Los riesgos del regreso a clases y el activismo político
El regreso a clases en preparatorias y universidades presenta varios desafíos en sí mismos que se agravan con el proceso electoral que se va realizar el 2 de junio próximo y que serán reconocidas como las más grandes que ha tenido México, en el país este 2024.
El activismo político de los partidos en las universidades públicas durante un proceso electoral puede plantear varios riesgos y desafíos debido al ambiente de polarización y conflictividad que hay en prácticamente todo el país.
Los estudiantes no estarán exentos del activismo en las universidades lo que puede afectar la convivencia y la atmósfera académica, generando conflictos entre diferentes grupos con posturas políticas opuestas.
Hay que cuidar y tratar de evitar que la participación excesiva de partidos políticos en las universidades pueda llevar a una intromisión en el ámbito académico ya que la presión para adoptar ciertas posturas políticas o el uso de recursos educativos para promover agendas partidistas pueden comprometer la integridad académica.
Otro aspecto es el uso indebido de recursos universitarios ya que si bien los partidos políticos utilizarán recursos universitarios “ilimitados” también buscarán hacer uso de las instalaciones, equipos o personal, para promover sus intereses, esto podría ser considerado como un uso indebido de los recursos públicos. Podría generar críticas y cuestionamientos sobre la ética en el manejo de los recursos universitarios.
El activismo político puede afectar la libertad académica, ya que la presión para adoptar ciertas posturas políticas podría limitar la diversidad de opiniones y el libre intercambio de ideas en el entorno académico.
No se debe olvidar que las universidades tienen como objetivo principal la formación académica y la promoción del pensamiento crítico por eso hay que tratar de evitar que la participación excesiva de partidos políticos pueda desviar la atención de estos objetivos y distorsionar el propósito educativo de las instituciones.
Siempre las universidades públicas suelen ser consideradas como instituciones neutrales y objetivas por eso será un reto buscar que el activismo político de los partidos evite comprometer esa neutralidad, generando dudas sobre la imparcialidad de las instituciones.
Es importante destacar que la participación política en el ámbito universitario no es necesariamente negativa, siempre y cuando se realice de manera respetuosa, ética y en consonancia con los principios académicos fundamentales. Sin embargo, es esencial encontrar un equilibrio para garantizar que la universidad siga cumpliendo su función principal de proporcionar educación de calidad y fomentar el pensamiento crítico.
El próximo 2 de junio próximo se llevarán a cabo las elecciones más grandes que ha tenido México ya que se celebrarán comicios federales y la concurrencia de 32 entidades federativas lo que augura una jornada electoral sin precedentes.
En las elecciones federales 2024 se elegirá para el Congreso de la Unión 64 Senadurías por el principio de mayoría relativa, 32 Senadurías por el principio de representación proporcional, 32 Senadurías de primera minoría, 300 Diputaciones por el principio de mayoría relativa, 200 Diputaciones por representación proporcional y sobre todo por primera vez presidenta de la República, por eso hay que cuidar que la injerencia de los partidos y candidatos no vaya a generar desestabilización y desvió de los objetivos de las instituciones educativas.