El Diario de Chihuahua

Solemnidad de San José

Auténtico heredero de la fe de Abraham

- Cristina Alba M.

Esta semana nos ofrece dos bellas solemnidad­es del Año litúrgico, la primera de ellas tiene lugar el 19 de marzo, mas este año, por coincidir con el IV Domingo de Cuaresma, se ha trasladado al lunes 20.

En el año 2006, el entonces Papa Benedicto XVI dirigió una bella reflexión posterior al rezo del Ángelus de aquel domingo 19 -que era, a la sazón, III de Cuaresma-, pues "el contexto mariano del Ángelus invita a meditar con veneración en la figura del esposo de la Santísima Virgen María y patrono de la Iglesia universal", cuya figura, "más bien oculta, reviste una importanci­a fundamenta­l en la historia de la salvación", primero porque siendo de la "tribu de Judá, unió a Jesús a la descendenc­ia davídica", dando cumplimien­to a las profecías sobre el Mesías, que debía ser descendien­te de David. En efecto, con pleno derecho, según la ley (Cf. Ga 4,4), "el Hijo de la Virgen María puede llamarse verdaderam­ente 'hijo de David'". Es sobre todo San Mateo quien destaca la misión de San José en el cumplimien­to de la profecía del Mesías: su nacimiento (2,16); la huída a Egipto (2,23-25); el apodo de "nazareno" que le daban a Jesús (2,22-23).

San José, no menos que María, su legítima esposa, fue "un auténtico heredero de la fe de Abraham: fe en Dios" quien conduce la historia según sus designios de salvación. "Su grandeza, como la de María, resalta aún más porque cumplió su misión de forma humilde y oculta en la casa de Nazaret... Dios mismo, en la Persona de su Hijo encarnado, eligió este camino y este estilo" de humildad y de ocultamien­to durante su vida terrena".

San José nos invita hoy a "a realizar con fidelidad, sencillez y modestia la tarea que la Providenci­a nos ha asignado" a cada cristiano, particular­mente los padres y madres de familia "aprecien siempre la belleza de una vida sencilla y laboriosa, cultivando con solicitud la relación conyugal y cumpliendo con entusiasmo la grande y difícil misión educativa". En cuanto a los sacerdotes, San José les obtenga ser verdaderos padres de sus comunidade­s, y "amar a la Iglesia con afecto y entrega plena". A los consagrado­s, él les sostenga "en su observanci­a gozosa y fiel de los consejos evangélico­s de pobreza, castidad y obediencia". A los trabajador­es del mundo entero les sostenga para que sepan contribuir desde sus oficios y profesione­s al progreso de la humanidad. Finalmente, San José "nos ayude a los cristianos a hacer con confianza y amor la voluntad de Dios", para así contribuir a la salvación de todos. (*Cf. Alocución Ángelus marzo 19, 2006).

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico