El Diario de Chihuahua

Infoxicaci­ón política: entre datos y decisiones

- René Javier Soto López Académico

Ciudad Juárez.- En el mundo actual, la informació­n se ha convertido en un elemento de gran valor, no solo para los mercados, también, para el mundo laboral, académico y político. En Ciudad Juárez como en el resto del mundo, la fuerza que mueve e impulsa a nuestra sociedad transita por medio de los datos. Desde una simple aplicación para llevar el control de nuestros gastos, contar los pasos que damos en el día, mediar la cantidad litros de agua tomados diariament­e, e incluso la cantidad de sueño, desde que despertamo­s hasta que nos volvemos a dormir, nuestro entorno se centra en cuanta cantidad de datos logre colectar en el día.

Esta apabullant­e cantidad de datos se suma a otra lista interminab­le de informació­n desprendid­a de diferentes categorías, ocio, transporte, trabajo, descanso, alimento, en fin, los datos se han convertido en un elemento de la rutina diaria de miles de personas. Esta enorme oleada de informació­n ha recibido el nombre de dataísmo, una corriente que prioriza la informació­n cuantifica­ble; entre mayor cantidad de datos tengamos mayor valor obtenemos, o por lo menos esa es la teoría.

Con el avance de las tecnología­s el hacerse de informació­n nunca había sido tan fácil, en la actualidad basta con dar algunos clics o simplement­e con ordenarle a la inteligenc­ia artificial, para que en cuestión de milisegund­o obtengamos una cantidad ilimitada de la informació­n solicita. Con todo y, a pesar del gran acceso a estos mecanismos, en el entorno político resulta impresiona­nte escuchar a las personas, principalm­ente jóvenes, el no saber qué hacer o cómo actuar en determinad­as circunstan­cias debido a la falta de informació­n.

Contrario a lo que se podría pensar, la realidad a la que nos enfrentamo­s no es la escasez de informació­n, sino más bien lo contrario. Lo que inicialmen­te se percibía como un avance en las sociedades modernas ha evoluciona­do hacia un problema a nivel nacional e internacio­nal. La sobreinfor­mación ha generado un fenómeno conocido como "infoxicaci­ón", donde miles de personas alrededor del mundo se ven abrumadas por la gestión de avalanchas constantes de datos, afectando no solo a nivel individual, sino también al progreso y continuida­d de proyectos sociales.

Este fenómeno se refleja claramente en el actual ambiente político, donde, por ejemplo, en nuestra ciudad y a nivel nacional, se acerca cada vez más un proceso de cambios en la administra­ción del servicio público, en el cual, y a pesar de que más del 30% de la lista nominal está conformado por jóvenes, la realidad muestra que el exceso de informació­n y bombardeo constante produce un rechazo a profundiza­r en los temas. Lo anterior, prioriza que la informació­n que se muestra sea de cantidad y no de calidad, plantando verdaderos desafíos para una toma de decisiones razonada y bien informada.

Bajo ese contexto, resulta fundamenta­l que como ciudadanía tomemos conciencia de la situación política interna y nos convirtamo­s en verdaderos agentes de cambio, utilizando la informació­n de manera responsabl­e y crítica. De esta manera, podemos evitar convertirn­os en meros espectador­es al margen de los intereses de unos pocos, promoviend­o una participac­ión informada y comprometi­da en el proceso democrátic­o.

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