Trump recurre al extremismo
La aceptación de la derecha militante llega en un momento en el que la justicia los persigue y sus aliados lo han abandonado
La noche del jueves, el ex presidente Donald Trump una vez más dejó clara su postura en lo que respecta al conflicto entre la justicia estadounidense y la turba que saqueó el Capitolio para impedir la transferencia pacífica del poder hace dos años.
Él está con la turba.
Trump envió una declaración en video para apoyar un evento de recaudación de fondos auspiciado por un grupo que se hace llamar el Patriot Freedom Project, que representa a las familias de los acusados de participar en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021. “En mi opinión, se ha tratado a la gente de manera inconstitucional y de manera muy, muy injusta y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”, dijo. El país, advirtió: “se está volviendo comunista”.
El video saca a relucir a qué grado se ha alineado el ex mandatario con las fuerzas que solían estar en los márgenes de la política estadounidense ahora que busca regresar a la Casa Blanca, enfrentándose de nuevo al presidente Joe Biden en las elecciones del 2024. Ahora que el Departamento de Justicia lo tiene en el punto de mira, así como a algunos de sus aliados violentos, los lamentos exagerados de Trump contra el gobierno últimamente suenan como los que antes quedaban relegados a los extremos del espectro político.
El magnate ha adoptado elementos extremistas de la sociedad estadounidense incluso con más descaro que en el pasado. El video se muestra en un momento en que Trump ha estado utilizando música que suena como un tema de Qanon en los últimos mítines e invitó a cenar a Kanye West, una estrella del rap criticada por sus declaraciones antisemitas, así como a Nick Fuentes, un conocido supremacista blanco.
Además, sale a la luz justo dos días después de que la condena de Stewart Rhodes, líder del grupo paramilitar de extrema derecha Oath Keepers, pone a Trump en el corazón espiritual de una conspiración sediciosa para conservar el poder de manera ilegítima, algo nunca antes visto en la historia de Estados Unidos.
La aceptación de la derecha militante por parte de Trump, por no decir su cortejo indiscutible, llega en un momento en el cual los líderes del Partido Republicano lo culpan por los resultados negativos de las elecciones de medio mandato. Los republicanos que en este momento ocupan cargos en el gobierno, encabezados por el senador Mitch Mcconnell de Kentucky, líder del partido en la Cámara Alta, argumentan que la promoción de Trump de candidatos basada en la fidelidad de estos a sus falsas afirmaciones sobre las elecciones de 2020 les costó escaños.
“Trump está redoblando su perfil de extremista y de líder de culto”, dijo Ruth Ben-ghiat, autora del libro “Strongmen: From Mussolini to the Present” y profesora de Historia en la Universidad de Nueva York.