Reviven pesadilla
El secuestro de una mujer en California, que la policía calificó de engaño, recibe nueva atención con un documental de Netflix
El calvario de Denise Huskins, cuyo secuestro de la casa de su novio en el norte de California fue descartado primero como un engaño por las fuerzas del orden, está recibiendo atención renovada como el tema de una nueva docuserie de Netflix, “American Nightmare”.
He aquí un repaso a los hechos del caso, que cautivó al país:
El secuestro
El 23 de marzo de 2015, Huskins fue secuestrada por un intruso enmascarado que irrumpió en su casa de Vallejo, una ciudad de la bahía de San Francisco. Su novio, Aaron Quinn, dijo a los detectives que se despertó con una luz brillante en la cara y que los intrusos les habían drogado, vendado los ojos y atado a ambos antes de llevarse por la fuerza a Huskins en mitad de la noche. Quinn también dijo que los secuestradores exigían un rescate de 8.500 dólares.
Un detective de la policía de Vallejo interrogó a Quinn durante horas, sugiriendo en ocasiones que podría haber estado implicado en la desaparición de Huskins. Quinn se sometió a la prueba del polígrafo y un agente del FBI le dijo que no la había superado, según contó la pareja más tarde en un libro sobre su terrible experiencia.
Huskins, que entonces tenía 29 años, apareció ilesa dos días después en la puerta del apartamento de su padre en Huntington Beach, una ciudad del sur de California, donde dijo que la habían dejado. Reapareció horas antes de que se pagara el rescate.
La policía lo considera un engaño
Ese mismo día, la policía de Vallejo anunció en rueda de prensa que no había encontrado pruebas de secuestro y acusó a Huskins y Quinn de fingir el secuestro, lo que desencadenó una búsqueda masiva.
La policía dijo que empezó a sospechar porque Quinn esperó horas para denunciar el secuestro. En la rueda de prensa, el portavoz Kenny Park expresó su disgusto por los recursos supuestamente despilfarrados, con 40 detectives asignados al caso, y el miedo que causó entre la comunidad.
“Era una historia tan increíble que al principio nos costó creerla y, tras investigar más a fondo, no pudimos corroborar nada de lo que decía”, declaró Park.
Pero Quinn y Huskins se mantuvieron firmes en que no era un engaño e insistieron en que ellos eran las víctimas. El abogado de Quinn explicó el retraso en informar a la policía señalando que su cliente había sido atado y drogado.
Un sospechoso es capturado y condenado
La pareja tuvo razón cuando Matthew Muller, un abogado inhabilitado y licenciado en Harvard, fue detenido y acusado del secuestro de Huskins.
Muller fue detenido el 8 de junio de 2015 en South Lake Tahoe por un robo con allanamiento de morada ocurrido en Dublín, una ciudad de la zona de la Bahía, y que tenía similitudes con el caso de Vallejo. Los investigadores encontraron un ordenador portátil que se parecía a uno que pertenecía a Quinn y que había sido sustraído.
En el registro de un coche robado relacionado con Muller se encontraron muchos otros objetos, como una pistola de agua con una linterna y un puntero láser, y unas gafas similares a las que Huskins y Quinn dijeron que les habían obligado a llevar durante el secuestro. En las gafas había un mechón de pelo largo y rubio, del mismo color que el de la víctima. Los detectives también determinaron que en el historial del sistema de navegación del vehículo aparecía una dirección de Huntington Beach.
Muller se declaró culpable del secuestro y cumple una condena de 40 años de prisión.
El después
Huskins y Quinn demandaron a la ciudad de Vallejo y a su departamento de policía por detención ilegal, difamación, e imposición intencional de angustia emocional, y llegaron a un acuerdo de 2,5 millones de dólares en 2018.
Durante el juicio de Muller, los fiscales dijeron que usó un dron para espiar a la pareja antes de irrumpir en la casa con el arma falsa, atarlos y hacerles beber un líquido inductor del sueño. Mientras tenían los ojos vendados, Muller, que iba vestido con un traje de neopreno de cuerpo entero, puso una grabación que hacía parecer que había más de un secuestrador, dijeron.
Muller metió a Huskins en su maletero, la llevó a su casa de South Lake Tahoe y la retuvo allí durante dos días. Los investigadores dijeron que encontraron vídeos de Muller colocando cámaras en un dormitorio y después grabándose a sí mismo dos veces agrediendo sexualmente a su víctima con los ojos vendados. The Associated Press no suele revelar los nombres de las víctimas de agresiones sexuales a menos que se presenten públicamente con sus historias, como Huskins ha hecho con frecuencia.
Durante y después del secuestro, Muller utilizó una cuenta de correo electrónico anónima para enviar mensajes a un reportero de San Francisco en los que afirmaba que Huskins había sido secuestrada por un equipo de delincuentes de élite que practicaban sus tácticas.
Dónde están ahora
Huskins y Quinn se casaron en septiembre de 2018 y tienen dos hijos pequeños. En 2021 publicaron su libro “Víctima F: de víctimas del crimen a sospechosos y supervivientes”.
Ese mismo año, tanto la ciudad de Vallejo como su departamento de policía pidieron disculpas a la pareja.
“El caso Huskins Quinn no fue manejado públicamente con el tipo de sensibilidad con la que un caso de esta naturaleza debería haber sido manejado, y por eso, la ciudad extiende una disculpa a la Sra. Huskins y al Sr. Quinn”, dijeron funcionarios de la ciudad en una declaración enviada a KGO-TV.
El jefe de policía Shawny Williams, que no ocupaba ese puesto en el momento del secuestro, calificó el calvario de la pareja de “horrible y malvado”, se disculpó por cómo habían sido tratados y prometió garantizar que “los supervivientes reciban un servicio compasivo con dignidad y respeto”.