LLAMAN A NO SUCUMBIR EN LAS SOMBRAS
El arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, ofició la homilía del segundo domingo de Cuaresma, donde exhortó a los fieles a seguir las enseñanzas de Jesucristo y ser como la luz del mundo al predicar con el ejemplo.
Lo anterior, en la Catedral capitalina donde se congregaron más de 30 organizaciones, movimientos, pastorales y grupos religiosos de la diócesis, quienes suelen acudir durante el periodo cuaresmal, además que la feligresía que asistió, utilizaba cubrebocas y mantenía sana distancia, como medida preventiva al igual que el obispo.
La misa también se transmitió vía Internet por medio de los perfiles de Notidiócesis y del portal oficial de la Catedral de
Chihuahua, con el fin de que quienes no puedan acudir al templo, sigan la transmisión desde sus hogares.
Durante el sermón, llamó a los feligreses a ser devotos de Dios, mantener la fe con acciones y obras de paz con el prójimo, así como predicar la Palabra a todas partes, ser ejemplo de bondad e iluminar el camino de los que necesitan del Señor y nunca sucumbir a las sobras.
Lo anterior, lo basó en el evangelio según San Mateo, el cual dice textualmente lo siguiente: “En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: Señor, ¡qué bien se está aquí! Sí quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo. Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: Levantaos, no temáis. Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”.
Cristo los invita a ser luz del mundo: arzobispo