Barato o menos caro
Desde hace ya algunos años o sexenios, que en el común de las gentes, especialmente entre las madres de familia, natural e históricamente consideradas y reconocidas como las esforzadas ecónomas del hogar; así como entre los “jefes” del mismo, se escucha decir que la temida ‘cuesta de enero’, ya no sólo es de enero sino de cada mes, de todo el año. Que todo está por las nubes y que al adquirir tal o cual producto, ya no se busca el que esté barato o más barato, sino el que esté menos caro.
Ante esa preocupante y angustiante realidad económica de la inmensa mayoría de los hogares chihuahuenses y de todo el territorio de los EUM, resulta muy valiosa y oportuna información del Sondeo de El Diario, sobre todo en el presente proceso cívico-político-electoral y electorero, que realizó la reportera Denisse Acosta, publicado el lunes 29 del próximo pasado mes, titulado: NO ALCANZA SALARIO NI PARA LA CANASTA BÁSICA, en donde destaca que “en el centro de la ciudad, los ciudadanos entrevistados se quejaron de que no pueden con sus ingresos adquirir siquiera la canasta básica.
Afirmando que “Con coraje y tristeza fue como expresaron su disgusto los chihuahuenses debido a que con el salario mínimo no les alcanza para surtir su despensa completa.
Así, la señora Lorena Lozano, respondió: “Todo está muy caro, nos tenemos que limitar en muchas cosas, yo he notado que cada semana les aumentan 5 pesos a los precios del mandado.
“Luis Raúl Tovar expresó que ‘siempre ha estado caro todo, pero últimamente más; tenemos que estirar el billete y ni así alcanza, el gobierno no hace nada, parece que no le importa su gente’.
“Los alimentos indispensables como el tomate, chile, cebolla, entre otras, está muy caro, todo sube, menos nuestro salario, comentaron Margarita Gálvez y Jesús José Sánchez, agregando que ‘nosotros somos pensionados y ni así nos alcanza ya sólo somos nosotros dos, no me quiero imaginar cómo le hacen las familias grandes’.
En tanto que la señora Lourdes Vega, respondió: “En cualquier cosa se gasta el dinero, ya no podemos ahorrar, en cuatro o cinco cosas son casi los 300 pesos, vivimos muy apenas”.
A lo anterior, agréguele usted apreciable lector, que muchos de los productos básicos para la comida, algunos dizque en oferta, una vez que los tiene en su casa, al lavarlos, descubre que están caducos, visiblemente echándose a perder; o, de plano, en proceso de putrefacción. Razón por lo cual debe tirarlos a la basura, con la consecuente merma al de por sí exiguo ingreso familiar
No es ocioso dar a conocer los 40 productos de la canasta básica propuestos por el programa SEGALMEX (Seguridad Alimentaria Mexicana): maíz, frijol, arroz, azúcar, harina de maíz enriquecida, aceite vegetal comestible, atún sardina, leche fluida en polvo y derivado de la leche, chiles envasados, café soluble, sal de mesa, avena, pasta para sopa, harina de trigo, chocolate, galletas marías, de animales y saladas, lentejas, jabón de lavandería, jabón de tocador.
Papel higiénico, detergente en polvo, crema dental, carne de res, carne de puerco, carne de pollo, tostadas, pan de caja y de dulce, huevo fresco, pescado seco, agua purificada, golosina de amaranto, cacahuate, etc.; puré de tomate envasado, frutas deshidratadas, Jamaica y tamarindo naturales, concentrados sin azúcar para elaboración de bebidas (Jamaica y tamarindos, etc.), gelatina, garbanzos, chícharos y soya, cuadro básico de frutas y verduras, pilas.
El programa SEGALMEX, que tal parece surge para sustituir a las nada aceptadas y/o justipreciadas CONASUPO y DICONSA, por los neoliberales, se creó para COMBATIR EL HAMBRE, LA DESNUTRICIÓN Y LA INJUSTICIA DE NO TENER LO MÁS ELEMENTAL: LA COMIDA.
Al respecto, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) afirma que al finalizar el año 2023, el precio promedio de la Canasta Básica, fue de mil 795.90 pesos.
Por supuesto que no son los únicos egresos o gastos cotidianos individuales o de la familia, se está hablando preponderantemente de productos alimenticios, ya que la CANASTA BÁSICA FAMILIAR comprende también: Educación, vestuario, vivienda, salud, servicios públicos, transporte, deporte, diversión y entretenimiento, cultura, viajes de placer o de estudio.
Ahora bien, mientras ese panorama descrito lo “viven”, lo soportan día tras día, miles de millones de seres humanos que trabajan en el medio urbano y rural en todo el Planeta Tierra, Oxfam (Comité de Oxford de ayuda contra el hambre) da a conocer que “en México, 40 años de transferencias masivas a magnates se forjaron con venta de bienes públicos (Entre otros, Carlos Slim, Roberto Hernández, Alfredo Harp Helú, Antonio del Valle Ruiz, Ricardo Salinas Pliego, Germán Larrea, Fernando Chico Pardo, Alejandro Balléres, David Peñalosa Alanís).
“[…] lo que ha derivado en un poder político que no sólo les permite conservar sus fortunas, sino hacer más pobre al resto de la población con los controles de precios que pueden ejercer a través de sus monopolios, exhibe un nuevo informe de Oxfam México.
Que “Los 14 ultrarricos mexicanos concentran 8 por ciento de la riqueza en un país donde 9 millones viven al día. Once de esos 14 se han beneficiado y se siguen beneficiando de múltiples privatizaciones, concesiones y permisos que les ha otorgado el gobierno mexicano en las décadas recientes”, enfatiza el informe. (Dora Villanueva, Periódico La Jornada, miércoles 24 de enero de 2024).
Por su parte, Fabricio Mejía Madrid, experto en investigación periodística, en su artículo ULTRARRICOS, escribió: “El informe de este año sobre desigualdad de Oxfam contiene dos datos escalofriantes: desde 2020 hasta 2024, los cinco magnates planetarios recibieron 14 millones de dólares por hora; mientras que un trabajador necesitaría doce siglos [mil 200 años] para ganar lo que un presidente de una de las empresas de Formes 100 obtiene en un año. A nivel global, los ultramillonarios duplicaron sus riquezas con la pandemia y 5 mil millones de trabajadores perdieron al año un mes completo de salario por la INFLACIÓN”. (Ibídem, La Jornada, 27/1/24).
Contundente sentencia de JESÚS: “Yo les aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos. Se los repito: Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los cielos”. (Mateo 19, 23-24).