¿Seguro que no le pierde marchante?
Ciudad Juárez.- En entregas pasadas, he estado comentando sobre la construcción de una narrativa de la oposición con la cual se pretende mostrar un bloque ciudadano, aunque en el fondo no son más que los mismos políticos anquilosados de siempre, con los mismos intereses personales y por supuesto, con las mismas mañas.
Como es bien sabido, me gusta utilizar frases de grandes personajes, tanto por el talento que tuvieron para representar en palabras los hechos vividos, como por su trascendencia e impacto en la vida social. En este caso, utilizaré una frase del político y abogado español Niceto Alcalá Zamora, el mismo que fue el primer presidente de la Segunda República Española; quién en alguna ocasión comentó “Hay conciencias tan falsas que su remordimiento es sólo el engaño de sí mismas”.
Esa frase retrata perfectamente lo que están haciendo los partidos opositores al régimen de la Cuarta Transformación. Durante meses han tratado de contarnos que abrazan una iniciativa ciudadana para llevar al poder a una persona que tiene más de 20 años haciendo política. Debo aclarar en este punto, que mi crítica no está dirigida a las personas en su individualidad, sino a la construcción de una mentira que pretenden lanzar a la sociedad mexicana.
Vayamos por partes; si bien es cierto que la candidata opositora no es militante de algún partido político y que, probablemente no era el personaje favorito de las dirigencias partidistas; la realidad es que desde la administración foxista estuvo trabajando para los proyectos panistas, tanto en la esfera ejecutiva como en la legislativa, incluso ha sido candidata por el Partido Acción Nacional; de hecho, actualmente es senadora con licencia por ese partido político.
Por supuesto que pertenecer a un partido no es algo malo; es parte de la naturaleza misma del sistema político mexicano. Lo que resalta de una narrativa como la de la candidata opositora, es que después de tantos años de representar los intereses del PAN se diga ajena a sus intereses y perspectivas sociales; da la apariencia que le avergüenza pertenecer a ese grupo de políticos. Por si esto fuera poco, ahora abraza las costumbres y acciones priistas que tanto denostó hace poco tiempo.
Esta circunstancia, no puede convertirse en una realidad sin la complacencia y el beneplácito de los dirigentes de los partidos que ahora la abanderan en esta cruzada por retomar el poder que perdieron en el 2018; quienes además de recibirla en sus filas, la utilizan para seguir usufructuando con la voracidad que les caracterizó durante su etapa como gobernantes.
Tal es la manera en que han construido esa candidatura ciudadana, que les importó poco el no incluir a ciudadanos reales en las candidaturas al congreso o a los diferentes cargos ejecutivos que se definirán en el próximo mes de junio. Por el contrario, tal parece que los viejos rostros representativos del viejo sistema político mexicano que se caracterizó por la corrupción ahora salen a la luz pública con total desfachatez.
Nombres como el de Manlio Fabio Beltrones; si, ese que ha sido relacionado con el blanqueo de dinero en Andorra y que supuestamente también involucra a su hija la cual se encuentra en esas listas de candidaturas. También se encuentra en ellas, Francisco García Cabeza de Vaca, a quien en 2020 se le acusó de la comisión de delitos de lavado de dinero, delincuencia organizada y fraude fiscal.
Así como los anteriormente citados, Germán Martínez, Josefina Vázquez Mota, Kenia López Rabadán, Julen Rementería y Gabriel Quadri entre otros. También el eterno legislador y líder de la CTM Carlos Humberto Aceves del Olmo, Rubén Moreira y Silvano Aureoles entre otros.
La cereza en el pastel de este grupo selecto de la vieja, anquilosada y raquítica guardia política, son dos elementos que representan a este tipo de personajes; Alejandro Moreno, actual presidente del PRI y su homólogo del PAN Markocortes, quienes se reservaron las primeras plurinominales de sus respectivos partidos. Aquí vale la expresión popular tan utilizada en el regateo cuando el cliente sabe que le están engañando y en tono de burla comenta “¿seguro que no le pierde marchante?”.
Como pueden apreciar amigos lectores, el bloque opositor no tiene nada de ciudadano; será prerrogativa de los ciudadanos creerles o no… pero la responsabilidad de todos será recordar lo que hicieron en el pasado para que no nos vuelvan a engañar.