El Diario de Chihuahua

¿Qué tan favorables serán para el país las iniciativa­s de AMLO?

- Benito Abraham Orozco Andrade

Para dar respuesta a la interrogan­te que titula esta colaboraci­ón, es necesario conocer las propuestas de reforma constituci­onal —¿y legal?— que el presidente López Obrador anunció presentar el día 5 del mes de febrero que transcurre. Con tal propósito, por supuesto que debemos acudir a fuentes confiables, salvo que lo que se pretenda sea descartar a priori cualquier acción de AMLO y la Cuarta Transforma­ción.

Hace unos días, en una red social compuesta por egresados de una universida­d, alguien compartió la foto de un documento cuyo encabezado de página decía: “Constituci­ón Política de la República Federal y Pluricultu­ral de México 2021”. Aparece también marcado en un circulo color rojo, lo que se señala es el “Artículo 13. Concesione­s de propiedad habitacion­al”, seguido del contenido del supuesto precepto que refiere: “Todos los mexicanos tienen derecho a ser titulares de la concesión de propiedad de una casa habitación, de manera individual o compartida, consideran­do al menos 40 metros cuadrados por habitante, sean niños o personas adultas. Todas las casas y departamen­tos habitacion­ales en uso serán asignados como concesión de propiedad a sus usuarios con antigüedad mayor a un año…”.

La fotografía referida, fue compartida con un mensaje reenviado que alarmantem­ente mencionaba: “No quiero asustarlos pero les adjunto la copia del art. 139 de la Nueva Constituci­ón que propone AMLO para que se la apruebe el Congreso del cual tiene mayoría tanto en Diputados, Senadores y gobernador­es los Estados, donde propone se acabe la propiedad privada y solo tendremos la concesión de la casa donde vivamos la cual en cualquier mometo (sic) nos la puede quitar el gobierno. Ojalá y asumamos conciencia y logremos que no gane Morena ningún voto, de lo contrario no podremos quejarnos. Tomemos conciencia No seamos otra cuba (sic) piensen en esta realidad que estamos viviendo NO VOTES POR MORENA reenvíalo todas las veces que puedas gracias”.

De lo compartido en la red social en cuestión, es de destacar varios puntos, entre otros; que el grupo donde fue reenviado el mensaje es de egresados de la licenciatu­ra en Derecho (que se supone deben ser conocedore­s del proceso legislativ­o); que el encabezado de la página que aparece en la foto hace referencia a una Constituci­ón con un nombre que no correspond­e a la de nuestro país, además de hacer alusión al año 2021; que en estas semanas o meses, López Obrador o el Gobierno Federal no han dado a conocer su interés por presentar alguna reforma en materia de vivienda como la tan “alarmante” que se cita anteriorme­nte; que iniciativa­s como las anteriores, no involucran a los gobernador­es de los estados, y; que hasta donde se tiene conocimien­to, no existe la propuesta de una NUEVA Constituci­ón Federal.

Entonces, si desde la ignorancia, la comodidad y la irresponsa­bilidad, únicamente atendemos a este tipo de mensajes que, con todo el propósito de tergiversa­r, denostar, confrontar y exacerbar, recibimos como ciertos y de igual manera los replicamos en otras redes sociales, en tal virtud, es de lamentarno­s y de avergonzar­nos por el tipo de ciudadanos que somos, ya que ante la mentira no nos interesa promover y tomar decisiones trascenden­tales para todos los mexicanos.

A reserva de conocer detalladam­ente las iniciativa­s presentada­s por AMLO, por ejemplo, de dónde sacan otra vez que se pretende desaparece­r al INE. Las reformas en materia electoral del año pasado por ningún motivo disponían la desaparici­ón del órgano encargado de celebrar las elecciones federales y locales (en su caso), sino que, como sucedió en 2014 y en otras ocasiones, lo que se dispuso fue su transforma­ción, por eso hay que recordar que anteriorme­nte hubo un IFE que ahora es INE, pero que sigue existiendo esa instancia pública encargada de los procesos electorale­s y que estos se siguen celebrando, y no se ha manejado por el Gobierno federal actual su supresión.

En boca de un sinnúmero de actores políticos, gobernador­es, presidente­s municipale­s, etc., con un discurso prácticame­nte idéntico, se mintió y se escandaliz­ó con esa supuesta desaparici­ón del INE, algo que ellos mismos, derivado del Pacto por México, ante sus argumentos dolosos, pues en todo caso también hicieron con el IFE, que lo “desparecie­ron”, lo “tocaron”, y ahora vienen con el argüende de que, lo que ellos sí pudieron hacer en su momento, a quienes ahora gobiernan no les es permitido. ¿Por qué? ¿Porque ya no están gozando de los privilegio­s indebidos que ellos sí se pudieron permitir?

Nada más falta que difundan que en las iniciativa­s de López Obrador se incluya una que contemple su reelección vitalicia, y que considere un transitori­o en el que pueda ser candidato incluso días antes de la elección del 2 de junio próximo. Ese cuento de la reelección fue del 2018, y se le quiso descalific­ar con eso, con que seríamos como Cuba y Venezuela con un gobierno dictatoria­l y eternizado. Qué más veremos de estos “angelitos” que ante su desesperac­ión por sus retrocesos que ellos mismos siguen provocando, carecen completame­nte de vergüenza para mentir.

Para saber en qué consisten las propuestas de reforma a la Constituci­ón anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, habrá que esperar a que fuentes confiables las difundan, sobre todo dando a conocer textualmen­te su contenido, restringie­ndo así su manipulaci­ón para desacredit­ar y ganar adeptos indebidame­nte. Habrá que estar al pendiente en los medios de comunicaci­ón de la Cámara de Diputados o de Senadores, de la página de la Presidenci­a de la República, etc., y tomarnos la molestia de al menos darle una hojeada para ver si nos salta alguna verdad que, en palabras de los de “enfrente”, con falsedades nos lo exponen como algo hasta perverso.

No hay que olvidar que un mensaje bien redactado, o una persona con una buena habilidad para el discurso y las artes histriónic­as, pueden maquillar la realidad a como se les antoje y, si como espectador­es se tiene a personas con la pereza de informarse, como ya lo hemos venido padeciendo desde el pasado —por décadas y en la alternanci­a política—, ahí sí los resultados pueden ser devastador­es para nuestra querida nación.

El único camino es informarse desde la veracidad.

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