Confían en el arbitraje
Las Vegas— El otro día le preguntaron al director ejecutivo de los 49ers de San Francisco Jed York qué pensaba cuando recordaba la derrota hace cuatro años en el Super Bowl ante Patrick Mahomes y los Jefes de Kansas City y respondió que ironía que “recordaba a Nick Bosa siendo retenido en tercera jugada –y no recibir una falta”.
Entonces es entendible que York no estaba muy emocionado al enterarse que el árbitro en aquel momento, Bill Vinovich, portará nuevamente la gorra blanca en Las Vegas para la revancha el domingo por el título entre los Niners y Jefes. Uno de los grandes miedos es que en uno de los juegos más importantes una mala decisión o no decisión tenga injerencia en el resultado.
“La realidad es que si algo sucede en el Super Bowl, se va a quedar todo el receso de temporada. esto va a dirigir y controlar la narrativa al final. Puedes tener un gran año y que avanzó fácilmente –y luego algo malo sucede en el Super Bowl y todos lo van a recordar”, indicó Dean Blandino, quien fue oficial de repeticiones en dos ediciones de Super Bowl antes de pasar un tiempo como jefe de árbitros de la NFL. “No hay duda que es una gran preocupación”.
Los dueños, ejecutivos, entrenadores y jugadores no quieren que eso suceda.
Tampoco los aficionados –o los apostadores (quienes además de apostar en el resultado final, pueden poner dinero en la cantidad de yardas penalizadas o qué entrenador va a retar primero una decisión).
Mucho menos la Liga. Incluso tampoco aquellos que portan los uniformes blanco y negro.
“Ningún oficial quiere ser parte de la historia”, aseguró Mike Pereira, quien trabajó en el campo y luego superviso el arbitraje de la Liga. “Ninguno”.
Es suficientemente malo cuando hay un error en la temporada regular que domina la conversación al día siguiente, como sucedió en repetidas ocasiones en el 2023. Es aún peor en los playoffs y especialmente cuando afecta el resultado de un juego clave, como cuando el equipo de Vinovich –sí, ese nombre otra vez– completamente se perdió una penalización obvia (o hasta dos) al final del duelo de campeonato en enero del 2019 cuando los Carneros de Los Angeles vencieron a los Santos de Nueva Orleans para alcanzar el Super Bowl.
“Nunca lo superas”, admitió el gerente general de los Santos Mickey Loomis.
Y por supuesto, los errores pasan, claro, incluso si Pereira cree que “el porcentaje de buenas decisiones es más alto que en su época”. Las redes sociales y la atención por televisión significa que las decisiones minúsculas al final de los partidos “se convierten en temas de conversación hasta el cansancio”, indicó.
Cuestionado sobre el arbitraje durante una sesión de medios en Las Vegas el lunes, el comisionado Roger Goodell indicó que cree “que el nivel de escrutinio está en su nivel más alto” y que “incluso cuando los oficiales toman la decisión correcta, son criticados”.
Como muchas otras cosas hoy en día, hay teorías de la conspiración sobre las decisiones arbitrales –como en otros deportes, no sólo en la NFL– y que podrían resultar en sesgo de un individuo o incluso la Liga.
Otro problema: algunas decisiones pueden ser interpretadas de distintas formas y un jugador, entrenador o los aficionados las pueden ver de distintas formas.