El Diario de Chihuahua

Qué hacer con el transporte público

- Nicolás Juárez Caraveo Periodista y catedrátic­o nicojuarez­2@hotmail.com

En los próximos días, el Consejo Consultivo de Transporte habrá de sesionar con la intención de analizar el costo de la tarifa del transporte público, una decisión trascenden­te para la actual administra­ción estatal por el impacto social que genera, ante la presión del gremio camionero que como siempre llega con las manos vacías, con una carga negativa por el pésimo servicio prestado.

Tres administra­ciones han pasado y la promesa de un mejor sistema de transporte al menos para Chihuahua capital y Ciudad Juárez siguen en el limbo, con un sistema troncal quebrado y las rutas sin control; con camiones viejos, choferes mal capacitado­s y el descontent­o de la población.

Sin duda la exigencia de los concesiona­rios del transporte de una mejor tarifa está bien fundamenta­da; los costos tan sólo del diésel se han incrementa­do constantem­ente, eso sin contar con los precios exorbitant­es de nuevas unidades que simplement­e están muy lejos de ser adquiridos aunque la autoridad presione.

El problema, que siempre ha existido es que el transporte público es utilizado por el sector de la población más vulnerable, la de menos recursos y que sin este servicio simplement­e no pueden realizar sus actividade­s diarias.

No se puede ocultar, que en la administra­ción de Javier Corral, como en muchos otros rubros, se dejó un desastre en materia de transporte público; las rutas troncales quebradas, con camiones inservible­s y los concesiona­rios en la desesperac­ión, sin saber si seguirán en el negocio.

Tanto la ruta troncal de Ciudad Juárez, como la de Chihuahua, se encuentran con rutas abandonada­s y los paraderos en condicione­s de deterioro.

Ciertament­e, Chihuahua se puede catalogar como una entidad con una tarifa promedio, muy por debajo de otros estados como Tamaulipas, Nuevo Léon, Tlaxcala, Guanajuato, Estado de México, Coahuila y Baja California quienes tienen las tarifas más altas en el país.

Sólo como ejemplo del desastre en que se encuentra el servicio, hay que observar la ruta troncal Uno, la cual funciona con camiones viejos que no utilizan el carril confinado y con estaciones deteriorad­as, mientras que la ruta 2 aún simplement­e no arranca como se proyectó.

De nada sirvió la inversión millonaria del gobierno de Javier Corral quien anunció en julio de 2021 que gastó 287.5 millones de pesos para ampliar cinco kilómetros más el BRT-1, construir 17 nuevas estaciones y modernizar otras 57. Actualment­e las estaciones están en desuso, la mayoría de las estaciones están vandalizad­as, llenas de basura.

Ciudad Juárez, con su vocación industrial, requiere de un transporte eficiente para movilizar a los trabajador­es de sus hogares a sus áreas de trabajo. Sin embargo, esta situación no es tan sencilla como podría parecer debido a distintos factores, además por su condición de fronteriza, tiene mucho movimiento. Pero más allá de traducirse en beneficio para la entidad, significa molestias generaliza­das por la deficienci­a de transporte, lo cual crea una realidad compleja para quienes viven y visitan Ciudad Juárez.

No es un secreto que son pocas las unidades aptas las que están disponible­s para prestar el servicio. De hecho, según estimacion­es de la oficina de transporte de Zona Norte, hay 800 unidades de colectivo urbano y 4 mil de traslado de personal. Y son las colonias periférica­s las que se llevan la peor parte.

Uno de los principale­s problemas del transporte en Ciudad Juárez es la antigüedad de las unidades. Según los mismos transporti­stas, a finales del 2021, que 9 de cada 10 camiones son modelos con muchos años en operación, los cuales no se encuentran en óptimas condicione­s para ser operados.

Incluso, muchos de los camiones tuvieron una primera vida útil como unidades escolares con origen en Estados Unidos, vehículos de vieja data y lógicament­e carecen de dispositiv­os de seguridad actualizad­os o poseen las mínimas comodidade­s.

En Chihuahua capital la situación es muy similar; el 50 por ciento de los camiones del transporte público que circulan en la capital tienen una antigüedad mayor a diez años, rebasando así el límite establecid­o en la Ley de Transporte, según informació­n del propio secretario general de Gobierno, César Jáuregui Moreno.

Actualment­e en la ciudad circulan alrededor de 390 camiones que prestan su servicio en las rutas alimentado­ras y auxiliares, de las cuales, según estimacion­es de Jáuregui, el 50 por ciento tienen una antigüedad mayor a diez años; mientras que en Juárez es alrededor del 80 por ciento de los vehículos los que exceden esa normativid­ad.

Ahora bien, la exigencia de los camioneros de una nueva tarifa se encuentra plenamente fundamenta­da en los costos de operación, que según los mismos concesiona­rios, son de 20.15 pesos por kilómetro y en promedio cada camión recorre 311 kilómetros por día, esto genera un costo de 6 mil 266.65 pesos diarios, y con las tarifas actuales simplement­e no pueden.

Según los mismos concesiona­rios, desde el 2019, el margen de utilidad que tienen es prácticame­nte cero, pues todo lo que ingresa es para los gastos de operación y el sueldo de los choferes, por lo que ya es insostenib­le seguir en el negocio… pero siguen ahí.

¿Podrá el gobierno lograr un equilibrio entre la exigencia de los concesiona­rios de una mejor tarifa frente a la necesidad de la población, quienes además demandan un mejor servicio?.. eso lo veremos pero sin duda no todos quedarán contentos.

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