Así las cosas con el 8 de marzo
Ciudad Juárez.-la contribución de las mujeres al desarrollo de la humanidad queda fuera de toda discusión, sin embargo, también es un hecho que existe una deuda social para con ellas. Entender esto suele ser difícil y complicado para muchos hombres acostumbrados o más bien dicho socialmente condicionados a otorgar una minusvalía al papel de la mujer, aunque por principio, ni siquiera debe estar en el papel de nadie abundar en el otorgamiento sobre las demás personas.
Desde principios del siglo pasado, han existido esfuerzos para dignificar las condiciones de las mujeres. En 1909, marcharon más de 15 mil mujeres exigiendo sus derechos, específicamente horarios cortos, mejoras salariales y el derecho a votar, también en ese año Clara Zetkin, una líder alemana presenta por primera vez la idea de conmemorar a la mujer, después de haber sido aprobada esa propuesta, el 19 de marzo de 1911, se celebra en Austria, Alemania, Suiza y Dinamarca por primera vez el Día Internacional de la Mujer.
Sin embargo, tuvieron que pasar muchos años para que las mujeres pudieran conquistar los derechos que para los hombres fueron otorgados sin ningún esfuerzo. En México tuvieron que pasar varios presidentes para que las mujeres votaran. El trayecto fue desde Lázaro Cárdenas hasta Adolfo Ruiz Cortines, quien en 1952 envió al congreso una reforma constitucional que fue aprobada en 1953 para abrir paso a que por fin después de muchos años de lucha tantas mexicanas.
Fue en 1975, cuando la Organización de las Naciones Unidas decretó el 8 de marzo para celebrar el Día Internacional de la Mujer con los objetivos de evitar la discriminación y conseguir la igualdad, una lucha que sigue vigente hasta nuestros días.
Nuestra ciudad tiene una herida abierta en este tema, toda vez que existe una razón fundada debido a la violencia contra las mujeres que ha trascendido las fronteras y llegado a instancias internacionales que han presentado una serie de recomendaciones. La Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró al Estado Mexicano como responsable en la desaparición de varias mujeres cuyos cuerpos fueron encontrados en un campo algodonero.
Consciente de que era importante tomar acciones directas y buscar resultados tangibles, durante el período que me tocó encabezar la administración municipal tuve el privilegio de trabajar a fondo para restaurar la dignidad de la mujer juarense, una de las primeras decisiones fue pedir a las asociaciones feministas que ellas designaran a la directora del Instituto Municipal de las Mujeres, asignarles un presupuesto suficiente y dotar de un lugar emblemático para las oficinas que tuvieran el espacio y facilidades suficientes para conseguir los resultados esperados.
Es evidente que los logros obtenidos, no son resultado de mi persona, sino del esfuerzo que todos los días las mujeres fronterizas han realizado para salir adelante. La aplicación “No estás sola”, El Corredor Seguro para la Mujer, el establecimiento de un protocolo especial para atención a víctimas de violencia que fue premiado en eventos internacionales, así como los múltiples trabajos que se realizaron durante ese tiempo, sólo pudieron tener éxito por el compromiso de aquellas valientes mujeres que fueron quienes lo hicieron posible.
Precisamente por todo esto viene a mi mente una frase de Michelle Obama que dice “Hay cosas que nos hacen poderosas, darnos a conocer, hacernos oír, ser dueñas de nuestro relato personal y único, expresarnos con auténtica voz”. El camino que viene para las mujeres está lleno de retos y dificultades, pero estoy seguro que la fortaleza que las caracteriza hará que sigan construyendo un mundo mejor, más amable y con plenos derechos para todas.
Este 8 de marzo, sirva también para hacer un reconocimiento a todas aquellas valientes, visionarias e imprescindibles mujeres que han construido un camino para establecer una igualdad en muchos sentidos, pero también para aquellas que seguirán en la lucha.