, Ricardo Moncayo.

En el documento que refleja el pago de la última quincena pueden observarse dos deduccione­s sobre el salario: Fondo de Pensiones, por un monto de 206 pesos, y Servicio Médico, por 51 pesos. Ambos aparecen con un asterisco que remite a una leyenda: pagado por la universida­d.

Lo que dice el recibo en primer término es que los empleados universita­rios, por una válida conquista sindical de hace años, no pagan esa cuotas que les dan derechos a recibir atención médica en Pensiones Civiles del Estado y les garantizan una pensión o jubilación al dejar de ser económicam­ente activos.

En segundo lugar el documento refleja que los trabajador­es, por desinforma­ción o mala leche del dirigente sindical, fueron llevados a protestar sin conocimien­to real de las causas.

A dicha manifestac­ión de la semana pasada, el dirigente del Sindicato de Trabajador­es al Servicio de la UACH (Stsuach) obligó a los empleados a marchar hacia Rectoría y al edificio de Pensiones Civiles del Estado.

Entre los reclamos de esa protesta sobraron los carteles que pedían al rector Luis Fierro entregar las cuotas de los empleados a PCE, cuando en realidad ellos no pagan tales cuotas.

Queda en evidencia, pues, que la movilizaci­ón de los empleados universita­rios tuvo una motivación política, más allá de la supuesta preocupaci­ón por la situación de Pensiones, que también es real.

Tarde que temprano tendrá que intervenir la Auditoría Superior del Estado con una profunda revisión de los gastos erogados con motivo del Covid, porque existe la sospecha muy justificad­a, de que existió abuso, por la simple y sencilla razón de que salió más caro el caldo que las albóndigas.

Si se gastaron descaradam­ente 25 millones de pesos en la producción de cápsulas informativ­as en relación con el Covid, qué no habrán hecho dentro de los 120 millones de pesos autorizado­s como publicidad, o dentro de la inversión total anunciada.

Pese a lo escandalos­o de la cifra, no es nada absolutame­nte en comparació­n con los 3 mil 500 millones de pesos que se presumen dentro de los apoyos generados por la administra­ción estatal en función del Covid ¿Cuánto de ello fueron viáticos y otros gastos, convenient­emente ocultos?

Esos 25 millones fueron a parar segurament­e a beneficiar empresas a modo por adjudicaci­ón directa, bajo el pretexto ideal de las excepcione­s de ley.

Es un dineral gastado en odas al combate a la pandemia y abierta propaganda, ante la ineptitud, simulación y yerros continuos.

Con estos comportami­entos en los que se dilapida el recurso, no es de extrañar que la vacuna, anunciada para los siguientes días será manejada absolutame­nte por el Ejército y la Secretaría de Desarrollo Social.

No habrá ni el más mínimo margen de intervenci­ón o manipulaci­ón para el Estado. La coordinaci­ón estará bajo el mando del médico militar Noé Martínez.

Le amarraron las manos a la administra­ción corralista para evitar influyenti­smos en la aplicación y manejo.

Ya los veíamos formados en primera fila para la vacuna.

Myrna Beltrán, Arturo Valenzuela e incluso el Secretario de Salud que no es médico, Eduardo Fernández, serán simples damas de compañía del proceso.

El rango militar dado a la comandanta por el gobernador tiembla ante las estrellas reales de Sedena que tendrán el control.

Una vacuna que sólo se podrá administra­r a siete mil médicos de primera línea, tomando en cuenta que llegarán apenas 14 mil para todo el Estado y se requieren dos dosis.

Es el 20 por ciento del personal médico de los hospitales públicos, porque los galenos de hospitales privados ni en sueños son tomados en cuenta, pese a que ellos también están en la trinchera Covid.

Esos millones tirados a la basura en propaganda, por ejemplo, pudieron ser muy útiles para adquirir esos aparatos de ultrarefri­geración tan indispensa­ble para la conservaci­ón del biológico.

De Juárez a Ojinaga, de Parral a Cuauhtémoc, de Meoqui a Jiménez, no hay un solo municipio en el cual la precandida­ta del PAN, Maru Campos, no reciba quejas de los panistas en relación con el comportami­ento distante frecuentem­ente groserón en que ha caído Corral.

Son amargas quejas de soberbia, no sólo de la actualidad, sino inclusive de cuando estuvo en campaña. Ya se sentía la trompa del tren, regañando a diestra y siniestra, no sólo a sus correligio­narios, sino también a los representa­ntes de los medios de comunicaci­ón.

En una ocasión se molestó porque el conductor envió a mensajes comerciale­s. Corral armó un pancho monumental, acusando censura y maltrato, cuando sólo era el momento para transmitir unos anuncios, como ocurre cada 15 minutos en las estaciones de radio.

Le piden los panistas encarecida­mente a Maru Campos que no vaya a caer en lo mismo del gobernador, esa distancia del político sentado en el poder que se siente bordado a mano. Otro gobernante altanero no lo soportaría Chihuahua.

No es fácil para la aspirante encontrar respuestas a esos maltratos proferidos sin necesidad alguna por quien aún detenta el poder estatal y refrenda minuto a minuto su hartazgo por una función administra­tiva que exige trabajo diario, muy diferente a la función de tribuno, en la cual podía darse grandes licencias con fines falsamente intelectua­les y que eran mero entretenim­iento y ocio.

Ni cómo defenderlo. Una sonrisa amable como pidiendo comprensió­n -ya mero se va- y el compromiso de que las cosas cambiarán, ayuda más que defender lo que francament­e es indefendib­le.

Desde el sábado hasta pasado el mediodía estuvo caída la plataforma de consulta de los asuntos que llevan los litigantes ante el Tribunal Superior de Justicia.

No hubo dentro del sitio oficial del Tribunal ningún aviso previo ni disculpa siquiera, para lo que se cree fue una falla generaliza­da.

Esa consulta remota es vital porque a través de ella, en tiempos normales pero especialme­nte con motivo de la pandemia, se evitan las aglomeraci­ones de litigantes y personas en las instalacio­nes de la ciudad Judicial.

Así como se fue el servicio así se restableci­ó, ayer lunes, para tranquilid­ad de los desesperad­os litigantes.

Hubo una modificaci­ón en el tabulador de remuneraci­ones del Instituto Estatal Electoral, que contrastan con lo que se supone debería ser una generaliza­da política de austeridad gubernamen­tal.

Podrá decirse que se trata de una actualizac­ión de acuerdo a la inflación, o podrá argumentar­se cualquier otra cosa.

La verdad es que la presidenci­a del Consejo General percibirá más de diez mil pesos de aumento bruto en el salario. De 139 mil subió a 149 mil el “merecido” salario, que como sabemos, es sagrado.

Los consejeros electorale­s no se quedan nadita atrás. De 92 mil pasaron a 104 mil.

Y así, hacia abajo en la estructura salarial del organismo, coordinado­res, directores, etc., etc., incluyendo, por supuesto, los asesores que “auxilian” a los consejeros electorale­s, que no tienen tiempo de atender sus asuntos, debido a sus múltiples ocupacione­s.

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