CALISTA FLOCKHART SE UNE A LA BANDADA
Santa Mónica, California — Calista Flockhart, está de vuelta. La mujer que saltó al estrellato a finales de los 90 como Ally Mcbeal, la estrafalaria abogada de Boston con minifaldas y maxi–neurosis, un papel que volvió a interpretar en los Emmy de este mes, haciendo un caprichoso baile con sus antiguos compañeros de reparto masculinos en un decorado parecido al legendario baño unisex de la serie, con Barry White como banda sonora, ha regresado.
Flockhart prácticamente desapareció del escenario y la pantalla en la cima de su estrellato, cabalgando hacia la puesta de sol de Brentwood con otra estrella, Harrison Ford. Lo dejó para ser madre y dedicarse a criar a Liam, el hijo que había adoptado un año antes de conocer a Ford.
Ahora, a sus 59 años, ha vuelto, interpretando a una Lee Radziwill radiante en el último nido de víboras de Ryan Murphy, “Feud: Capote contra los cisnes”, la nueva temporada de su serie antológica de FX. Murphy la ha descrito como “la ‘Real Housewives’ original”.
Radziwill, nuestra Princesa Margarita y toda una influencer, se desahogó con Capote, hablándole de su matrimonio en ruinas, de que Jackie la eclipsaba y de que le había robado a su pretendiente, Aristóteles Onassis. “Dios mío: qué celosa está de Jackie”, escribió Capote en una carta de 1962 a Cecil Beaton.
Murphy dijo que Flockhart siempre había encabezado su lista para interpretar a Radziwill, porque había oído hablar de sus brillantes actuaciones en el escenario cuando era joven.
“Lee Radziwill era, de todas ellas, la más viperina y la más oscura, la que más sufría”, dijo. “Era la más famosa, la realeza americana. No estaba seguro de que Calista, que había sido Ally Mcbeal y tenía fama de ser la novia de América, la chica de al lado, quisiera hacer algo así en ese momento de su vida. Pero dijo que sí sin dudarlo. Realmente fue a por ello, lo cual admiré. Era afilada como una daga.
Las personas que han trabajado con Flockhart la describen como tímida, secamente divertida y atenta a la hora de enviar flores y regalos a los miembros del personal de apoyo. No es vanidosa y prefiere no mirarse, ni en la televisión ni en el espejo.
“Tiene una especie de polvo de hadas molecular”, dice su viejo amigo, el dramaturgo, guionista de televisión y actor Jon Robin Baitz. “Le corre por las venas. La hace capaz de lo más grande que puede hacer un actor, que es sorprenderte”.