AMOR INCONDICIONAL
Reducen la depresión y la ansiedad
¿Sabías que los lomitos son utilizados en terapias con pacientes que padecen cáncer? Sí, así como lees. Además de ser los más tiernos, se ha demostrado científicamente que convivir con un perro reduce la preocupación y el estrés, ayudándonos a sentir seguros y mejorando nuestro estado de ánimo.
Aumentan tu autoestima
Tu mascota no se va a reír por tu forma de vestir o por tu manera de peinarte, lo único que ellos buscan es compañía y amor. Gracias a que ellos nos aceptan tal cual somos, esto puede ayudarnos a recuperar nuestra seguridad y confianza en nosotros mismos.
Te mantienen activo
Si ya cuentas con mascotas en casa, entenderás este punto perfectamente bien. Aunque todas las mascotas requieren de nuestra atención, hay algunas mascotas (como los perros) que nos exigen más atención, lo que a su vez, se vuelve muy benéfico para mantenernos en movimiento constante.
Mejoran la salud
Además de mejorar tu condición física, alivian los posibles daños causados por el estrés. Y es que, una mascota puede contribuir al aumento de defensas inmunitarias. Acariciar y jugar con tu gato o perro aumenta la producción de serotonina y dopamina relejándonos y reforzando nuestro sistema inmune.
Te enseñan el valor de la fidelidad
No hay un ser más amoroso y fiel que un perro. Ellos son los primeros que nos demuestran el verdadero significado de lo que es un amor eterno, puro y sincero.
En conclusión, podemos decirte que una mascota es lo mejor que te puede pasar en la vida.