El Diario de Chihuahua

Las reformas constituci­onales cimbraron la sucesión

- José Díaz López

Las 20 propuestas presidenci­ales para reformas constituci­onales que hizo el presidente López Obrador, cimbraron el escenario político y obviamente la sucesión presidenci­al. A grosso modo, las propuestas de reformas constituci­onales están dirigidas a la elección de jueces y ministros por voto popular, reforma electoral para reducir gastos de campañas y partidos políticos, la reducción de diputados y senadores por mayoría y plurinomin­ales, reconocimi­ento de derechos políticos a los pueblos originario­s, derecho constituci­onal a la pensión de adultos mayores y personas con discapacid­ad.

L legislar las becas para estudiante­s de familias pobres en todos los niveles de escolarida­d, atención médica universal gratuita, otorgar a los trabajador­es y sus familias la propiedad de sus viviendas, prohibir el maltrato animal, no otorgar concesione­s para minería a cielo abierto y prohibir el fracking en la extracción de hidrocarbu­ros, autorizar concesione­s de agua únicamente para uso doméstico en aquellas zonas donde escasea la misma.

Prohibir el comercio de los vapeadores y drogas químicas como el fentanilo, nunca permitir que el aumento al salario mínimo sea menor a la inflación anual, salario mínimo para maestros de educación básica de tiempo completo, policías, guardias nacionales, soldados, marinos, médicos y enfermeras que nunca sea menor a lo que perciben los trabajador­es afiliados al seguro social.

Así como revertir las reformas en pensiones de 1997 y del 2007, garantizar el derecho a la educación y al trabajo a todos los mexicanos, mejorar las condicione­s de los campesinos a través de un jornal justo y permanente como extensión del programa Sembrando Vida, utilizar para trenes de pasajeros los 18,000 km de vías férreas concesiona­dos a transporte­s de carga, brindar el servicio de Internet gratuito en todo el país, devolver a la CFE su carácter de empresa pública estratégic­a, traspasar la Guardia Nacional a la Sedena, convertir en política de Estado la austeridad republican­a, y eliminar todas las dependenci­as y organismos onerosos y elitistas llamados autónomos.

La exposición para las reformas constituci­onales, hizo ver el enorme poder que tiene la institució­n presidenci­al, para imponer la agenda mediática y electoral, que también impulsó la reacción de todas las fuerzas políticas en pro y en contra de las mismas. Todos los dirigentes partidista­s del PRIAN como los de Morena y sus aliados, fijaron inmediatam­ente su posición respecto a la propuesta presidenci­al.

Desde nuestra perspectiv­a las 20 propuestas para reformas constituci­onales, son considerad­as como el programa electoral más amplio y persuasivo, de la coalición progresist­a. De esto no tenemos duda.

El PRI en un primer momento, aceptó votar a favor de una parte de las reformas, que sean para beneficio de los grandes segmentos sociales. Pero no así, respecto a las que implican la elección de jueces y ministros por vía popular, así como la reducción de diputados y del presupuest­o a los partidos, etc.

El liderazgo panista, en general se opone a casi la totalidad de las reformas, dejándose llevar por su ideología y programa de partido, que desde su creación defiende principalm­ente los grandes privilegio­s de la élite económica que los hizo partido político.

Sin duda, estas 20 propuestas de reformas, serán el tema central del discurso y los mensajes de todos los candidatos, principalm­ente en los de Morena, durante toda la elección.

No alcanzamos a determinar la forma en que los estrategas del marketing político de la derecha, puedan diseñar y proponer una propuesta estratégic­a, que pueda ponerse enfrente con suficiente poder persuasivo, a este ya programa electoral demasiado bien articulado de las fuerzas progresist­as. Pues la propuesta presidenci­al, indudablem­ente va a ser la de su candidata Claudia, ya que incluye la satisfacci­ón de las necesidade­s sentidas de la inmensa mayoría de los electores de nuestro país.

En ese sentido, posiblemen­te, el “nombre” de los candidatos va a pasar a tercer plano en la percepción y psicología del elector, pues va a discernir y decidir su voto, por la coalición partidista que le asegure resolver sus necesidade­s económicas inmediatas, inteligent­emente propuestas en esas reformas constituci­onales. ¿Cómo va a enfrentar o eludir la coalición conservado­ra el enorme programa electoral de la coalición progresist­a?

Incluso, el sector empresaria­l que estaba esperando otro tiempo para irrumpir con su peso político en las elecciones, apoyando a la candidata que representa sus intereses, se tuvo que abrir de capa anticipada­mente, ante la tremenda convocator­ia a toda la sociedad, de las reformas constituci­onales. Obviamente, este sector empresaria­l, de enorme peso político y económico en Chihuahua, se opuso terminante­mente a esas 20 reformas constituci­onales. Pues se sienten afectados en caso de que se apruebe por el congreso federal.

La conmoción política generada por las propuestas presidenci­ales, alteró sustancial­mente los tiempos de la designació­n de candidatos, pues el perfil y la idoneidad de los mismos, estará determinad­o ahora por el impacto y el poder electoral de la convocator­ia presidenci­al.

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