Pinceladas del escenario político
Un pintor del poder, haría un magnífico lienzo con las imágenes del escenario electoral. Dibujaría, poniendo a la izquierda, muy activas a las fuerzas progresistas y en el otro a las del conservadurismo. Ambas tienen al frente, a todos sus candidatos empuñando volantes, gritando arengas y discursos combativos, uniformados y listos para entrar al combate histórico que protagonizan desde hace semanas intensamente, inmersos en un huracán de pasiones ideológicas y humanas, naturales en las disputas históricas con rostro electoral.
Un poco más arriba de las fuerzas de combate, se ven los estrategas de los war rooms, en una mesa, examinando planos distritales, analizándolos y tomando decisiones urgentes, para influir el desenlace de la confrontación. Detrás de los candidatos, se ven los a los grupos de militantes, con sus manos llenas de volantes y sus rostros con determinación, gritando muy animados el apoyo a sus candidatos.
Y en las esquinas de la pintura, atrás de cada uno de esos ejércitos, se ven en una nube de humo, los rostros de los personajes que los arengan a la lucha: detrás de las fuerzas progresistas se nota a López Obrador impulsando una gran fuerza social, delineada con el halo de un Espíritu de los Tiempos, muy despierta y politizada, debatiendo en las asambleas en la plaza pública y en cuyo rostro sereno, se lee la determinación, la animosidad para impulsar a sus representantes políticos a que sigan realizando los grandes cambios de la vida nacional; y atrás, poquito arriba del ejército conservador, se vislumbran semi invisibles, figuras vestidas con trajes y relucientes botines negros, enjoyadas hasta el cuello y manos, con sacos de billetes que corren como ríos a los bolsillos de sus capitanes, impulsándolos a la defensa del status quo y sus intereses materiales.
Al fondo de la pintura, se ven dibujadas las ciudades, segmentadas en distritos electorales. Se ven también las plazas públicas y a los ciudadanos, platicando sobre el contenido de los volantes y las promesas electorales.
Y encima de las ciudades y de los ciudadanos, también se ven dibujadas plagas de zopilotes, muy feos, con sus cuellos arrugados y picos sangrando, amenazándolos con picotearles la cabeza, para arrancarles la prudencia y del sano discernimiento, las que, también se ven traslucidas en el cuadro.
En la pintura se notan con una claridad extraordinaria, difícil de captar hasta por los pintores del poder político más penetrantes, las expresiones gráficas de los vientos huracanados de las pasiones políticas muy complejas y extraordinarias de la condición humana.
En el cuadro se ven inquietantemente dibujadas causando una sensación de asombro, al ver plasmada con total realidad la dialéctica del escenario humano; se ven las impresionantes imágenes de la confrontación política muy parecidas a las de una guerra, pero, por otros medios.
Es claro que el lienzo de la lucha política, dibuja como objetivo de la lucha de esas fuerzas históricas, la conquista de la Presidencia de la República y de las mayorías de la representación política en todos los legislativos. Y la defensa de las presidencias municipales también como objetivo.
El lienzo descrito, nos implica dentro de una época histórica que nunca se había dado, en nuestro país. Denota objetivamente la lucha por la Presidencia de la República entre dos candidatas que son mujeres. Además, claramente representan a las dos fuerzas históricas más nítidas que se han expresado en toda nuestra historia: la lucha de las fuerzas progresistas contra las conservadoras.
Y sobre esa lucha otro hecho también inédito como el del despertar de la conciencia política de este tiempo, igual a un fenómeno revolucionario, pero concretándose sin violencia y sin pérdidas de vidas humanas, impulsado por un mar gigantesco de fuerzas humanas, para realizar grandes cambios políticos, grandes obras públicas y una renovación en la ética del servicio público y la representación política. La democracia es el gobierno del pueblo y para el pueblo. Eso es el fondo, el mensaje que se lee en el dibujo histórico. Y es lo que está en lucha en el fondo.
El lienzo nos agrega y nos contempla, como una generación privilegiada en la historia de nuestro hermoso país.
Hemos asistido a los cierres de precampañas presidenciales que son el cénit de un hito más de la lucha feminista en nuestro país: dos mujeres se disputan la Presidencia de la República. Una de ellas será la PRIMERA MUJER PRESIDENTA DE MÉXICO. Nos da un plus, como protagonistas de una nueva época en la historia y del feminismo de nuestro país.
¡Asumamos con enorme satisfacción y agradeciéndole a la vida, el poder ser los actores de este gran escenario histórico, que difícilmente se nos presentan dos veces en 100 años!