Con broche de oro
Como es costumbre del presidente Andrés Manuel López Obrador, conoce el peso que tienen las conmemoraciones históricas nacionales, y ser parte de la historia de México como uno de los mejores presidentes que ha tenido el país, viene siempre acompañado de una carga simbólica a las acciones que ha realizado la Cuarta Transformación.
El pasado 5 de febrero día que celebramos nuestra Carta Magna, este documento político que establece los derechos de todas y todos los mexicanos, el presidente aprovechó para entregar al poder legislativo un paquete de reformas constitucionales, 21 en total, son reformas de ley que pretenden fortalecer la soberanía, la economía y la justicia, así como proteger áreas específicas y de importancia nacional y en materia de derechos humanos, toca también entes supuestamente autónomos y leyes electorales, se busca la reducción del gasto en el poder ejecutivo, en fin son planteamientos del gobierno de AMLO y lo que en nuestro movimiento conocimos desde el “proyecto alternativo de nación”.
Son muy variadas las reformas, que próximamente nos adentraremos en su exposición y opinión, sin embargo lo que es de interés público y político en esta última recta de del sexenio de AMLO, es la reacción que tuvo en la oposición estas propuestas del ejecutivo, sin duda alguna un dardo directo a quienes aún añoran el viejo régimen neoliberal y de corrupción, el PRIAN y aliados pusieron el grito en el cielo.
Patéticos han sido los argumentos de la oposición, que en estos momentos se encuentra descompuesta ante los constantes descalabros y vergüenzas públicas de su candidata, que bonita faena realizó en Nueva York durante esta semana, los sondeos de opinión y las encuestas la colocan en plena declive a pocos meses de las elecciones, ahora un paquete de reformas de beneficio social y público, que en su negativa a estas, exhibirán una vez más que no tienen interés alguno en el beneficio del pueblo.
Es un discurso ya viejo y desgastado el que la oposición y los reaccionarios utilizan contra la 4T y el presidente, que sin conocer las propuestas y sus beneficios, salieron a tropel para rechazarlas y acusar al presidente de “dictador”, o de “destruir al país”, viejos calificativos que los mexicanos ya conocemos desde la guerra sucia del 2006, de risa.
Lo que es importante destacar es que la Constitución Mexicana de 1917 fue reconocida internacionalmente al ser catalogada como la primera constitución de derechos sociales, aspectos como los beneficios que tendría la soberanía y sus riquezas en beneficio del pueblo, pero que a lo largo de su vida y de los sexenios del PRI y del PAN, principalmente en la era neoliberal, fue violentada, cercenada y sus derechos sociales diluidos, para dar entrada a la priorización de intereses particulares y de grupos económicos, claro está, con el respaldo del Poder Judicial.
La oposición, los entes empresariales y no dudemos y hasta la iglesia saldrán a rechazar tajantemente las reformas, son tan cínicos que abiertamente se quejan de que sea en tiempos electorales, porque saben que serán exhibidos, sin embargo cabe recordar que los derechos de los mexicanos han sido más afectados en los últimos 30 años, con reformas que se presentaron desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto, 430 artículos en total fueron modificados, más de la mitad de todas las reformas en la vida de nuestra constitución.
De estos 430 artículos modificados, todos resultaron en perjuicio de los mexicanos, promovieron el saqueo nacional y la entrega de las riquezas del país, se incrementó la pobreza y la pobreza extrema, a la par que un pequeño grupo de monopolios obtuvieron poder y control de los poderes públicos, se trató también de tiempos de corrupción y de compra de legisladores para su aprobación.
AMLO en sus pocos más de cinco años de gobierno, ha reformado 62 artículos, de los cuales fueron invalidadas cinco reformas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a las demás, se les promovieron 113 controversias constitucionales, así como más de 30 acciones de inconstitucionalidad. Es ahora la oportunidad no solo de que los represéntales en las cámaras y también los aspirantes a serlo, puedan usar las reformas para mostrarse ante el pueblo, quienes son y qué representan, sino de los mexicanos para avanzar como nación y por nuestros derechos, otra vez, cerrará AMLO con broche de oro.