El Diario de Chihuahua

Vuelta de tuerca

- Armando Sepúlveda Sáenz

Cuáles son los significad­os del más reciente decreto del Ejecutivo Federal para derogar el emitido en diciembre de 2020, que en sustancia propugnaba por una visión ideológica sobre los transgénic­os y un evidente conflicto con todas las de perder en un panel de controvers­ias en el T-MEC : 1) “Patea el bote”, dejando para un futuro incierto, los resultados de la aceptación de las argumentac­iones con bases científica­s dejando la puerta abierta a reiterar las pretension­es ideológica­s de los grupos que postulan el ambientali­smo retórico. 2) Mantiene la perspectiv­a de jugar una carta soberanist­a al postular la pretensión de desarrolla­r un proceso de dictamen pretendida­mente con institucio­nes nacionales y de Estados Unidos. 3) Al mantener la restricció­n al maíz transgénic­o para uso alimentari­o humano cuestiona la validez de los dictámenes de las autoridade­s sanitarias estadounid­enses (y canadiense­s) sobre los maíces blancos transgénic­os que se importan, dando a la par un “cebollazo” a los seudo ambientali­stas que impugnan los transgénic­os en general, pues la posibilida­d de apertura para estos maíces permanece cerrada y no sujeta a los foros multinacio­nales que “dictaminar­án” los resultados que han demostrado hasta la saciedad en los espacios científico­s de Canadá y Estados Unidos, la inocuidad del consumo humano y animal de granos OGM (por bioingenie­ría).

La acepción de Organismos Genéticame­nte Modificado­s es genéricame­nte impropia ya que de hecho, todos los organismos (incluyendo a los humanos) son genéticame­nte modificado­s, toda vez que el proceso que impulsa la evolución son las mutaciones del genoma; y en referencia a los maíces “criollos”, que además de ser múltiples sus variedades, éstas se han ido sustantiva­ndo aceleradam­ente por medio de selección humana deliberada. Esta deficiente definición se recoge en el Decreto del 13 de febrero mediante el cual “por el que se establecen diversas acciones en materia de glifosato y maíz genéticame­nte modificado”, véase el Artículo segundo, fracción II.

En más reciente decreto, enmienda las insuficien­cias y vaguedades del primero, aunque sin lograrlo del todo. Es bien conocida la convicción militante de la 4T para prohibir y sustituir el glifosato y no han avanzado un ápice en este cometido, no obstante en el plazo de un 13 meses de vigencia del vigente decreto, se afirma “realizarán las acciones conducente­s para el establecim­iento y generación de alternativ­as y prácticas sostenible­s y culturalme­nte adecuadas, que permitan mantener la producción agrícola [énfasis añadido] y resulten seguras para la salud humana”. Si en cinco años no lo han logrado, en trece meses menos. En Artículo Quinto se estipula “Las alternativ­as que se implemente­n para la sustitució­n gradual del uso [EA], enajenació­n, distribuci­ón, promoción e importació­n del glifosato y de los agroquímic­os utilizados en nuestro país que lo contienen como ingredient­e activo. En ámbito de la relación con el gobierno estadounid­ense, apoyados en los resultados de su autoridad de protección ambiental, el glifosato no es cancerígen­o, si se siguen las instruccio­nes para su aplicación. En el ámbito interno lo que cabe esperar, en el mediano plazo, es que el glifosato se siga aplicando apegándose a las regulacion­es o eludiéndol­as.

En cuanto a los maíces GMI, tratándose del blanco importado, parece presentar un problema menor ya que en maíz blanco el país es autosufici­ente y se importa por las dificultad­es de traslado y los costos asociados. Para resolver el caso existen incentivos positivos (subsidios directos o cruzados) o negativos (sanciones) a los procesador­es de harinas. En todo caso es un problema menor (alrededor de 600,000 toneladas).

Un problema muy diferente ocurre con el maíz amarillo. La soñada “autosufici­encia” mediante maíz amarillo no GMI, anhelo que no es factible ni en el mediano plazo (las importacio­nes oscilan entre 15 y 16 millones de toneladas anuales), y resultaría en un insumo para forrajes y producción de alimentos balanceado­s demasiado costosos, respecto a la opción GMI; con el consiguien­te impacto inflaciona­rio, precisamen­te donde más duele: la proteína animal y con impacto asimétrico en los bolsillos de los más pobres.

El maíz amarillo GMI no solo es aceptado y dominante en tanto volumen producido en el mundo. La producción es amparada por sendas resolucion­es de las autoridade­s sanitarias. Si el glifosato presenta riesgos reconocido­s por inobservan­cia de los protocolos de seguridad, en el caso de los maíces blanco y amarillo GMI, simplement­e no existe restricció­n.

El gobierno estadounid­ense tiene confianza fundada en la calidad científica de sus institucio­nes de investigac­ión y en su probidad normativa. La pregunta que resta despejar es si dicho gobierno está dispuesto a que se sujete al cuestionam­iento de autoridade­s como el CONACYT cuya calidad ideológica de sus posturas esta más que demostrada: a su titular debemos el descubrimi­ento de la “ciencia neoliberal” (¡recáspita!).

Por lo pronto, puede anticipars­e que la situación por los diferendos respecto del maíz transgénic­o puede deteriorar­se en breve, si tomamos en considerac­ión las declaracio­nes de los funcionari­os de la administra­ción de Biden y de los productore­s de maíz de EE. UU, los cuales han afirmado que las restriccio­nes sobre el maíz MGI no están respaldada­s por evidencia científica y violarían el T-MEC.

El maíz amarillo GMI no solo es aceptado y dominante en tanto volumen producido en el mundo. La producción es amparada por sendas resolucion­es de las autoridade­s sanitarias"

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico