ES UNA CRIATURA INSACIABLE
Dentro de la gigantesca comunidad de consumidores de cine, y parte de esta muestra que se identifica como crítica, puede haber todavía quien no esté convencido del nivel interpretativo de la actriz Emma Stone. De ser ese el caso, la recomendación es observar y sobre todo deleitarse con el trabajo impecable que la nacida en Scottsdale, Arizona, logra en ‘Pobres criaturas’, la más reciente película del excéntrico director Yorgos Lanthimos. La ganadora del Oscar a Mejor Actriz por ‘La la land’ (2016) consiguió una merecida nominación en la misma categoría en los premios de este año, y muy seguramente alzará la estatuilla en la ceremonia programada para el próximo domingo 10 de marzo. Hija, amante y monstruo A buen ritmo y con decisiones acertadas a la hora de escoger el proyecto en el que va a trabajar, la actriz y productora de 35 años, ha asegurado su lugar entre las mejores del mundo. Como muestra, la actual temporada de premios en la que ya recibió el Globo de Oro y el Critics Choice Award. En espera, el BAFTA, a celebrarse el 18 de febrero, y el SAG, el 24 del mismo mes. Estos reconocimientos, junto al más importante –el de los Premios de la Academia, por el que también está nominadahablan de la reacción que causó encarnando a Bella Baxter, una combinación de hija, amante y monstruo con forma de mujer que evoluciona a un ser pensante, y que en medio de una estética psicodélica impresionante, deja al público con la boca abierta. Sin dar mayores detalles, la premisa de la historia claramente ligada con el ‘Frankenstein’ de Mary Shelley presenta en el rol protagónico a la criatura creada por el doctor Godwin Baxter, quien apoyado por el discípulo Max Mccandles, lleva un detallado registro de sus avances. Bella Baxter, el centro del universo escrito por Alasdair Gray y que para la versión fílmica pasó por la adaptación de Tony Mcnamara, brinda al espectador la perspectiva de un ser hambriento de conocimiento, de una mujer que se arroja a la experimentación desafiando los códigos sociales y que con cada paso que da está dispuesta a vivir, entendiendo el acto como algo más allá de simplemente contener en un cuerpo a las funciones que la bioquímica realiza para ello. La mujer a la que Stone da vida, es un personaje perfectamente diseñado para disertar sobre ética, equidad y libertad, lo que es evidente desde el momento en que abandona el hogar del científico y se aventura a conocer el mundo de la mano del abogado Duncan Wedderburn.