Lidiando con los precios
¿Qué es el precio? Es el valor monetario de una unidad física de un bien económico. Por ejemplo, el precio de las papas puede ser de 50 pesos (valor monetario) por kilo (unidad física). A este se le identifica como precio absoluto (PA). El precio relativo (PR) es la relación entre un PA y otro PA. Este puede ser referido contra otro bien económico o el mismo bien en otro sitio, Por ejemplo, continuando el caso anterior, si el PA de las papas en el sitio uno es de 50 pesos por kilo y el precio del sitio dos es de 60 pesos. El PR de (1) respecto (2) relativo 50/60 o 0.83333. Los precios relativos ya no corresponden a valores monetarios sino a números puros. Todos los PR pueden referirse al precio de un mismo bien, que pasa a ser así, el único término de referencia para los precios de todos los demás bienes.
En una economía real pueden variar y en general varían continuamente tanto los PA como los PR. A veces el fenómeno más alarmante para los gobiernos es la variación de los PA casi todos en el mismo sentido, en aumento, y entonces se habla de inflación, o en disminución y entonces de habla de deflación. Otras veces, con frecuencia, los PR varían, para ciertos bienes aumentando y para otros disminuyendo, indicando que cambian las relaciones de valor monetario entre los diversos bienes: algunos se vuelven más caros, otros menos.
Para cuantificar las variaciones de los PR el INEGI registra los precios absolutos de un mismo bien, en ciudades seleccionadas para diversos vendedores por quincena y para una canasta de bienes. El resultado es el registro de miles de PA por ciudad. Al procesarlos se obtienen números índice para bienes económicos, que se presentan después, agrupados, usualmente en ocho categorías y otras clasificaciones. Un número índice puede ser 1.00665, este en comparación contra otro número índice, permite establecer variaciones porcentuales, que resultan más comprensibles.
Por ejemplo, los números índice de mayor agregación para la canasta de bienes de consumo final, correspondientes a diciembre de 2023 contra diciembre de 2022, arrojó una variación del Índice Nacional de Precios al Consumidor de 4.66%. Lo cual no significa que la inflación por ciudad sea igual o semejante. A este lo denominamos Variación del Índice General por Ciudad (X). Por ejemplo, en Ciudad Juárez la variación anual de 2023 fue de 3.68% en tanto que la correspondiente a la ciudad de Chihuahua fue 5.42%. Como se puede inferir, la diferencia entre las inflaciones es significativa, y evidencia que, en ese año, la capacidad de compra de los chihuahuenses se demerita más que para los juarenses. Esta comparación da pie a muchas interrogantes: ¿cuáles son los factores que determinan esta diferenciación? ¿qué conceptos sufren mayor cambio? ¿qué conceptos de gasto observan en cada ciudad mayores diferencias? ¿cuáles pueden ser sus causas? y así sucesivamente.
El ejemplo relativo al encarecimiento diverso de la canasta de bienes de consumo es uno de los usos del conocimiento de los precios.
La necesidad de los precios se origina en la necesidad de realizar cálculos económicos en valor monetario. En una economía de mercado, los precios tienen además la función de brindar señales para orientar la producción y el consumo, de manera que satisfagan las necesidades de las familias para mejorar el rendimiento de sus ingresos y de los productores para la asignación de sus recursos.
Los agentes económicos (productores y consumidores) son libres de hacer, y cada uno de ellos formula y trata de realizar un plan propio de acción que considera el mejor para él, debido a los precios. El problema es ver si esos planes autónomos son compatibles entre sí, y si su realización, además de satisfacer a los agentes económicos individuales, satisface también algún criterio social y político.
Si observamos la evolución de los precios expresada en variaciones del período 2020-2023 para el rubro de Alimentos, bebidas y tabaco, encontramos una regularidad en todos los años del período: la variación porcentual registrada en la ciudad de Chihuahua es mayor que la referida a Ciudad Juárez. Por ejemplo, en 2023 la diferencia en las variaciones en este concepto, en Ciudad Juárez fue de 1.62%, en tanto que, en la ciudad de Chihuahua, ascendió a 5.65%. La diferencia abre la necesidad de explicar los factores determinantes. ¿La importación de cárnicos, frutas y verduras? No parece explicación suficiente.
La mayor parte de estos bienes son de procedencia nacional ¿Qué decir de la incidencia de los costos de transporte? Para quienes visitamos con frecuencia Ciudad Juárez, parece más razonable como explicación, la libre concurrencia: hay una gran diversidad de canales de compra y comercialización. Hay otros rubros que suscitan perplejidad, pues los dos años primeros del lapso en referencia para el rubro de Vivienda y Muebles, aparatos y accesorios domésticos, muestra variaciones para Ciudad Juárez mayores que en la ciudad de Chihuahua, y en los últimos años exhiben comportamientos inversos muy diferentes, incluso negativos (abaratamientos mayores al nivel de precios del año previo inmediato) para Ciudad Juárez.
Estos comportamientos de los precios se pueden esgrimir para justificar los bajos salarios en plantas maquiladoras, pero en la ciudad de Chihuahua, no vale. En suma, enfrentamos en apariencia distorsiones de mercado. Y precisamente aquí es donde vemos la ausencia de un agente NO ECONÓMICO (en la visión escolástica de la economía): el Estado. Si bien en México, el Estado también es agente económico y en algunos casos preponderante; el Estado que se requiere es aquel que enfrenta las necesidades de solventar las insuficiencias o las distorsiones del mercado (pasando por el rol libérrimo de algunos agentes productivos).
El Estado que se hace cargo del desarrollo económico y del bienestar de los consumidores inermes ante el mercado que los avasalla. Estamos hablando del Estado que tiene concreción en los gobiernos estatal y municipales y sus capacidades para investigar la realidad y formular e instrumentar las políticas públicas consecuentes.