CARRIZALILLO, PANTEÓN DEL CRIMEN ORGANIZADO
El ejido carrizalillo que se encuentra a más de tres kilómetros de la urbe, vive actualmente una crisis de inseguridad, pues delincuentes utilizan con bastante frecuencia el único acceso de terracería a esta comunidad para tirar cadáveres e incluso dejar vehículos calcinados. Esto ante la falta de presencia policiaca y la lejanía con la ciudad, que no deja a los habitantes otras opciones más que evitar la rúa cuando se mete el sol.
Carrizalillo es un ejido que componen apenas unos sesenta habitantes, en su mayoría dedicados a la ganadería y que pudiera también considerarse un pequeño poblado de la zona rural del municipio de Chihuahua, apartado apenas por tres kilómetros de una zona urbana apenas en crecimiento, cercana al panteón municipal número 4, que recibe su nombre de este poblado y del camino que lleva al mismo.
Esta brecha de terracería de fácil acceso, que no cuenta con ningún tipo de alumbrado público, rodeada por llanos, con poco tránsito y ningún tipo de presencia de autoridades policiacas genera las condiciones perfectas para que grupos delictivos vean el sitio como ideal para deshacerse impunemente de los cuerpos de víctimas de homicidios dolosos.
“Lo único que pedimos a las autoridades es que resuelvan el tiradero de cuerpos que hay en el camino. Nosotros somos gente trabajadora, pero no estamos ya en paz sabiendo que hasta nos los podemos topar, mucha gente sale a trabajar y regresa tarde, en una de esas nos
los topamos aventando y pues cómo cree que nos vaya a ir a nosotros”, condenó uno de los habitantes de esta población.
Según narraron entrevistados, las autoridades municipales de seguridad no se ven sólo hasta que llegan a recoger uno de los cuerpos, luego de que son los mismos pobladores quienes camino a sus actividades diarias se encuentran los cadáveres que incluso son dejados a simple vista